La falta de nutrientes en las células tumorales provoca la atracción de células que inhiben el sistema inmunitario

De izquierda a derecha, Jaime Redondo-Pedraza y Cristina Muñoz-Pinedo (primera fila) y Francesca Favaro, Franziska Püschel (segunda fila).
De izquierda a derecha, Jaime Redondo-Pedraza y Cristina Muñoz-Pinedo (primera fila) y Francesca Favaro, Franziska Püschel (segunda fila).
Investigación
(21/04/2020)

Un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) constata que cuando las células tumorales quedan privadas de glucosa, liberan una gran cantidad de moléculas señalizadoras que atraen células inmunitarias y neutralizan una estrategia defensiva eficaz. El nuevo trabajo ha sido llevado a cabo por el equipo que lidera la profesora Cristina Muñoz Pinedo, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), con la colaboración de expertos del Instituto Catalán de Oncología (ICO).


De izquierda a derecha, Jaime Redondo-Pedraza y Cristina Muñoz-Pinedo (primera fila) y Francesca Favaro, Franziska Püschel (segunda fila).
De izquierda a derecha, Jaime Redondo-Pedraza y Cristina Muñoz-Pinedo (primera fila) y Francesca Favaro, Franziska Püschel (segunda fila).
Investigación
21/04/2020

Un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) constata que cuando las células tumorales quedan privadas de glucosa, liberan una gran cantidad de moléculas señalizadoras que atraen células inmunitarias y neutralizan una estrategia defensiva eficaz. El nuevo trabajo ha sido llevado a cabo por el equipo que lidera la profesora Cristina Muñoz Pinedo, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), con la colaboración de expertos del Instituto Catalán de Oncología (ICO).


Algunos tumores sólidos presentan una tasa de crecimiento muy elevada, lo que a menudo conlleva una falta de vascularización y que los vasos sanguíneos que acompañan y nutren las formaciones tumorales no se puedan desarrollar a la misma velocidad. Ante la falta de nutrientes, las células tumorales responden liberando citocinas y quimiocinas, moléculas que atraen las primeras defensas del sistema inmunitario, de modo que se acaba inhibiendo un ataque más específico y efectivo. Estas citocinas, además, son capaces de promover la formación de nuevos vasos sanguíneos que nutrirán otra vez el tumor.


La reducción de nutrientes en las áreas menos vascularizadas de los tumores desencadena respuestas de estrés celular «que se conocen como respuesta integrada al estrés, y hace que las células produzcan proteínas de alarma muy vinculadas a la progresión del cáncer», detalla la profesora Muñoz Pinedo. El nuevo trabajo, que tiene como primera autora a la investigadora Franziska Püschel (IDIBELL), constata que la cascada de señalización producida por la falta de nutrientes acaba participando en procesos relacionados con la inflamación tumoral, un factor determinante para la evolución de la enfermedad.


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