Tres profesores de la UB, reconocidos en la última convocatoria Proof of Concept del Consejo Europeo de Investigación

Daniel Prades (UB-IN2UB). Foto:FBG
Daniel Prades (UB-IN2UB). Foto:FBG
Investigación
(05/05/2020)

El Consejo Europeo de Investigación (ERC) ha publicado la

lista

de investigadores galardonados en la última convocatoria Proof of Concept, que forma parte del programa europeo de investigación e innovación Horizonte 2020. Entre los 55 galardonados —cinco, en el Estado español—, están los tres profesores de la Universidad de Barcelona: Juan Daniel Prades, de la Facultad de Física, y Antonella Consiglio y Pablo Menéndez, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Las ayudas Proof of Concept, dotadas con 150.000 euros cada una, tienen como objetivo explorar el potencial social o comercial de los resultados alcanzados en proyectos anteriores financiados a través del ERC.

Daniel Prades (UB-IN2UB). Foto:FBG
Daniel Prades (UB-IN2UB). Foto:FBG
Investigación
05/05/2020

El Consejo Europeo de Investigación (ERC) ha publicado la

lista

de investigadores galardonados en la última convocatoria Proof of Concept, que forma parte del programa europeo de investigación e innovación Horizonte 2020. Entre los 55 galardonados —cinco, en el Estado español—, están los tres profesores de la Universidad de Barcelona: Juan Daniel Prades, de la Facultad de Física, y Antonella Consiglio y Pablo Menéndez, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Las ayudas Proof of Concept, dotadas con 150.000 euros cada una, tienen como objetivo explorar el potencial social o comercial de los resultados alcanzados en proyectos anteriores financiados a través del ERC.

Nueva tecnología de monitorización de gases

Daniel Prades, que es profesor del Departamento de Ingeniería Electrónica y Biomédica y miembro del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB (IN2UB), ha sido galardonado por desarrollar el proyecto Stick & Sense, una nueva tecnología de monitorización de gases accesible para todo el mundo.

Stick & Sense es un dispositivo electrónico y colorimétrico que consiste en un lector óptico de bajo coste con una etiqueta de colorimetría de gas diseñada para cambiar de color en presencia de un gas determinado. El dispositivo funciona solo añadiendo el adhesivo al lector, por lo que ofrece un sistema fácil de usar para una amplia gama de gases y de aplicaciones de monitorización. Esta característica puede permitir que se expanda rápidamente, no solo en la industria tradicional, sino también para nuevas aplicaciones, aún no explotadas, y dirigidas al gran consumo.
En un momento en que la sociedad es cada vez más consciente de los riesgos relacionados con la contaminación del aire, el mercado actual no dispone todavía de ninguna solución adecuada para un uso masivo y generalizado de dispositivos de monitorización de gases. Stick & Sense aborda, en un mismo dispositivo, las principales limitaciones de las tecnologías existentes: es una solución integral capaz de ofrecer bajo coste, baja complejidad, alta selectividad, buena durabilidad y amplia gama de detección.

Según Prades, con Stick & Sense se quiere «revolucionar la forma en que la gente conoce los riesgos a su alrededor y cómo relacionarse con el entorno para mejorar la calidad de vida, la seguridad y la salud». En este proyecto, los investigadores de la UB diseñarán y producirán el primer prototipo mínimo viable de esta tecnología, que servirá para validar su eficacia, tanto desde el punto de vista técnico como comercial. El equipo tiene la experiencia necesaria para implementar esta prueba de concepto, con el apoyo de la Fundación Bosch i Gimpera para impulsar acuerdos de transferencia de tecnología. El dispositivo está basado en los resultados de otros proyectos financiados por el ERC, como el chip lector que forma parte del núcleo del dispositivo y que ya ha sido patentado.

Nueva plataforma para el diagnóstico de la encefalitis autoinmunitaria

Antonella Consiglio, investigadora ICREA Academia, profesora de Anatomía Patológica del Departamento de Patología y Terapéutica Experimental de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, y miembro del IBUB y del IDIBELL, ha sido galardonada por el proyecto NeurAntigen. El grupo de Antonella Consiglio ha diseñado una nueva plataforma, basada en células madre, capaz de detectar una amplia variedad de anticuerpos contra las neuronas en el suero sanguíneo o en el líquido cefalorraquídeo.

La encefalitis autoinmunitaria (EA) es una enfermedad que padecen de dos a tres personas entre cada 100.000. En esta patología, el sistema inmunitario ataca el cerebro y causa daños neurológicos y psiquiátricos. Hasta ahora solo conocemos el 50 % de las dianas o antígenos de nuestras neuronas contra los que generamos anticuerpos durante la EA. Esta nueva plataforma permitiría identificar no solo anticuerpos que reconocen antígenos y que son conocidos causantes de la EA, sino también cualquier autoanticuerpo que reconozca sus proteínas como extrañas. Además, dado que es un modelo completamente humano, no existe la posibilidad de falta de reconocimiento entre antígeno y anticuerpo debido a las diferencias entre especies. Finalmente, esta plataforma detecta con alta fiabilidad los falsos positivos que pueda haber.

Viabilidad, eficacia y seguridad de una nueva terapia CAR
Por su parte, Pablo Menéndez, investigador ICREA, profesor del Departamento de Biomedicina y jefe del Grupo de Investigación de Biología de Células Madre, Leucemia del Desarrollo e Inmunoterapia del Instituto de Investigación Josep Carreras, ha sido galardonado por el proyecto  IT4-TALL.

El objetivo será probar la viabilidad, eficacia y seguridad de una nueva terapia CAR contra el antígeno CD1a en células T corticales de pacientes refractarios de leucemia linfoblástica aguda de tipo T (LLA-T). Este tipo de leucemia presenta un pronóstico desfavorable, y las opciones terapéuticas no han mejorado en veinte años, especialmente para los pacientes en recaída o refractarios.

Las terapias CAR consisten en utilizar células sanas del sistema inmunitario y modificarlas con un receptor de antígeno quimérico (CAR, en sus siglas en inglés), para que sean capaces de reconocer y atacar específicamente las células que tengan dicho antígeno. Este tipo de terapias son muy prometedoras, porque pueden dirigir células del sistema inmunitario a atacar únicamente células tumorales, por lo que se evitan los efectos secundarios de otros tipos de terapia. Además, pueden permanecer como defensa adquirida para evitar recaídas en el organismo del paciente.