Nuevo mapa digital del océano Ártico

El Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marina de la Universidad de Barcelona participa en el equipo internacional que ha presentado la nueva carta batimétrica de las profundidades árticas.
El Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marina de la Universidad de Barcelona participa en el equipo internacional que ha presentado la nueva carta batimétrica de las profundidades árticas.
Investigación
(21/07/2020)

Un equipo internacional de investigadores acaba de publicar la cartografía submarina más detallada del océano Ártico. El trabajo, en el que participan los expertos Miquel Canals, José Luis Casamor y David Amblàs, del Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la UB, ha visto la luz en la revista Scientific Data del grupo Nature.

El Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marina de la Universidad de Barcelona participa en el equipo internacional que ha presentado la nueva carta batimétrica de las profundidades árticas.
El Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marina de la Universidad de Barcelona participa en el equipo internacional que ha presentado la nueva carta batimétrica de las profundidades árticas.
Investigación
21/07/2020

Un equipo internacional de investigadores acaba de publicar la cartografía submarina más detallada del océano Ártico. El trabajo, en el que participan los expertos Miquel Canals, José Luis Casamor y David Amblàs, del Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la UB, ha visto la luz en la revista Scientific Data del grupo Nature.

El mapa presentado ahora es la versión 4.0 de la Carta Batimétrica Internacional del Océano Ártico (IBCAO), una iniciativa creada en 1997 en San Petersburgo (Rusia) con la misión científica de cartografiar los fondos marinos árticos. Publicada en formato digital, la nueva carta amplía hasta en un 19,6 % la superficie submarina cartografiada en versiones anteriores.

 

«El mapa IBCAO 4.0 es la contribución de este año al proyecto Nippon Foundation-GEBCO Seabed 2030, cuyo objetivo es tener cartografiados todos los mares y océanos del mundo en 2030», explica el profesor Martin Jakobsson, de la Universidad de Estocolmo (Suecia), que ha liderado el equipo científico con expertos de quince países, junto a Larry Mayer, de la Universidad de Nuevo Hampshire (Estados Unidos).

 

La nueva carta batimétrica de las profundidades árticas

 

Con una posición estratégica, el Ártico es un océano mítico en la historia de las grandes exploraciones geográficas para descubrir los secretos de las regiones polares. El océano más septentrional del planeta —también el más pequeño y de menor profundidad— tiene un papel decisivo en la regulación del clima planetario y es la región polar más sensible a los efectos del calentamiento global. Según algunas previsiones, la pérdida progresiva de la capa de hielo marino podría abrir a la navegación algunas áreas hasta ahora inaccesibles por mar, como el paso del Noroeste, la legendaria ruta marítima perseguida por muchas expediciones del siglo XIX que comunica el Pacífico y el Atlántico boreales.

 

«La principal dificultad para las campañas científicas actuales en el Ártico es el acceso a lugares permanentemente cubiertos por hielo marino, y la duración relativamente breve del período navegable. Es cierto, sin embargo, que el calentamiento global ha hecho que ahora sean accesibles regiones antes inalcanzables para la flota oceanográfica», precisa el catedrático Miquel Canals, jefe del Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la UB.

 

Desde 2018, el equipo de la UB ha contribuido al mapa IBCAO 4.0 con datos obtenidos mediante batimetría multihaz en distintas campañas oceanográficas en el Ártico, en especial en el sector occidental del mar de Barents, «una colaboración voluntaria en beneficio de la ciencia y el conocimiento», en palabras de Miquel Canals. En sus diferentes ediciones, todos los mapas IBCAO han tenido cientos de miles de descargas a lo largo de los años y son muy utilizados por los gobiernos, las empresas y los investigadores con intereses y actividades científicas en el Ártico.

 

La nueva cartografía incorpora un volumen de datos superior y de mejor resolución que las versiones precedentes, e incluye regiones marinas hasta ahora desconocidas. «Es el fruto de un esfuerzo notable de cooperación internacional, al que han contribuido muchas instituciones e investigadores aportando sus datos científicos para alcanzar un objetivo común: conocer los fondos marinos del océano Ártico», destaca Canals, que es catedrático del Departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB.

 

Sondas multihaz y submarinos nucleares bajo los hielos árticos

 

Para elaborar el mapa IBCAO 4.0 se ha empleado la misma tecnología aplicada al estudio del relieve submarino en otras regiones del océano. «Los componentes del nuevo mapa —en especial, los más recientes— se han obtenido mediante los sistemas de batimetría multihaz más avanzados que existen hoy en día. Son datos que provienen de buques oceanográficos, de rompehielos y también de submarinos nucleares, que son los únicos capaces de cartografiar las áreas situadas bajo el mar helado, inalcanzables con barcos de superficie», detalla Canals.

 

«En el ámbito del procesamiento y la fusión de datos —mediante el uso de un nuevo algoritmo de Mallat— se han incorporado nuevas técnicas que han dado un resultado excelente», añade el experto.

 

Corrientes oceánicas, regulación climática y estabilidad de los fondos oceánicos

 

En general, una mejor y más extensa cartografía ayuda a ampliar los conocimiento sobre la evolución geológica y glaciar de una región tan sensible como el océano Ártico. Así pues, el nuevo mapa batimétrico identifica una gran variedad de formas del relieve de origen glaciar, «algunas de gran escala —de cientos a miles de metros de longitud—, que indican la dirección y el sentido de los movimiento del hielo sobre el fondo marino, facilitando así la reconstrucción de procesos geológicos del pasado reciente en latitudes árticas».

 

Los datos batimétricos también resultan relevantes para otros ámbitos de la ciencia polar, como el estudio de las trayectorias de corrientes oceánicas —y, por tanto, la distribución del calor—, el declive del hielo marino, el efecto de las aguas cálidas entrantes en los glaciares de base marina y la estabilidad de las lenguas glaciares ancladas al fondo marino.

 

Una de las formaciones más espectaculares de los fondos marinos árticos es la dorsal de Lomonósov, un elemento geológico de más de 1.600 kilómetros de longitud «que conecta el norte de Groenlandia con Siberia y atraviesa este océano por en medio dejando dos cuencas profundas a ambos lados», explica Canals. «Los trabajos cartográficos más recientes, hechos con barcos rompehielos, han revelado la presencia de umbrales que influencian los intercambios de agua entre una y otra cuenca, y de marcas de anclaje de plataformas de hielo en su cresta», detalla.

 

La carta batimétrica IBCAO 4.0 también revela la cartografía detallada de los fiordos de Groenlandia, y aporta datos de gran interés científico para el desarrollo de modelos predictivos sobre el comportamiento del manto de hielo —actualmente, en recesión rápida— que cubre esta enorme isla y sobre el aumento del nivel del mar.

 

 

El desafío de cartografiar las profundidades marinas de todo el planeta

 

Hasta ahora, se ha cartografiado cerca de la quinta parte de los fondos oceánicos de todo el planeta. Conocer en detalle el relieve submarino del océano global es clave para gestionar y proteger de forma sostenible los ecosistemas marinos y costeros, tal como establece uno de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) aprobados por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2015.

 

En el marco del esfuerzo internacional para estudiar los fondos marinos árticos, cabe recordar que el Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la UB es uno de los equipos que participan en el Nippon Foundation-GEBCO Seabed 2030, el proyecto global más ambicioso para completar una tarea gigantesca en geociencias marinas: la batimetría submarina en alta resolución de todos los océanos de nuestro planeta.