Linfoma de Hodgkin: identificado un marcador de mala evolución de la enfermedad

Imagen al microscopio óptico de un linfoma de Hodgkin. Justo en el centro se aprecia la característica formación redondeada denominada <i>célula de Reed-Sternberg</i>.
Imagen al microscopio óptico de un linfoma de Hodgkin. Justo en el centro se aprecia la característica formación redondeada denominada célula de Reed-Sternberg.
Investigación
(18/09/2020)

El linfoma de Hodgkin es uno de los cánceres hematológicos más frecuentes y constituye un ejemplo de cómo la investigación médica ha cambiado el pronóstico de la enfermedad. Si hace unas décadas era un tumor de pésima evolución clínica en casi todos los pacientes diagnosticados, la introducción de nuevos fármacos lo ha convertido en un tumor curable en un 85 % de los casos. Sin embargo, hay un 15 % de linfomas de Hodgkin que no responden a la terapia y que siguen implicando una supervivencia reducida.

Imagen al microscopio óptico de un linfoma de Hodgkin. Justo en el centro se aprecia la característica formación redondeada denominada <i>célula de Reed-Sternberg</i>.
Imagen al microscopio óptico de un linfoma de Hodgkin. Justo en el centro se aprecia la característica formación redondeada denominada célula de Reed-Sternberg.
Investigación
18/09/2020

El linfoma de Hodgkin es uno de los cánceres hematológicos más frecuentes y constituye un ejemplo de cómo la investigación médica ha cambiado el pronóstico de la enfermedad. Si hace unas décadas era un tumor de pésima evolución clínica en casi todos los pacientes diagnosticados, la introducción de nuevos fármacos lo ha convertido en un tumor curable en un 85 % de los casos. Sin embargo, hay un 15 % de linfomas de Hodgkin que no responden a la terapia y que siguen implicando una supervivencia reducida.

Recientemente, el grupo de investigación del catedrático de Genética de la UB Manel Esteller ha publicado un artículo en la revista Blood que descubre un marcador para predecir qué pacientes con linfoma de Hodgkin presentarán una evolución clínica agresiva y serán, por tanto, casos de especial riesgo.

«Estábamos estudiando en el laboratorio genes que regularan químicamente un tipo de material genético, el ARN, y que hubiesen perdido su actividad en cáncer, y encontramos que este era el caso para el gen ALKBH3», explica Esteller. «Además —añade el investigador—, era curioso que su inactividad solo sucediera en un tipo concreto de tumor: los linfomas, y especialmente, en el linfoma de Hodgkin». Estudiando miles de moléculas de ARN, los investigadores comprobaron que la ausencia de expresión del gen ALKBH3 en el linfoma de Hodgkin induce un aumento de las proteínas llamadas colágenos, que constituyen la matriz extracelular donde habitan las células tumorales. Es decir, lo que pasa en estos casos es que las células cancerosas cambian el microambiente donde se encuentran para poder estar más cómodas y proliferar mejor. Y este subgrupo de casos es el más maligno, porque las células cancerosas no encuentran barreras que puedan frenar su crecimiento en el espacio que las rodea. «Es importante conocer con anterioridad qué pacientes pertenecen a esta clase, ya que son los candidatos ideales para ensayar nuevos fármacos, incluidos medicamentos epigenéticos usados ​​para tratar otros cánceres de la sangre, como el síndrome mielodisplásico o el linfoma cutáneo», concluye Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC) y profesor de investigación ICREA.

Referencia del artículo:

Esteve-Puig, R.; Climent, F.; Piñeyro, D.; Domingo-Domènech, E.; Dávalos, V.; Encuentra, M., Rea, A.; Espejo-Herrera, N.; Soler, M.; López, M.; Ortiz-Barahona, V.; Tapia, G.; Navarro, T.; Cid, J.; Farré, L.; Villanueva, A.; Casanova, I.; Mangues, R.; Santamarina-Ojeda, P.; Fernández, A. F.; Fraga, M. F.; Piris, M. A.; Kol, N.; Avrahami, C.; Moshitch-Moshkovitz, S.; Rechavi, G.; Sureda, A., y Esteller, M. «Epigenetic loss of m1A RNA demethylase ALKBH3 in Hodgkin lymphoma targets collagen conferring poor clinical outcome». Blood, septiembre de 2020. Doi: 10.1182/blood.2020005823.