Las gaviotas son buenas indicadoras de las bacterias resistentes a antibióticos que circulan por el medioambiente

Las gaviotas dispersan fácilmente estas bacterias por diferentes puntos del territorio a través de sus movimientos locales o los movimientos migratorios.
Las gaviotas dispersan fácilmente estas bacterias por diferentes puntos del territorio a través de sus movimientos locales o los movimientos migratorios.
Investigación
(10/02/2021)

Las gaviotas son de los principales animales silvestres que actúan como reservorios de Campylobacter y Salmonella resistentes a los antibióticos, los dos géneros de bacterias intestinales más relevantes que causan gastroenteritis en humanos. Por ello, tal como apunta un artículo publicado en la revista Science of the Total Environment, las gaviotas podrían servir como centinelas de la presión antibiótica en el medioambiente. El trabajo ha sido llevado a cabo por expertos de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, y del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).

Las gaviotas dispersan fácilmente estas bacterias por diferentes puntos del territorio a través de sus movimientos locales o los movimientos migratorios.
Las gaviotas dispersan fácilmente estas bacterias por diferentes puntos del territorio a través de sus movimientos locales o los movimientos migratorios.
Investigación
10/02/2021

Las gaviotas son de los principales animales silvestres que actúan como reservorios de Campylobacter y Salmonella resistentes a los antibióticos, los dos géneros de bacterias intestinales más relevantes que causan gastroenteritis en humanos. Por ello, tal como apunta un artículo publicado en la revista Science of the Total Environment, las gaviotas podrían servir como centinelas de la presión antibiótica en el medioambiente. El trabajo ha sido llevado a cabo por expertos de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, y del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).

En la actualidad, las bacterias resistentes a los antibióticos representan un grave problema para la salud humana y de otras especies, ya que pueden impedir o dificultar el tratamiento de las infecciones bacterianas. Según los expertos, la fauna silvestre es un reservorio de cepas de bacterias resistentes o multirresistentes a antibióticos y, en concreto, algunos animales —por ejemplo, las aves— tienen gran capacidad para dispersarlas por el medioambiente a través de sus movimientos locales o migratorios.

Los investigadores han analizado nueve colonias de dos especies de gaviotas del sur de Europa, la gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y la gaviota de Audouin (Larus audouinii), una especie endémica del Mediterráneo. En todas las colonias se encontraron bacterias de los géneros Campylobacter y Salmonella, incluidas cepas resistentes a antibióticos. «Estas bacterias son las principales causantes de las gastroenteritis en humanos. Principalmente, hicimos aislar la especie Campylobacter jejuni, así como algunos de los serotipos de Salmonella frecuentes en brotes de salmonelosis humana, como Salmonella Typhimurium», destaca Marta Cerdà, investigadora del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del IRTA.

La amenaza de las bacterias resistentes en la fauna salvaje

En la mayoría de los países industrializados, la principal causa por la que los humanos se infectan con estos patógenos es el consumo y la manipulación de alimentos contaminados de origen aviar (en especial, la carne o los huevos). Sin embargo, aparte de los animales de producción, la fauna silvestre también tiene un papel relevante en la epidemiología de estas infecciones bacterianas. «Las gaviotas son animales que cada vez más suelen buscar alimento en zonas urbanizadas o vertederos, donde hay muchos restos de alimentos. Por lo tanto, son más propensas a infectarse por bacterias de origen humano», explica el catedrático Jacob González-Solís Bou, jefe del Grupo de Ecología de Aves Marinas y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencies Ambientales y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

Además, las gaviotas dispersan fácilmente estas bacterias por diferentes puntos del territorio a través de sus movimientos locales o los movimientos migratorios, favoreciendo que estas bacterias resistentes circulen por el medioambiente de forma permanente. En general, estas bacterias no suelen suponer un peligro para las gaviotas ni para la fauna silvestre en general, aunque se ha documentado algún brote de salmonelosis que ha provocado la muerte de algunas colonias de aves (por ejemplo, en Estados Unidos).

«Es fundamental estudiar la presencia de bacterias resistentes en la fauna salvaje teniendo en cuenta el enfoque de una sola salud (one health), sobre todo en estos casos de patógenos que pueden afectar tanto a animales como a personas», concluyen los expertos.

Fotos: Marta Cerdà (CReSA-IRTA)