Nuevas excavaciones en los yacimientos ibéricos de Kum-Castellet de Banyoles y Coll del Moro, en Tivissa

El Castellet de Banyoles es la única ciudad ibérica documentada en el curso inferior del Ebro. Fue destruida a finales del siglo III aC en el contexto de la Segunda Guerra Púnica, que enfrentó a Roma y Cartago. En 1937, los arqueólogos Lluís Brull, Josep de C. Serra Ràfols y Salvador Vilaseca excavaron las dos torres pentagonales del yacimiento, que continuó siendo objeto de excavaciones durante los años 40.

Este año se ha reexcavado un sector de unos 6.000 metros cuadrados junto a las torres pentagonales, que ha permitido recuperar y estudiar de nuevo restos arqueológicos que habían quedado sepultados. La intervención también ha permitido descubrir un nuevo tramo de muralla que no se documentó en las excavaciones de los años 40. En el Coll del Moro, la segunda campaña de excavaciones que ha llevado a cabo la UB tiene como objetivo recuperar los restos arqueológicos excavados por Vilaseca durante los años 50 del siglo pasado. En aquellas excavaciones se localizaron restos constructivos de un poblado, un túmulo funerario construido sobre dos habitaciones, cerámica ibérica y restos óseos. En la campaña actual se ha delimitado el asentamiento y se han excavado cuatro recintos de la parte superior. Cabe destacar la buena conservación de las estructuras, algunas de ellas con más de 1,5 metros de altura sobre pavimento.

El investigador de la UB Rafael Jornet explica que el avance de la investigación sobre la cultura ibérica en el municipio de Tivissa «logra un salto cualitativo con la incorporación de las excavaciones de la Serra d'Almos, que permite incidir en un período menos conocido en el territorio: el ibérico antiguo». «En ese periodo —detalla el experto— se consolida una estructura social jerarquizada, que se inicia durante la primera edad del hierro, en cuya cúspide hay un segmento muy minoritario de nobles que concentran poder y riquezas». Son lo que en el análisis antropológico de la evolución social se conoce como los big men o caudillos, que configuran los primeros sistemas de integración política, de un alcance territorial todavía muy modesto. Según Jornet, el Coll del Moro de la Serra d'Almos se interpreta «como un gran edificio fortificado donde residiría una de esas familias dirigentes, donde almacenarían productos propios e importados de otros pueblos del Mediterráneo, elaborarían artesanía y organizarían banquetes y otras ceremonias en las que la comida y la bebida habrían sido elementos centrales, clave para reafirmar y perpetuar su posición privilegiada».

Las excavaciones se enmarcan en el proyecto de investigación cuatrienal «Formación, desarrollo y disolución de la cultura ibérica en el curso inferior del Ebro (s. IX-I aC)», con Rafael Jornet como investigador principal.