Fèlix Ritort: «El descubrimiento de Parisi puede estar ligado al origen mismo de la vida»

Fèlix Ritort.
Fèlix Ritort.
Entrevistas
(21/10/2021)

Con motivo de la entrega del Premio Nobel de Física al italiano Giorgio Parisi, catedrático de la Universidad «La Sapienza» de Roma, hemos hablado con el catedrático de Física de la Universidad de Barcelona Fèlix Ritort. Miembro del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB (IN2UB), Ritort comenzó su investigación en los años 90 bajo la dirección del galardonado, con quien ha firmado más de veinte artículos científicos.

Fèlix Ritort.
Fèlix Ritort.
Entrevistas
21/10/2021

Con motivo de la entrega del Premio Nobel de Física al italiano Giorgio Parisi, catedrático de la Universidad «La Sapienza» de Roma, hemos hablado con el catedrático de Física de la Universidad de Barcelona Fèlix Ritort. Miembro del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB (IN2UB), Ritort comenzó su investigación en los años 90 bajo la dirección del galardonado, con quien ha firmado más de veinte artículos científicos.

«Cuando llegué a La Sapienza, él ya era catedrático», recuerda Ritort. «Yo no tenía despacho y me propuso compartirlo, como si fuéramos dos estudiantes. Era un director de tesis que no te decía si lo hacías bien o mal: si yo no estaba a la altura, era problema mío», añade. «Se trata de un científico genial, con una gran intuición y nada convencional. Además, tenía una capacidad extraordinaria para el cálculo mental: era capaz de resolver en pocos segundos y sin calculadora una raíz cúbica con decimales». Ritort estuvo seis años trabajando con Parisi, entre 1989 y 1994, primero haciendo la tesis doctoral y posteriormente en una estancia posdoc.

Fue Javier Tejada, catedrático emérito de la UB, quien recomendó a Ritort ir a trabajar con Parisi en Roma. A finales de los 80, Tejada trabajaba experimentalmente con cristales de espín y quería que algún estudiante se formara teóricamente en ese campo. «En aquella época, los cristales de espín se pusieron de moda. Curiosamente, con el tiempo no han tenido ninguna aplicación práctica, pero han dado muchos resultados intelectuales». Los cristales de espín son aleaciones metálicas en las que se mezclan átomos de otros metales que se comportan como pequeños imanes, llamados espines. Estas impurezas provocan una «frustración magnética» que provoca que los átomos metálicos apunten aleatoriamente en distintas direcciones.

Parisi, en los años 80, había descubierto en estos sistemas patrones ocultos de organización de los espines y desarrolló una teoría de fenómenos desordenados y aleatorios que podía aplicarse a otros sistemas complejos: la ruptura de simetría de las réplicas (RSB). Esta teoría, que tardaría treinta años en ser demostrada matemáticamente, tuvo pronto muchas aplicaciones, desde la red neuronal hasta la teoría de la optimización en informática. Más tarde se aplicó a problemas de la biología como el plegamiento de las proteínas o los ácidos nucleicos, campo de la biofísica en el que Ritort investiga actualmente en el Small Byosystems Lab que dirige en la Facultad de Física. Más recientemente, Parisi explicó el comportamiento colectivo de los estorninos, paradigma del comportamiento animal colectivo.

Sobre su aprendizaje con Parisi, Ritort explica que «los experimentos te muestran nuevas realidades que te llevan a nuevos descubrimientos, y Parisi me enseñó que la teoría también». «Lo que tienes que buscar —prosigue— es la belleza y su teoría la tenía. Junto con su vasta aplicabilidad, es una de las más revolucionarias de la física moderna, ya que explica una nueva organización de la materia».

Según Ritort, «Parisi ha demostrado que la materia desordenada se organiza espontáneamente en muchos aspectos de la vida de forma similar a un árbol genealógico». Si pensamos, por ejemplo, en la diferenciación celular, en la que una célula se divide y a la vez cada célula se vuelve a dividir, tenemos un árbol genealógico temporal. «Estoy convencido de que, más allá de sus aplicaciones, el descubrimiento de Parisi puede estar ligado al origen mismo de la vida. Creo que en las próximas décadas se descubrirá que la materia viva se organiza con este patrón, lo cual constituye una manifestación espontánea de su teoría», afirma el investigador.

En una nota publicada en la revista de la Sociedad Europea de Física, Ritort recuerda que la evidencia de la teoría de Parisi sigue siendo controvertida desde el punto de vista experimental: «En física teórica, muchos descubrimientos importantes han tenido que esperar décadas hasta que se han demostrado experimentalmente (por ejemplo, la gravedad, las ondas gravitatorias o los agujeros negros), y puede que la RSB no sea distinta», pronostica.