Oksana Chelisheva: «Hay que respetar lo que quiere la población ucraniana»
La periodista Oksana Chelisheva (Rusia, 1968) nos atiende desde Helsinki (Finlandia), donde vive exiliada desde el año 2008. Cuando las autoridades rusas prohibieron la Agencia de Información Ruso-Chechena (RCIA), donde trabajaba como editora, aumentó el número de amenazas que recibía, lo que la obligó a abandonar su país. Sus vivencias fueron recogidas en el libro Me han seguido por la calle (INTO, Finlandia, 2013). En 2014 recibió el prestigioso premio Oxfam Novib PEN a la libertad de expresión por «ser una inspiración» en la lucha por conseguir un mundo más justo. Chelisheva ha defendido siempre una solución pacífica para Chechenia y ha documentado la regresión del derecho de expresión en la Rusia de Putin.
La periodista Oksana Chelisheva (Rusia, 1968) nos atiende desde Helsinki (Finlandia), donde vive exiliada desde el año 2008. Cuando las autoridades rusas prohibieron la Agencia de Información Ruso-Chechena (RCIA), donde trabajaba como editora, aumentó el número de amenazas que recibía, lo que la obligó a abandonar su país. Sus vivencias fueron recogidas en el libro Me han seguido por la calle (INTO, Finlandia, 2013). En 2014 recibió el prestigioso premio Oxfam Novib PEN a la libertad de expresión por «ser una inspiración» en la lucha por conseguir un mundo más justo. Chelisheva ha defendido siempre una solución pacífica para Chechenia y ha documentado la regresión del derecho de expresión en la Rusia de Putin.
Recientemente ha participado en un diálogo organizado por la Fundación Solidaritat UB, donde compartió sus reflexiones sobre el actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Escuchándola, se llega a la conclusión de que su compromiso con los derechos humanos y con los más vulnerables es insobornable. Es extremadamente crítica con el papel informativo de los medios de comunicación, se manifiesta profundamente decepcionada con el papel de los Estados Unidos y reclama escuchar a la mayoría de la población ucraniana, que se opone a la guerra.
Sabemos que el ejército ruso está cerca de Kiev. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
La invasión de Ucrania es la mayor tragedia para Europa desde la II Guerra Mundial. Desafortunadamente, nadie ha hecho nada para evitarlo. He estado hablando con algunas personas que viven en toda Ucrania, desde Kiev, Donetsk y Lugansk hasta Zhitomir y Sumy. Me preocupa mucho el futuro de este pueblo, que ha sido víctima de esta trampa política. Mis pensamientos están con ellos.
¿Qué se puede esperar ahora?
El primer paso es exigir a Rusia que abandone inmediatamente Ucrania. Es necesario obtener el alto el fuego, dejar de bombardear y sentarse a la mesa de negociación. El futuro de Ucrania deben decidirlo los ucranianos sin que se entrometan en sus vidas los países extranjeros o los aviones y tanques rusos.
¿Cree que se puede convencer a Putin de detener la guerra?
No me hago ilusiones con Putin. He dedicado años y años a protestar por la guerra criminal que hizo en Chechenia. También he perdido muchos amigos: Andrey Mironov fue asesinado en Sláviansk en 2014. Fue asesinado con Andy Rocchelli, su amigo y colega. Andrey, como yo, era un opositor de Putin, crítico con su política. Estábamos en contra de la anexión de Crimea, también.
Usted es muy crítica con el tratamiento del tema por parte de los medios de comunicación occidentales. ¿Por qué?
¡También soy muy crítica con el papel de los medios rusos y ucranianos! Soy crítica con todo aquel que distorsiona la verdad y ofrece información que se aleja de la realidad. También con los periodistas que operan en las regiones que no están bajo control del gobierno ucraniano [Donetsk y Lugansk) y que desorientan a la opinión pública y a los políticos que deben tomar las decisiones. Es un juego muy peligroso en el que los medios tienen un papel muy destacado ahora mismo.
En la conversación que mantuvo con el periodista de TV3, Manel Alias, afirmó que uno de los errores informativos más habituales es focalizar la explicación del conflicto en lo que dice Vladimir Putin.
¿Cuántos artículos habéis leído en Cataluña que recojan declaraciones o que entrevisten a gente de Ucrania? ¿Habéis oído las voces de la gente que vive en Donetsk y Lugansk [regiones prorrusas del país]? Por eso, hago un llamamiento para que todo el mundo, medios y opinión pública, escuche y respete a esta gente. ¿Qué es el periodismo? El periodismo no es dar salida a información procesada por otros; es establecer los hechos y verificarlos, es entregar a la audiencia opiniones diversas. Eso es periodismo.
No puede centrarse todo el discurso político en Putin, ni debe hacerse. Ucrania, su difícil situación y sus civiles han sido ignorados por el discurso de los medios durante todos estos años. Si hablamos de Ucrania, hablemos con el pueblo ucraniano. Y aprendamos a respetar sus opiniones, aunque no coincidan con las nuestras.
¿Quizás la presión por ser el primero en informar hace que no se verifique la información como se debería?
¡Pero es que no somos blogueros! ¡No somos usuarios de Facebook! Somos periodistas y la clave de nuestro trabajo es comprobar la información que le damos a nuestra audiencia. ¿Quién verificará la información si no lo hacemos nosotros? Yo soy muy cuidadosa con todo lo que publico, incluso en mi página de Facebook, porque entiendo que puede afectar a la gente que está en el terreno o puede afectar a la situación. Por lo tanto, no saco conclusiones precipitadas. A lo largo de todos estos años, he estado en contacto con misiones de observación, con más o menos eficacia. Pero siempre que he recibido una información se la he enviado para que la verificasen porque ese es mi trabajo. El trabajo de la misión de observación internacional es establecer los hechos y entonces reportarlos a la opinión pública y a los políticos.
¿Cuál podría ser la posible salida diplomática? ¿La negativa de Ucrania a entrar en la OTAN? ¿El reconocimiento de las repúblicas prorrusas de Donetsk y Luganks?
Las partes implicadas deberán estar de acuerdo en hacer algunas concesiones. No hay ningún escenario que sea más beneficioso para ninguno de los dos países. Para llegar a una situación de paz, Rusia y Ucrania tendrán que renunciar a algo de su lista de deseos. Si no, no funcionará.
Finalmente, ¿quién puede ser el gran perdedor en este conflicto?
Creo firmemente que la población ucraniana es la que más está sufriendo la situación en el terreno. Siento que es mi obligación ayudar a centrar la atención en las preocupaciones de los civiles porque la mayor parte de los ucranianos a ambos lados de la línea del conflicto están en contra de la guerra. No deberíamos olvidar que hay familias separadas, que hay abuelos y abuelas, hermanos y hermanas que no se ven desde hace muchos años. Por lo tanto, es la población ucraniana la que ha sufrido y puede sufrir más pérdidas.
Vladimir Putin ha violado la integridad territorial de Ucrania. Debe haber consecuencias para él. El pueblo de Ucrania tiene derecho a vivir en paz, un derecho que se les ha negado desde 2014.
FECHAS CLAVE DEL CONFLICTO ENTRE RUSIA Y UCRANIA:
Febrero de 2014: indignación popular en Ucrania contra el presidente Víktor Yanukóvich, prorruso, que huye del país.
Marzo de 2014: en un referéndum en la península de Crimea, la anexión a Rusia gana por el 97% de los votos. La comunidad internacional nunca ha reconocido el resultado.
Abril-mayo de 2014: grupos prorrusos autoproclaman Donetsk y Lugansk repúblicas populares y piden que formen parte de Rusia. El este de Ucrania queda fuera del control de Kiev.
Septiembre de 2015: Ucrania, Rusia y representantes de Donetsk y Lugansk firman los acuerdos de Minsk.
Abril de 2019: Volodímir Zelenski gana las elecciones presidenciales en Ucrania. Su gobierno contempla solicitar el ingreso en la OTAN y la Unión Europea.
Febrero 2022. Vladimir Putin anuncia la invasión de Ucrania.