Núria Sara Miras: «Las diferencias son fuente de alegría»

 
 
Entrevistas
(08/03/2022)

Núria Sara Miras acaba de ser nombrada delegada del rector para la dirección de la Unidad de Igualdad de la UB justo la semana anterior de la conmemoración del 8-M, el Día Internacional de la Mujer. Ella misma explica que su relación con el feminismo tiene tres vertientes: como investigadora, se ha especializado en el feminismo pragmatista y ha profundizado en la obra de diversas pensadoras; como activista, forma parte de la Asamblea Feminista de la UB, y desde el punto de vista institucional, ha sido copresidenta de la Comisión de Igualdad de la Facultad de Filosofía, Geografía e Historia y ahora comienza una etapa distinta como delegada del rector.

 
 
Entrevistas
08/03/2022

Núria Sara Miras acaba de ser nombrada delegada del rector para la dirección de la Unidad de Igualdad de la UB justo la semana anterior de la conmemoración del 8-M, el Día Internacional de la Mujer. Ella misma explica que su relación con el feminismo tiene tres vertientes: como investigadora, se ha especializado en el feminismo pragmatista y ha profundizado en la obra de diversas pensadoras; como activista, forma parte de la Asamblea Feminista de la UB, y desde el punto de vista institucional, ha sido copresidenta de la Comisión de Igualdad de la Facultad de Filosofía, Geografía e Historia y ahora comienza una etapa distinta como delegada del rector.

¿Cómo ve la celebración del 8-M de este año? ¿Qué principios cree que deberían regir la jornada en esta ocasión?

A mí me gusta mucho el lema «Juntas y diversas». Los feminismos siempre son pluralidad y siempre han sabido sacar de las diferencias un potencial de creación y energía. Y de alegría. A mí me gusta ver esa pluralidad. Pienso que la intersección con las cuestiones de raza, clase y capacidades nos hará ahondar más en el significado profundo del feminismo y la justicia social.

Evidentemente, este año no podemos evitar tener el pensamiento puesto en la guerra. El movimiento feminista ha estado históricamente muy ligado al internacionalismo y al pacifismo. Las feministas del cambio del siglo XIX al XX ya se pronunciaron contra las grandes guerras del mundo. Siempre han intentado proponer una fórmula alternativa basada en el cuidado, la interdependencia, la vulnerabilidad.

Como filosofa, ¿puede entender el pensamiento que hay detrás de una guerra?

Para mí, como filósofa, el pensamiento de la guerra no es racional. La mitología siempre ha hablado de fuerzas que son constructoras y de fuerzas que son destructoras: eros y thanatos, el amor y la guerra, creación y destrucción. Para mí, lo racional es hacer todo lo que permita que mi vida sea más larga y más plena.

Detrás de la guerra hay intereses espurios que no son intereses democráticos. Creo que la guerra es el mayor fracaso político y democrático. Es necesario realizar un gran esfuerzo para redefinir la política internacional y conectarla a la política de otros niveles, como la local. Eso es lo que ya decían las feministas de la primera ola y lo que han estado diciendo otras muchas en países del tercer mundo. El imperialismo es una forma de entender el mundo que es predatoria. En cambio, deberíamos ver al mundo como un bien común. Evidentemente, en estos momentos somos pesimistas, porque parece estar ganando esa visión predatoria por la que las élites no se preocupan de la población civil, de la violencia, el hambre, las enfermedades que vendrán, del resentimiento que todo ello originará entre los pueblos de Europa. La violencia solo crea tristeza y pena.

Ha mencionado a las feministas de la primera ola. Precisamente usted, como investigadora, trabaja en figuras históricas del feminismo. ¿Podría mencionar algunas cuyo legado esté especialmente vigente?

Por el motivo que acabo de exponer, a Jane Addams. Conectó la pacificación social a escala municipal con los grandes movimientos políticos internacionales. Intentó definir la democracia de una forma más social. Creo que este pensamiento no se ha implementado todavía. Por cierto, en la UB tenemos una sala con su nombre inaugurada por la Comisión de Igualdad de Filosofía, Geografía e Historia.

También quiero destacar a Angela Davis, que ha hablado mucho de las opresiones por cuestiones de género, raza y clase. Nos ha ayudado a entender mejor el poder.

Una de mis favoritas es Vandana Shiva y todo el movimiento del sur global que reivindica otras cosmovisiones, un trato más amable y más integrado con la naturaleza, un sentimiento de interdependencia entre todos los seres vivos. Yo vengo del ámbito rural, soy de Valls, y el campo se nos está muriendo en todas partes. Para mí, el reto de este siglo es la cuestión del acceso a las fuentes de la vida, la sostenibilidad, los objetivos de desarrollo sostenible. Y en este ámbito están implicadas muchísimas mujeres de todos los países del mundo, que tienen muchísimas cosas que decir en movimientos ecofeministas y movimientos indígenas.

Yo solo puedo decir que, en mi disciplina, son el feminismo y las mujeres filósofas los que están haciendo las cosas más excitantes desde el punto de vista político e intelectual.

Por último, hablamos de su nombramiento como delegada del rector para la dirección de la Unidad de Igualdad de la UB. ¿En qué punto se encuentra la labor por la igualdad en la Universidad?

Es un momento muy expansivo. Se pueden hacer muchas cosas, porque el equipo de gobierno es muy receptivo, y en los centros existen muchas iniciativas y mucha diversidad y pluralidad.

Ahora, entre las cosas más urgentes está recuperar las negociaciones sobre el tercer eje del Plan de igualdad, relativo a las condiciones laborales, que no está del todo cubierto. También es necesario establecer la comisión de seguimiento de los demás ejes: muchas acciones ya están en marcha, sobre todo en el eje de docencia, y por tanto deben empezar a desarrollarse indicadores para evaluar la calidad de esas iniciativas y crear otras nuevas. Por otra parte, el protocolo de acoso también necesita pequeños retoques. Estamos a la espera de que la Consejería de Igualdad y Feminismos aporte las pautas para realizar un protocolo de acoso unificado para todas las universidades catalanas. Pensamos que esa será una gran herramienta, que nos facilitará mucho el trabajo.

Y tenemos otros grupos de trabajo abiertos: uno sobre el Pacto de Estado contra la violencia de género; uno de LGTBIQ+, y finalmente uno sobre trabajo de cuidados y pobreza menstrual.

Estas serán las líneas prioritarias de acción en los próximos seis meses, sin detrimento de que se vaya trabajando también en la implementación, el seguimiento y la evaluación de los demás ejes del Plan de igualdad.