Amparo Sard: «Es para ver la cara de los alumnos por lo que vale la pena impartir clases»

Amparo Sard. Foto: Bernardo Arzayus
Amparo Sard. Foto: Bernardo Arzayus
Entrevistas
(16/11/2022)

La profesora Amparo Sard, del Departamento de Artes Visuales y Diseño de la Facultad de Bellas Artes Amparo Sard recibió el mes pasado el Premio Cultura del Diario de Mallorca 2022. Un galardón en reconocimiento de su prolífica carrera, de alcance internacional, y la implicación en el lanzamiento del grado de Bellas Artes de la Escuela Universitaria Adema-UIB, donde es jefa de estudios. 

Docente en la UB desde hace más de veinte años, tiene un máster en Art in Media Studies de la Universidad New School de Nueva York. Ha sido galardonada, entre otros reconocimientos, con el Deutsche Bank Internacional en Berlín, la Medalla de Oro del Gobierno italiano por su carrera, y ha sido seleccionada una de los 25 mejores artistas del mundo en 2018 por la LXRY LIST de Holanda. 

Amparo Sard ha expuesto individualmente en varios museos nacionales e internacionales como el Museo de Arte Contemporáneo de Roma, el Conde Duque de Madrid o el Tenerife Espacio de las Artes, entre otros. Vive y trabaja entre Barcelona y Palma de Mallorca. En esta entrevista nos habla de su trayectoria y del futuro de las bellas artes. 

Amparo Sard. Foto: Bernardo Arzayus
Amparo Sard. Foto: Bernardo Arzayus
Entrevistas
16/11/2022

La profesora Amparo Sard, del Departamento de Artes Visuales y Diseño de la Facultad de Bellas Artes Amparo Sard recibió el mes pasado el Premio Cultura del Diario de Mallorca 2022. Un galardón en reconocimiento de su prolífica carrera, de alcance internacional, y la implicación en el lanzamiento del grado de Bellas Artes de la Escuela Universitaria Adema-UIB, donde es jefa de estudios. 

Docente en la UB desde hace más de veinte años, tiene un máster en Art in Media Studies de la Universidad New School de Nueva York. Ha sido galardonada, entre otros reconocimientos, con el Deutsche Bank Internacional en Berlín, la Medalla de Oro del Gobierno italiano por su carrera, y ha sido seleccionada una de los 25 mejores artistas del mundo en 2018 por la LXRY LIST de Holanda. 

Amparo Sard ha expuesto individualmente en varios museos nacionales e internacionales como el Museo de Arte Contemporáneo de Roma, el Conde Duque de Madrid o el Tenerife Espacio de las Artes, entre otros. Vive y trabaja entre Barcelona y Palma de Mallorca. En esta entrevista nos habla de su trayectoria y del futuro de las bellas artes. 

1. ¿Qué ha significado este premio para usted?

Cuando trabajas en algo que disfrutas cuesta ponerte límites de tiempo y esfuerzo. Los artistas empezamos nuestra carrera viviendo del aire, no hay más recompensa que el placer de crear y lo que eso implica, restablecer la calma trabajando. Cuando entras en el mercado sigues así, pero de otra manera.

Con la docencia pasa lo mismo: hay muchos esfuerzos detrás, pero ver la cara de los alumnos, descubrir como les cambia la mirada cuando ven como funciona el mecanismo de la creatividad y de lo que son capaces de hacer por si solos es realmente por lo que vale la pena continuar dando clases.

Este premio supone un reconocimiento al sobreesfuerzo de los que nos dedicamos al arte en cualquiera de sus facetas.  

2. ¿Qué proyectos está preparando en estos momentos?

Ahora empieza la temporada de ferias de arte. La semana que viene viajo a Alemania, a la Feria Art Cologne, con las Galerías Anita Beckers de Frankfurt y Kornfeld de Berlín. En enero me toca ir a Art Rotterdam y Art Chicago; en febrero, ARCO Madrid, en abril Artefiera de Bolonia. A partir de mayo empiezan las exposiciones individuales: la alemana Kornfeld, la italiana Paola Verrengia con la que hace más de 24 años que trabajo, etc.      

3. ¿Cómo vive la doble tarea de docente y artista?

Soy bastante organizada, pero me ayuda el hecho que, en la carrera artística y la docente llega un momento en que todo se une entre ellas y una faceta ayuda a la otra, se complementan. Por ejemplo, en mi próxima visita a la feria de Colonia donde voy a exponer obras, al mismo tiempo me han invitado para impartir una charla con la Dra. Johanna Reich, de la Universidad de Colonia, y hablar sobre los nuevos flujos tecnológicos en el arte.

También, en la última conferencia en la que participé en Casa América de Madrid, o en la Universidad Autónoma de México con la colaboración de la UNESCO, fue a raíz de crear la primera pieza NFT háptico del mundo, producido gracias a la colaboración con los investigadores de la Escuela Universitaria ADEMA - UIB. El NFT se presentó al público antes, en la feria ARCO.

Todas estas sinergias hacen que en estos momentos tengamos en marcha varios proyectos de colaboración con la Columbia College de Chicago, la Universidad de las Artes de Londres y la de Milán, entre otras.     

4. ¿Cómo definiría su obra? Ha realizado tanto obras de gran formato como de pequeño, y con una gran variedad de materiales.

La vida del artista es una investigación constante entre el entorno y nosotros mismos, se trata de analizar las conexiones existentes entre creación artística y el desarrollo de la identidad. Cuando empiezas la carrera artística, el propio cuerpo es la referencia más cercana para crear todo tipo de ecuaciones que nos permitan transmitir las mismas emociones que sentimos durante el proceso creativo. A veces, mientras pasa el tiempo y nuestra comprensión, salimos del espacio intersticial y nuestras inquietudes se vuelven más globales. Este ha sido mi caso. Pero el cuerpo humano acaba siendo la referencia final de todo análisis. Aunque estemos hablando de desastres ecológicos en una obra que pueda estar más cerca de la abstracción, como Trencant el mar del Museo de Arte Contemporáneo Conde Duque de Madrid, la reflexión nos dice que somos egoístas y que nos dirigimos a un suicidio colectivo.

Hoy en día, los materiales y sus reacciones son especialmente relevantes a la hora de entender una obra de arte, consiguen transmitir casi más que las imágenes con una narrativa determinada. Cualquier cambio, modificación o deformidad de una imagen hace más presente la materia de esta imagen degradada. La memoria es muy necesaria en este proceso. Un proceso que resume cómo funciona la transmisión de verdad y transcendencia. Todos estos materiales no solo me sirven para poder formalizar las obras con unas necesidades específicas como la medida, la ligereza, la complejidad, etc., sino que me ayudan a aportar la metáfora o la poética necesaria para llegar o hacer llegar las conclusiones.     

5. ¿Hacia donde cree que evoluciona la enseñanza de las Bellas Artes?

Cuando examinamos la deriva que está tomando la imagen en el arte contemporáneo, nos damos cuenta de que la reacción que tenemos ante una obra de arte ha cambiado. No sólo por deslizamientos generales que se han producido en el arte durante las últimas décadas (como las nuevas intervenciones sobre el espacio, las diferentes construcciones de la visión o las definiciones ampliadas del arte), sino que también han contribuido a temas específicos de las necesidades socioculturales, en una sociedad de la información y la nueva estética de la visión presente en la imagen en movimiento, la multimedialidad, interactividad y la telepresencia en tiempo real.

Hace unos años, empecé a preguntarme dónde está el alma de lo que se presenta hoy ante nuestros ojos, cuando estamos sometidos a tanta complejidad. Sabemos que las tecnologías nos engañan, y podríamos pensar que esa confusión desenfoca nuestra conciencia. Pero las imágenes, aunque inciertas, siguen «moviéndonos» como antes.

Si analizamos densamente las causas tecnológicas, que hasta ahora han servido para dar base y explicación a la idea dramática de la velocidad, vemos que en realidad aparece un factor relacionado con la tensión surgida en las imágenes que utilizamos hoy. Usamos imágenes que crean tensión, una tensión generalmente creada por un vacío de información que sirve para maquillar otra realidad. Se trata de una banda de imágenes eficientes que recurren a despertar la intuición para hacernos «sentir» más y más rápidamente.

Por otro lado, estamos ante un creciente desapego con el entorno en todos los sentidos. Por eso se trata de encontrar una metodología en la que la práctica y la colaboración sean importantes para unir diferentes conocimientos y disciplinas. Evolucionaremos hacia adaptarnos a la cultura veloz y del manejo de la información troceada. Los proyectos STEAM definen muy bien este futuro: la metodología que aúna ciencias y artes en proyectos colaborativos. En la sociedad de la información en la que estamos, ya no es tan importante a cuánta información tenemos acceso, sino lo que somos capaces de hacer con esa información. Un cambio de paradigma que implica preparar a los estudiantes para enfrentarse, con los recursos y las herramientas necesarios, a un futuro aún por definir. Pero lo que sí sabemos es que será necesaria una alta capacidad de adaptación y flexibilidad.