La 26ª edición del Premio Claustro de Doctores distingue una investigación sobre la evolución del lenguaje
El Premio Claustro de Doctores de la Universidad de Barcelona ha galardonado una tesis doctoral que apoya la idea de que el lenguaje evolucionó paulatinamente y no de repente como resultado de una sola mutación genética. El galardón, que este año llega a su 26ª edición, distingue las tesis doctorales defendidas en la UB que realizan las aportaciones más relevantes en el campo del conocimiento humano y del progreso de la ciencia.
El Premio Claustro de Doctores de la Universidad de Barcelona ha galardonado una tesis doctoral que apoya la idea de que el lenguaje evolucionó paulatinamente y no de repente como resultado de una sola mutación genética. El galardón, que este año llega a su 26ª edición, distingue las tesis doctorales defendidas en la UB que realizan las aportaciones más relevantes en el campo del conocimiento humano y del progreso de la ciencia.
Este año se han presentado al premio 145 candidaturas, cuyos ámbitos y especialidades abarcaban prácticamente todos los campos de las ciencias y las humanidades que se estudian en esta universidad. Muchas de las investigaciones premiadas ya han sido reconocidas por los tribunales de sus facultades con el premio extraordinario de doctorado, ya que se trata de investigaciones de gran calidad.
Evolución paulatina del lenguaje y una exploración del aprendizaje vocal
La tesis ganadora se titula Sound production learning across species: Beyond the vocal learning dichotomy, obra del Dr. Pedro Tiago Da Silva Gonçalves Martins, bajo la dirección del profesor Cedric Boeckx, del Departamento de Filología Catalana y Lingüística General de la Facultad de Filología y Comunicación.
Esta tesis contribuye de dos maneras al estudio de la evolución del lenguaje como rasgo biológico complejo. Por una parte, cuestiona una teoría prominente, según la cual las «propiedades nucleares del lenguaje» pueden reducirse a una sola operación computacional, formalmente irreductible, la cual evolucionó de repente como resultado de una sola mutación genética. Según el autor del trabajo, este argumento es «biológicamente insostenible» y su estudio apoya la idea de que el lenguaje evolucionó paulatinamente.
Por otra parte, la tesis también explora el aprendizaje vocal, rasgo que forma parte de la capacidad del lenguaje. El trabajo usa información genómica para sugerir que el aprendizaje vocal podría haber estado presente «en algunos de nuestros ancestros» y haber reducido el vacío entre «estos ancestros y los humanos modernos en cuanto a componentes del lenguaje». Además, ofrece una extensión de este marco que, en palabras del investigador, «evita la centralidad de un circuito cerebral o comportamiento particulares y da la bienvenida a más factores como fuentes de variación entre especies».
Accésits para una tesis sobre la simbiosis y para un trabajo sobre la leucemia linfática crónica
Se ha otorgado un accésit al Dr. Javier Suárez Díaz por la tesis doctoral Methodological strategies in contemporary symbiosis research and their historical roots: From mechanistic to non-mechanistic modes of explanation, dirigida por el Dr. José A. Díez Calzada y el Dr. John A. Duqpré, del Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía. El propósito de esta tesis es comprender cómo la investigación contemporánea sobre los sistemas simbióticos cuestiona algunas de las tesis filosóficas dominantes en la filosofía contemporánea de la ciencia y la biología.
Otro accésit ha sido para el Dr. Ferran Nadeu Prat por la tesis Genomic determinantes of chronic lymphocytic leukemia progression: from individual drivers tono a heterogeneous genetic makeup, dirigida por el Dr. Elías Campo Güerri, del Departamento de Fundamentos Clínicos de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Esta tesis ha contribuido a la caracterización de los determinantes genómicos que marcan la evolución de la leucemia linfática crónica —la leucemia de adultos más común en países occidentales— y ha identificado marcadores moleculares que permitirán mejorar el tratamiento de los pacientes.
El Claustro de Doctores de la UB nació el 26 de enero de 1996 con la voluntad de reunir a los doctores de esta universidad, y promover el reconocimiento, no sólo científico sino especialmente social y laboral, de los títulos de doctor. Asimismo, se propone fomentar las actividades culturales y de investigación de la Universidad, y difundir la experiencia y los avances científicos y profesionales de sus miembros. En la actualidad, el Claustro tiene más de 1.500 miembros, facilita el contacto de estos investigadores con personas de diversos ámbitos de conocimiento que en los últimos años han realizado trabajos excelentes.