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26-10-2016

Acuariofilia: de la afición a la ciencia de mantener peces de agua dulce en acuarios

«Quien tiene peces como mascota no es un acuariófilo. Quien se preocupa por la biología y la ecología de los peces y crea un ecosistema donde solo son una parte de los organismos que viven en el acuario, sí lo es», explica el investigador Alberto Maceda Veiga, del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio), y primer autor de un estudio publicado en la revista Fish and Fisheries que rompe tópicos sobre el mundo de la cría de los peces de agua dulce y destaca la importante labor de los acuaristas serios para estudiar y conservar la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos. También son autores del estudio Omar Domínguez (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México), Josep Escribano Alacid (Asociación Grupo de Investigación de Ecosistemas Acuáticos, AGREA), y John Lyons (Universidad de Wisconsin, Estados Unidos).

 Tradicionalmente, la literatura científica y el mundo del conservacionismo contemplan la afición a los acuarios (acuariofilia) como una afición que no beneficia a la conservación de la fauna acuática. Capturar animales del medio natural para mantenerlos en cautiverio y liberar mascotas cuando ya no se quieren son, cuando menos, los efectos negativos más directamente asociados con esta práctica. Este nuevo estudio matiza estos prejuicios y destaca el papel positivo de los acuaristas responsables y comprometidos con el mundo de la conservación biológica.

 

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