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13-12-2017

Descubierta la primera garrapata que chupaba la sangre a los dinosaurios hace 100 millones de años

Hace unos 100 millones de años, las garrapatas ya chupaban la sangre a los dinosaurios terópodos para poder nutrirse, según un artículo publicado en la revista Nature Communications por un equipo internacional en el que participa el profesor Xavier Delclòs, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. El nuevo trabajo revela la primera evidencia directa de la relación de parasitismo entre ácaros y dinosaurios con plumas, algunos de los cuales evolucionaron hacia el linaje de las aves modernas a finales del Cretácico.

 El nuevo trabajo se basa en unas piezas de ámbar birmano del Cretácico que ofrecen una ventana abierta para acercarse al mundo de los dinosaurios con plumas. En el trabajo, los expertos analizan una pieza de ámbar birmano del Cretácico que contiene una garrapata fósil —un ejemplar de Cornupalpatum burmanicum, especie extinguida— pegada a la pluma de un dinosaurio terópodo.
«Este descubrimiento es muy significativo, porque es muy difícil encontrar fósiles de parásitos chupadores de sangre en asociación directa con los restos de su huésped. Además, este espécimen de parásito hematófago es el más antiguo conocido hasta ahora que testimonie la relación de parasitismo entre artrópodos y vertebrados», explica el profesor Xavier Delclòs (UB-IRBio). También firman el artículo Enrique Peñalver (Instituto Geológico y Minero de España, IGME), Ricardo Pérez de la Fuente (Universidad de Oxford, Reino Unido), y David Grimaldi (Museo Americano de Historia Natural, Estados Unidos), entre otros expertos.
 
Tal como explica Enrique Peñalver, autor principal del trabajo, «las garrapatas son parásitos que chupan la sangre, y pueden afectar la salud de los seres humanos, el ganado, los animales domésticos y la fauna silvestre». Sin embargo, «hasta la actualidad no había evidencia científica sobre su papel a lo largo de la evolución». Además, la corta vida de la compleja molécula de ADN ha hecho imposible recuperar el material genético del dinosaurio, lo que se lograría gracias a una sofisticada técnica que ha inspirado películas de éxito sobre el resurgimiento de los grandes protagonistas de la Era Secundaria en la Tierra.

 

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