La biodiversidad vegetal de los Pirineos frente al cambio global
En un proyecto transfronterizo, POCTEFA Florapyr avance, botánicos de muy diversos centros en torno a los Pirineos, entre ellos la Dr. Estela Illa, Dr. Josep Nino y el Dr. Ignasi Soriano del IRBio-UB y de la facultad de Biologia, han llevado a cabo una serie de acciones que contribuyen al Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC) a través del análisis de aspectos de la flora y la vegetación relevantes en las estrategias de adaptación al cambio (). Entre estas acciones, destacan la publicación valorada de la lista roja de la flora pirenaica, la creación de una red transfronteriza de bancos de semillas para conservación ex-situ de especies en riesgo, la formación de una red de seguimiento de plantas invasoras, y el seguimiento de comunidades de nevero del paisaje alpino pirenaico.
Los neveros representan hábitats emblemáticos, por un lado por su localización pirenaica en su límite meridional a escala europea, y por otro porque, al depender de la duración estacional de la cubierta nivosa, son sensibles al cambio climático. La tendencia a acumulaciones de nieve menguantes y a veranos más cálidos hace que en los neveros cada vez tomen mayor relevancia plantas generalistas de prado alpino, en detrimento de especies adaptadas a veranos cortos. Estas plantas de nevero son capaces de activarse repentinamente al verse libres de nieve, entre mediados de julio y mediados de agosto, y cerrar su ciclo anual rápidamente.
Por ello, en dos acciones co-lideradas por Estela Illa, se ha realizado un seguimiento fenológico de las comunidades vegetales de nevero en 14 localidades distribuidas por la cordillera, durante nueve veranos consecutivos. También, en cinco de estas localidades, se ha realizado un experimento de manipulación ambiental a pequeña escala desde el año 2018. Consiste en el establecimiento de cuatro pares de parcelas en cada localidad, en las que en una parcela de cada pareja se ha provocado un ligero calentamiento (entre 1 y 2 °C de media) en la superficie del suelo y en la vegetación a través de Open Top Chambers, unos pequeños invernaderos abiertos por arriba. La respuesta de la vegetación se ha evaluado principalmente a través de Salix herbacea, una especie de sauce enano emblemático de estos hábitats. Después de cuatro veranos, las plantas de este sauce sometidas a calentamiento han modificado sensiblemente varios parámetros foliares y, en general, han retrocedido levemente en su recubrimiento del suelo.