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Hábitat y género

El LABORATORIO permitirá profundizar en las relaciones, dentro de los procesos de investigación, entre lo teórico, lo fáctico, lo político y la práctica en el hábitat[1], indagando por los aportes y retos que se derivan del desarrollo de este campo de conocimiento, de cara a la historia, los procesos y el momento actual en las conformaciones territoriales inherentes al hábitat.

En ello se trabajará, en torno a la complejidad, los procesos y relaciones territoriales del hábitat inscritos en la simultaneidad y mutua conformación entre lo estructural-coyuntural, global-local, general-particular, objetivo-subjetivo y el sujeto-objeto. Generando nuevo conocimiento a partir de la investigación-acción participativa, la planeación, el diseño y la evaluación participativa; en los diversos aspectos que constituyen estas áreas de conocimiento.

El paraguas[2]  que nos permite  asegurar esta visión son los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) Tabla 2.

Los DESCA, son condiciones que tiene toda persona, sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad, clase social o forma de pensar. Estas condiciones son necesarias para que la persona se desarrolle plenamente en todos los campos de su vida, sin interferencias de las autoridades de gobierno, ni de otros ciudadanos, y nos permiten vivir en igualdad, libertad y dignidad con otras personas. Por ello son condiciones personales que se pueden exigir por tod@s[3] , y que se adquieren desde el momento mismo de nacer. El reconocimiento pleno de derechos y obligaciones es fundamento de toda sociedad democrática y fuente de ciudadanía.

En conclusión, podemos decir que los derechos humanos son universales, irrenunciables y jurídicamente exigibles. Conforman un cuerpo único, integral e indivisible.

Teniendo lo anterior como marco, dada nuestra actividad, nos enfocaremos a La Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la ciudad que plantea un desafío para pensar la ciudad, el territorio y la sociedad, desde una óptica distinta a las concepciones vigentes (figura 2). El propósito que persigue esta Carta se orienta a enfrentar las causas y manifestaciones de la exclusión; se plantea como respuesta social, contrapunto a la ciudad-mercancía y como expresión del interés colectivo. Se trata de un abordaje complejo que exige articular la temática de los derechos humanos en su concepción integral

Por último,  hemos optado por analizar y promover  los cambios en la condición y posición de género de las mujeres a partir de su participación en programas con perspectiva de género, comparándolas con aquellas en las que no se consideró este punto de vista y, las diferencias en cuanto a la participación de los hombres. Se considerara en los programas, con perspectiva de género, estrategias orientadas a la construcción de la equidad de género: el empoderamiento de las mujeres y la construcción de la llamada masculinidad deliberada (Lagarde, 1992b) en los varones. Lo anterior fundamentado en la participación efectiva en procesos de diagnóstico, planeación y gestión del desarrollo local, acceso a información, reflexión y acción, con efectos en las identidades de género establecidas y reconocidas en esos grupos y redimensionadas por la clase, la etnia, la generación, en la construcción de relaciones de género hacia la equidad.




[1] Para el Hábitat, partiremos de que el habitar no es una actividad cualquiera: es una acción social, individual o colectiva y el hábitat y la construcción son producciones sociales. Existe, por lo tanto, una fuerte relación entre que el habitante, sea dueño de su casa o inquilino, y su hábitat, entendiendo este no sólo como el hogar sino también la calle, el barrio, la zona donde este vive, los servicios de que dispone, la tienda de la esquina, etc. El hombre influye y modifica el espacio pero al mismo tiempo, el espacio influye y modifica al hombre. Dicho de otra manera, los inmuebles, si bien son productos sociales, determina igualmente las prácticas sociales de quienes los frecuentan, los habitan, los ven, los construyen o los destruyen.

Es decir, hábitat refleja los valores, la cultura y los factores de poder de la sociedad que los genera, pero también manifiesta interacción de individuos y grupos sociales que oponen a los condicionamientos del proceso de cambio y/o transformación, su propia impronta y protagonismo en las diferentes maneras de ser, estar y actuar para doblegarlos y producir situaciones superadoras.( Buthet, Carlos J. J. Presentación proyecto de Investigación y Desarrollo (PID), CONICET, Argentina, 1992) 

[2] El paraguas es una metáfora de Protección. El paraguas no discrimina, y todas las personas sin discriminación de raza, edad, género o país, están seguras debajo de él. La parte exterior del paraguas es el escudo y representa nuestras esperanzas, sueños y aspiraciones. La parte interior del paraguas representa nuestras preocupaciones y miedos.

[3] Para no repetir todos y todas se utiliza en el lenguaje la @ de ahí que escribiendo tod@s se incluyen ambos géneros.