Yacimiento: Sant Martí de les Tombetes (St. Esteve de la Sarga, Pallars Jussà).

Campañas: 1998-2002 y 2013 hasta la actualidad.

Dirección: Núria Nolasco, Conxi Rodríguez, Olga García (1998-2002), Walter Alegría (2013-2017), Izaskun Ambrosio (2017-2021), Marta Sancho, Isabel Hidalgo (2013-2015), Núria Artigas, Júlia Coso (2016), Pau Falcó (2019) y Júlia Coso (2020-2021).

Descripción:

Se encuentra situado a lo largo de la cresta que conduce a la colina Lo Grauet, a unos 775m de altura, a una de las elevaciones que encontramos siguiendo el curso de los meandros del Barranc del Bosc. La cresta occidental es la más practicable y se puede acceder a través de un sendero que conduce hasta este extremo, protegido por una muralla datada en época romana.

Es un asentamiento rural que ocupa una cronología desde el siglo IV dC hasta el siglo XIII dC. El yacimiento destaca por tener una necrópolis, que abarca toda cronología, situada en torno a una iglesia que fue construida con posterioridad a la fundación del cementerio. Se trata de una necrópolis más bien pequeña en extensión, pero muy importante en cuanto a restos antropológicos, ya que acogió a muchos difuntos durante un largo período de tiempo y muestra una evolución en cuanto tipo de ritual, de entierro, y de tumbas.

Se han identificado estructuras de hábitat y de producción romanas, tardoantiguas y medievales en las crestas sur y este de la colina.

Los trabajos arqueológicos de los últimos años (2013-2017) se han centrado, sobre todo, en la zona donde se encuentra la necrópolis y la iglesia. Tiene un largo período de ocupación (S. IV-XIII d.C.), según indica la datación relativa aportada por los materiales cerámicos hallados. Dentro de su extensa cronología se han identificado dos fases en función del tipo de ritual funerario y construcción de las tumbas.

Primera fase (S. IV-VIII):

Momento fundacional, correspondiente a las tumbas situadas en el oeste de la iglesia, están todas alineadas, excavadas en la roca y presentan una forma rectangular.

Las tumbas contenían restos de ajuar funerario, lo que sugiere el reflejo del estatus del difunto. Esta costumbre funeraria de depositar objetos acompañando al difunto es muy frecuente en los cementerios de los siglos VI-VII, pero se fue perdiendo hasta llegar a la austeridad que observamos en las necrópolis del s. IX.

Segunda fase (S. IX-XIII):

Tumbas posteriores a la construcción de la iglesia situadas a su alrededor. Se diferencia de la primera fase en la construcción de las tumbas, la mayoría estaban construidas y delimitadas con piedras adaptándose al terreno, aunque cabe destacar la presencia de tumbas antropomorfas excavadas en la roca. La otra diferencia fundamental es la ausencia de objetos asociados a los difuntos, reflejando la igualdad entre los habitados de Sant Martí de les Tombetes, como consecuencia de la nueva doctrina cristiana.

Durante la campaña de 2017 se localizó la zona de la necrópolis donde, probablemente, se enterraban los niños y que se encuentra en proceso de estudio.

Durante la campaña de 2018 se identificó una construcción de época tardoantigua, la cual tenía una preparación de Opus Signinum como pavimento. La presencia de este elemento podría estar sugiriendo la presencia de un espacio relacionado con la liturgia o el culto de la fundación de la necrópolis (s. IV-V) o de un espacio de hábitat de algún personaje importante. De momento, no se pueden descartar ninguna de las hipótesis anteriores hasta que no se acabe de excavar este espacio.

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