Las excavaciones arqueológicas en la Facultad de Geografía e Historia se abren al público
Este es el segundo año en que alumnos del grado de Arqueología de la UB harán prácticas en el solar del mismo centro donde estudian, una posibilidad insólita que es factible por la particular ubicación de la Facultad de Geografía e Historia, en un emplazamiento del barrio del Raval donde se han documentado testimonios arqueológicos desde el siglo XIV. Este año, las excavaciones se abrirán por primera vez al público y se podrá conocer de primera mano cómo los arqueólogos recuperan los vestigios históricos de este rincón de Barcelona, dentro de una actividad de divulgación con la que la Unidad de Cultura Científica e Innovación (UCC+i) de la UB inicia una nueva línea de trabajo en el ámbito de las ciencias humanas y sociales.
Este es el segundo año en que alumnos del grado de Arqueología de la UB harán prácticas en el solar del mismo centro donde estudian, una posibilidad insólita que es factible por la particular ubicación de la Facultad de Geografía e Historia, en un emplazamiento del barrio del Raval donde se han documentado testimonios arqueológicos desde el siglo XIV. Este año, las excavaciones se abrirán por primera vez al público y se podrá conocer de primera mano cómo los arqueólogos recuperan los vestigios históricos de este rincón de Barcelona, dentro de una actividad de divulgación con la que la Unidad de Cultura Científica e Innovación (UCC+i) de la UB inicia una nueva línea de trabajo en el ámbito de las ciencias humanas y sociales.
Una lona con textos e ilustraciones informará a los peatones que pasen ante el solar de su valor arqueológico y de las actividades que se realizan en él. Quienes deseen ampliar esta información también encontrarán en la lona una página web y un código QR correspondientes al nuevo espacio dedicado a la arqueología dentro de La UB divulga. Las visitas a las excavaciones, que requieren inscripción previa en línea, estarán guiadas por estudiantes de último curso del grado de Arqueología de la UB y tendrán lugar los viernes 3 y 10 de julio, de 17.30 a 19 h. En cada una de estas sesiones, los participantes asistirán primero a una charla en una de las aulas de la Facultad, y después se les equipará para visitar las excavaciones, donde se les explicarán desde los hallazgos que se están haciendo en el solar de la Facultad hasta aspectos prácticos y curiosidades de la labor cotidiana de los arqueólogos.
Cuando se edificaron las facultades de Geografía e Historia y de Filosofía, en la calle Montalegre, inauguradas en 2006, los trabajos de excavación preventiva ya pusieron al descubierto testimonios de actividad de alfareros de los siglos XVII-XIX. Las excavaciones han sacado a la luz restos de un importante alfarero del siglo XIX, Antoni Tarrés. El solar actual de la Facultad acogía su taller, con tres grandes hornos, enormes sótanos para almacenar leña y diferentes espacios dedicados a la producción de cerámica. Pese a que Tarrés se dedicó a producir ladrillos, vasijas, adornos para fachadas u objetos cerámicos, su gran talento fue la decoración escultórica en terracota. Tanto es así, que su taller se convirtió en la primera fábrica que producía estos elementos ornamentales para aplicarlos a la arquitectura de la ciudad. El hijo de Antoni Tarrés heredó el negocio y, tras asociarse con otro alfarero de prestigio, decidió trasladarse al número 11 de la ronda de Sant Pere. En 1953 se llevó a cabo la última reforma del edificio de Tarrés, que se mantuvo sin más cambios hasta que fue derruido, en 2005.
La UB y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron, en 2012, un convenio para que se puedan llevar a cabo prácticas arqueológicas en el solar de titularidad municipal dentro de los jardines Victoria de los Ángeles, ubicados en el interior de la Facultad. Ahora, este acuerdo da fruto con las prácticas de los estudiantes. El objetivo es excavar y estudiar el yacimiento a partir de un proyecto programado que logre tres objetivos: desarrollar la investigación, desde la intervención arqueológica del terreno hasta el estudio de los materiales recuperados; utilizar el proceso para experimentar una propuesta de docencia práctica de la arqueología, y recuperar, dignificar y poner en valor el lugar como espacio ciudadano.