Estudiando la diversidad genética de cangrejos marinos en las barreras oceanográficas del Atlántico y el Mediterráneo

El crangrejo <i>Liocarcinus depurator</i>,conocido como <i>falsa nécora</i> o <i>cangrejo de sopa</i>, es un crustáceo decápodo y de hábitos nocturnos.
El crangrejo Liocarcinus depurator,conocido como falsa nécora o cangrejo de sopa, es un crustáceo decápodo y de hábitos nocturnos.
Investigación
(30/09/2016)

La diversidad genética del cangrejo Liocarcinus depurator —conocido como falsa nécora o cangrejo de sopa— varía a lo largo de los años y en respuesta a la entrada de las aguas atlánticas en el Mediterráneo. Esta es la conclusión principal de un trabajo publicado en la revista Scientific Reports dirigido por la profesora Marta Pascual, del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. También firman el artículo los expertos Aymée Robainas Barcia, Francesc Mestres y Tània Rueda (UB e IRBio), Ferran Palero y Enrique Macpherson (Centro de Estudios Avanzados de Blanes, CEAB-CSIC), Pere Abelló (Instituto de Ciencias del Mar, ICM-CSIC) y Víctor Hugo García Merchán (Universidad de Quindio, Colombia).

 

El crangrejo <i>Liocarcinus depurator</i>,conocido como <i>falsa nécora</i> o <i>cangrejo de sopa</i>, es un crustáceo decápodo y de hábitos nocturnos.
El crangrejo Liocarcinus depurator,conocido como falsa nécora o cangrejo de sopa, es un crustáceo decápodo y de hábitos nocturnos.
Investigación
30/09/2016

La diversidad genética del cangrejo Liocarcinus depurator —conocido como falsa nécora o cangrejo de sopa— varía a lo largo de los años y en respuesta a la entrada de las aguas atlánticas en el Mediterráneo. Esta es la conclusión principal de un trabajo publicado en la revista Scientific Reports dirigido por la profesora Marta Pascual, del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. También firman el artículo los expertos Aymée Robainas Barcia, Francesc Mestres y Tània Rueda (UB e IRBio), Ferran Palero y Enrique Macpherson (Centro de Estudios Avanzados de Blanes, CEAB-CSIC), Pere Abelló (Instituto de Ciencias del Mar, ICM-CSIC) y Víctor Hugo García Merchán (Universidad de Quindio, Colombia).

 

Este crustáceo decápodo y de hábitos nocturnos está distribuido por las costas del Atlántico oriental, desde Mauritania y las islas Canarias hasta Noruega, así como por todo el Mediterráneo. Con una gran capacidad de colonización, tiene como hábitat natural los fondos fangosos de la plataforma continental. Como se reproduce sobre todo durante el invierno, es muy sensible a los efectos del calentamiento global en el planeta.

 

Conocer la evolución genética en el espacio y el tiempo

 

Los expertos han analizado la diversidad genética temporal y espacial en esta especie marina a lo largo de las tres principales discontinuidades oceanográficas del Atlántico y el Mediterráneo: el estrecho de Gibraltar, el frente Almería-Orán y el canal de Ibiza, auténticas barreras marinas que pueden afectar al flujo génico de la especie entre diferentes localidades. Para estudiar esta variación, se ha analizado un fragmento del gen mitocondrial citocromo oxidasa I (COI) en 366 ejemplares de cinco áreas situadas a ambos lados de cada discontinuidad (Cádiz, Málaga, Alicante, Valencia y delta del Ebro) y durante diferentes franjas temporales.

 

El estudio pone de manifiesto la importancia de elaborar series temporales para entender mejor la estructura y la evolución genética de las especies. Tal como explica la profesora Marta Pascual, «es difícil determinar la importancia relativa de los procesos históricos y actuales sobre la distribución espacial de la diversidad genética, porque el tiempo y el espacio pueden no ser independientes». Por ello, «es necesario llevar a cabo muestreos en las mismas áreas durante varios periodos de tiempo para determinar si la variación genética observada se debe a una causa histórica o a procesos más actuales».

 

Según los resultados, además de las fluctuaciones genéticas de carácter interanual observadas en los ejemplares de las distintas áreas, los expertos también detectaron un gradiente significativo de polimorfismos mitocondriales a lo largo de la costa.

 

«El nuevo trabajo científico —apunta Marta Pascual— constata que tanto los procesos históricos como los más contemporáneos afectan a la estructura genética de L. depurator, lo que podría explicar ciertas discrepancias en resultados de estudios previos en otras especies donde el factor temporal no se consideró. La persistencia de un patrón de aislamiento por distancia en el área de transición del Atlántico y el Mediterráneo, junto con las fluctuaciones locales, sugiere un complejo equilibrio entre dispersión y selección natural».

 

Fotografías: Pere Abelló (ICM-CSIC)