Este informe encargado por la Library of Congress [5] (LC) a R2 Consulting [6] fue elaborado para evaluar el impacto de los registros MARC elaborados por la LC y otras entidades en el mercado norteamericano y conocer la cadena de beneficios y valor añadido de los 500.000 registros bibliográficos servidos cada día por la LC. Este mapa del mercado de los registros bibliográficos en USA también intentaba recoger los incentivos y las barreras a la producción de registros bibliográficos, centrándose en el formato MARC y consultando a todos los sectores implicados: productores, distribuidores y consumidores. El mapa resultante les ha permitido dibujar un escenario del momento y una proyección para los próximos 5-10 años, detectando la capacidad de catalogación de los principales centros del país, y de los consorcios y otros proyectos cooperativos, como el Program for Cooperative Cataloging [7] (PCC) que en marzo de 2009 había llegado a los 976.404 nuevos registros bibliográficos, además de millones de entradas de control de autoridades de nombre y de materia. El mapa, asimismo, muestra las posibilidades de redundancia, y ayuda a detectar la relación entre necesidades y demanda, así como el papel que juega ahora, y en un futuro, el control de autoridades en las bibliotecas. Los retos son dobles, por una parte la modernización vía RDA [8] y FRBR [9], y por otro la aparición de opciones de metadatos al margen del formato MARC.
Los autores distinguen tres niveles que entran en contacto e interactúan, pero también conviven generando ciertos conflictos (por el pago o no por los registros, en torno al uso libre o con intereses comerciales de la información, etc.). Un núcleo duro del sistema de registros MARC sería el espacio tradicional en el que se generan, distribuyen y consumen. En este nivel se sitúan las grandes generadoras de registros (bibliográficos y de autoridad) como LC, Online Computer Library Center [10] (OCLC) y PCC, junto a las 200 empresas y proveedores de servicios que desarrollan su actividad vendiendo o distibuyendo registros y bases de datos. En este nivel estarían el 97% de las bibliotecas académicas y el 63% de las bibliotecas públicas. Un segundo nivel de "oportunistas", quizás un termino no muy acertado, que utilizan preferentemente el protocolo Z39.50 y, más recientemente, OAI-PMH, que permiten obtener registros sin costos, al que se van sumando numerosas bibliotecas, ya que los recortes presupuestarios son considerables y son cada vez más las bibliotecas y consorcios que cuentan con bases de datos compatibles con Z39.50. El tercer nivel serían aquellos segmentos no bibliotecarios que utilizan los registros bibliográficos pero no tienen un especial interes por el control bibliográfico ni el uso del formato MARC. En este nivel estarían Google Book, Google Scholar y Amazon, además de todas las nuevas herramientas de la web 2.0, como las etiquetas y las reseñas de libros utilizadas en LibraryThing [11], y el papel de ONIX [12] en el mundo editorial. Un panorama que ofrece alternativas y soluciones al margen de los registros MARC y que ejercerá una notable competencia en el futuro.
El papel que juega el universo de entidades sin intereses comerciales al distribuir y proveer registros es inmenso, y muestra un potencial enorme, mediante cooperativas, consorcios y entidades diversas los registros de la LC, OCLC y PCC logran un notable impacto. Además de capturar directamente de LC numerosas entidades actúan como distribuidores de estos registros, incrementando su uso de manera muy notable, ya que de este modo se facilita la obtención de registros y los socios pueden contribuir con nuevos registros o enriqueciendo los existentes localmente.
Un caso distinto es el de las empresas y vendedores como Amazon, Google y otros que pueden acudir directamente a la LC para conseguir registros pero orientan el uso de los datos obtenidos a finalidades comerciales, en este caso su papel de redistribución de estos registros es mínimo. Ahora bien, la distribución de registros tiene una relación coste-beneficio muy conveniente y atrae a nuevos actores, como Library Thing, Biblios.net, skyriver.com y otros que utilizan la disponibilidad gratuita, o casi, de los registros MARC. Esto indica que la demanda de estos registros MARC persiste y cuenta con nuevos agentes, y que los costes de la transacción son mínimos.
Un futuro con interrogantes
Las grandes bibliotecas y los consorcios juegan un papel sustancial en la catalogación y en el proceso cooperativo de catalogar por copia, lo que les ha supuesto un lugar preeminente que les ha sido útil tradicionalmente para financiar la conversión de sus catálogos. El informe revela la preocupación por el futuro, en un mundo de datos enriquecidos y enlazados, en el cual los registros MARC ocupan un papel que podría dejar de constituir el núcleo de la catalogación. Los autores insisten en un corto plazo, en el que pueden reducirse los costes de producción e incrementar la cooperación en red para aprovechar al máximo el formato MARC y los OPAC de nuestros catálogos, pero a largo plazo es probable que aparezcan alternativas al MARC mejores y más económicas.