El libro contra todo lo demás

Luis Miguel Cencerrado Malmierca
Profesor del Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca


Albarello, Francisco; Wishchenbart, Rüdiger; Weel, Adriaan van der [et al.]. El libro contra todo lo demás [en línea]. Bogotá: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, Cerlalc. 2024. 90 p. <https://cerlalc.org/publicaciones/el-libro-contra-todo-lo-demas/>. [Consulta: 16 abril 2025]. ISBN 978-958-671-274-3.


Toparse con el título de la obra que tenemos entre manos puede resultar, cuando menos, provocador e inquietante. También, sin duda, este paratexto puede ejercer un efecto de llamada, de captura de la atención y motivar así al lector a zambullirse en su contenido. Quizás con el afán de resolver la duda de si se trata de una invitación a tomar parte activa de una cruzada en favor del libro frente a sus amenazas o si bien, por el contrario, es denuncia victimista de un contubernio generalizado contra el libro y la lectura.

Por fortuna, el contenido de la obra no es ni una cosa ni la otra. El mosaico que trazan los cuatro ensayos que componen la obra ofrecen equilibrados análisis y reflexiones en torno al libro y la lectura expresados desde diferentes ángulos y perspectivas. Las piezas analizan, en su conjunto, el presente y el futuro de la lectura, así como el impacto de los procesos de transformación digital en la industria editorial, en la distribución del libro, en su promoción y en la manera misma que los lectores y lectoras tienen de encarar la lectura en el momento presente.

Los textos tienen distinta procedencia en cuanto al ámbito desde el que surgen, el foro o canal a través del cual vieron la luz pública por vez primera y la fecha en la que fueron escritos. La compilación, por su parte, es de 2024, a cargo del equipo conformado por Cerlalc, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, bajo la coordinación académica de José Diego González M. y editorial de Daniela Abella.

El contenido del conjunto de los artículos afecta a los diferentes agentes y procesos de la cadena del libro, desde la creación, la edición, su difusión y promoción, así como a la recepción. Las reflexiones se tejen desde el marco compartido caracterizado por la diversificación de momentos y situaciones de lectura y escritura, de nuestro presente híbrido, entre lo analógico y lo digital. También bajo la presión de la economía de la atención y el proceso de transformación digital que experimentan nuestras sociedades y su impacto en la creación, el mercado editorial, la distribución de los materiales de lectura, al igual que al modo de acceso y disfrute de sus contenidos.

Así, se explora y reflexiona en torno al reto y desafío del libro en la era digital, los cambios en los hábitos de lectura y la competencia del libro, no solo frente a otros formatos digitales, pues como afirma Michael Tamblyn, el libro no solo compite con otros libros, sino con todas las formas de entretenimiento digital.

Abre el discurso Francisco Albarello, docente e investigador, que preconiza la necesidad de refundación de los pactos de lectura, entendiendo esta como conversación individual y colectiva («De la lectura a la conversación: textualidades, pantallas e inteligencia artificial»). Habla de la hibridación que supone este conversar frente al papel y ante las pantallas, también en cuanto a convivencia de códigos y, por tanto, de sentidos, que hacen que la lectura vaya del ojo al oído y viceversa. Asimismo, plantea el impacto que todo ello tiene sobre las prácticas canónicas.  

Siguiendo el orden con el que se engarzan las cuatro piezas en la compilación, Rüdiger Wischenbart toma el relevo en segunda posición. Este experto en el mundo del libro centra el foco de su aportación en el eslabón de las editoriales y la transformación de esta industria («¿Por qué las pequeñas y medianas editoriales necesitan aprender nuevas prácticas –y por qué esto supone un gran reto–?»). Analiza cómo las pequeñas y medianas editoriales enfrentan el reto de la digitalización y la globalización. En este sentido, destaca la importancia de las estrategias innovadoras y de adaptación al mercado digital como respuesta a las nuevas formas de producción y de acceso a los contenidos que se generan a través de empresas emergentes y nuevos modelos de negocio. 

El tercer bloque de contenido está a cargo de un plantel de investigadores compuesto por Adriaan van der Weel, André Schüller-Zwierlein, Anne Mangen y Miha Kovač. Este cuarteto lleva al lector a la sima de la lectura profunda y crítica, a través de un discurso que resulta especialmente significativo, claro y contundente («¿Por qué es importante la lectura de alto nivel?»). Los autores de esta pieza coral enfatizan la importancia de desarrollar las habilidades de nivel superior que fomentan el pensamiento crítico, esenciales para interpretar mensajes e informaciones complejas.

Una lectura de alto nivel que se propugna como necesaria en un mundo en el que el consumo de textos fragmentados es cada vez más común y en el que la simplificación de los contenidos bajo criterios de eficacia y funcionalidad impera en muchos contextos. En la misma línea se vierten críticas a los grupos de presión y a las actuaciones de los gigantes tecnológicos, que favorecen y provocan la vulnerabilidad de la sociedad, con la consecuente pérdida de control social, político y económico. Frente a este predominio exclusivo de una visión instrumental de la lectura como herramienta para la resolución de problemas y el éxito en la vida, estos cuatro especialistas reclaman políticas gubernamentales eficaces que contemplen la lectura en su dimensión integral y transformadora, no como habilidad periférica.

La última entrega la firma Michael Tamblyn, director ejecutivo de Kobo Rakuten. Se trata justamente de una intervención de la que se extrae la expresión que da título al conjunto de la obra, El libro contra todo lo demás. El foco de este cuarto texto se cierra en torno a la competencia y la gestión en la distribución y venta de libros, dando protagonismo en este caso al eslabón de las librerías («Tirar el dinero: oportunidades perdidas en el suministro de libros electrónicos»). Su autor caracteriza el ejercicio de estas funciones de distribución y venta como una lucha contra el tiempo en el marco del paradigma de la economía de la atención, su mercantilización y comercialización. En una suerte de cierre del círculo, engarza así esta pieza final con el planteamiento de partida del artículo que encabeza la obra.

Desde su particular perspectiva, Tamblyn plantea un gran interrogante que igualmente late en las anteriores partes de la obra: «¿cómo podemos conseguir que alguien lea y siga leyendo a pesar de todas las demás opciones a su disposición, opciones dirigidas por minería de datos e impulsadas por algoritmos?» (p. 74). La respuesta a esta cuestión pasa por explorar nuevas relaciones entre libreros-editores y lectores, trabajar codo con codo, aprender nuevas prácticas y aprovechar la información y los datos que estas relaciones generan. En ese sentido, Michael Tamblyn destaca la relevancia de una gestión eficaz de metadatos bibliográficos y el marketing del libro para la visibilidad y el éxito comercial de las obras en el entorno digital.

Estos ejes esbozados son los que vertebran y dan sentido a la propuesta de El libro contra todo lo demás, aunque en torno a ellos afloran muchos otros aspectos relevantes que afectan al sector del libro y la lectura en el momento presente. A lo largo de las páginas de esta obra se alude a las plataformas digitales, lectura multimodal y su incidencia en el hecho de leer, a los desafíos de la alfabetización digital, así como al papel de las bibliotecas y su función educadora para que esta alfabetización digital no quede reducida al manejo técnico de dispositivos y no se deje de lado la comprensión profunda y el pensamiento crítico.

Al cabo, es de destacar el buen tino en la selección de estas cuatro piezas, pues del diálogo que se establece entre ellas se constituye una conversación que da sentido pleno a la obra. Una invitación, al cabo, a la reflexión y a la acción, de sumo interés para quienes buscan comprender el impacto de la digitalización en la lectura y en la función de los distintos agentes que constituyen la cadena del libro. Su mayor fortaleza, la diversidad de perspectivas desde las que se aborda el tema, que van desde el análisis académico hasta las estrategias comerciales del sector editorial.

Una compilación muy oportuna cuyos contenidos resultan de candente actualidad a pesar de la diversidad de fechas de los artículos que la componen, acertadamente rescatados para su relectura, porque como sus autores advierten, el futuro de la lectura no se puede dejar en manos de intereses económicos o vicisitudes del avance tecnológico. 

 

Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria.

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

Biblioteca municipal de Cubelles Mn. Joan Avinyó: un equipamiento nuevo, más lejos pero muy próximo

Maite Comalat
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)

Eli Ramírez
Biblioteca La Bòbila
L’Hospitalet de Llobregat


Biblioteca municipal de Cubelles Mn. Joan Avinyó. Calle de la Verge de Montserrat, 49. 08880 Cubelles.


Esta vez hemos viajado hasta Cubelles con Rodalies de Renfe Catalunya, que no deja de tener su riesgo. Estamos de suerte y podemos salir con el tren previsto y volver con normalidad. Hay que decir, sin embargo, que si hubiéramos tenido algún contratiempo, la visita a la biblioteca lo habría compensado, porque nos hicieron una magnífica visita guiada que nos permitió ver de primera mano el edificio pero, sobre todo, conocer a un equipo comprometido y orgulloso de su biblioteca. 

La biblioteca se inauguró en diciembre de 2022 y, por tanto, ya tiene un recorrido en este nuevo edificio, que supone el traslado de una biblioteca que prestaba servicio desde 1983 (más que una biblioteca, era una sala de lectura que, con los años, se había quedado pequeña). La inauguración y el primer aniversario supusieron una fiesta para la población de Cubelles, y quisimos saber de primera mano cómo han sido estos dos primeros años. 

Núria del Campo, que había sido directora de la biblioteca de Vilafranca y que se hizo cargo de la dirección de la biblioteca de Cubelles desde su inauguración, nos explica, que "la ciudadanía ha respondido muy bien, ya que era un equipamiento muy esperado en el municipio. Hacía más de una década que ya se hablaba de la nueva biblioteca e, incluso, se habían visto planos del futuro proyecto. Por eso, una vez se ha hecho realidad, todo el mundo la ha acogido con los brazos abiertos". Y eso se nota cuando vamos, porque, aunque no era hora punta, sí que había usuarios estudiando, leyendo o pasando por la biblioteca para avisar que no podrán asistir a alguna actividad. 

El proyecto de la nueva biblioteca ha sido de cocción lenta. Núria del Campo nos comenta "el primer proyecto de esta biblioteca se presentó en 2011 y se modificó en 2017, debido al recorte presupuestario que se sufrió. Su construcción se inició en 2019 y se terminó en 2021, teniendo en cuenta la interrupción temporal a causa de la pandemia. Una vez terminado el edificio aún se tardó un año en inaugurarla, porque las licitaciones del mobiliario y los trabajos finales de carpintería, señalización, informática, etc., se demoraron más de lo previsto inicialmente".

Ella siguió el proyecto entre 2011 y 2020 como jefa de zona del Alt Penedès y Garraf, cargo desde el cual pudo hacer alguna aportación al proyecto. "Pero es en julio de 2022 cuando accedo a la dirección de esta biblioteca y, en ese momento, me encuentro con el edificio terminado y con gran parte del mobiliario instalado. Faltaba el mobiliario hecho a medida (mostradores, cabinas individuales, cabinas colectivas y muebles expositores), el fondo bibliográfico, el equipamiento informático y la rotulación/señalización. A lo largo de cuatro meses pude trabajar muy cerca de los arquitectos y otros profesionales, y fue muy interesante y necesario para poder diseñar mejor algunos aspectos". Aun así, confiesa que hay cosas que no se pudieron prever a tiempo y que, una vez la biblioteca se ha puesto en marcha, se han detectado, como "un suelo técnico más silencioso, puertas menos pesadas, mobiliario a medida más resistente y cabinas individuales para teletrabajar". Dejamos constancia de que, en determinadas zonas, el suelo hace un ruido que molesta y rompe la calma que se respira en algunas áreas de la biblioteca, pero —tal como nos comentaron el día de la visita— ya está en vías de resolverse. 

La biblioteca es un edificio de 1.770 metros cuadrados que ofrece a los usuarios espacios de estudio, lectura y encuentro. Del Campo nos confirma que "el cambio más valorado ha sido el espacio, ya que la antigua biblioteca era muy pequeña y oscura, en los bajos de un edificio antiguo con humedades, y ahora es un espacio luminoso y muy amplio. Lo que no ha gustado tanto es su ubicación, ya que ha dejado de estar en el centro del casco antiguo del municipio y algunas personas se quejan de que queda lejos, pero al final la diferencia es de diez minutos a pie (y si se llega en coche es muy fácil aparcar)". Y eso hace que la biblioteca tenga usuarios procedentes de otros lugares, de Vilanova por ejemplo, porque la tienen cerca y se puede aparcar fácilmente. 

En el vestíbulo —que comunica con dos calles y hace efecto de pasillo— encontramos la máquina de autopréstamo, las reservas, los carteles de todas las actividades y los libros de los clubes de lectura. Todo ello evidencia que "es una biblioteca con un público muy variado, desde niños hasta jóvenes y adolescentes, pasando por adultos y gente mayor", aunque Núria del Campo añade que "quizás haría falta hacer alguna acción con personas migradas, también tenemos y la valoran mucho". 

En el momento de nuestra visita, encontramos en el vestíbulo una magnífica exposición, Mujeres del mundo, de Àngels Ferrer i Rovira, que muestra una colección de fotografías de mujeres que se relacionan con una novela. Esta y otras actividades demuestran la buena sintonía de la biblioteca con los usuarios y las entidades de Cubelles. La directora nos lo confirma "desde el primer momento hemos recibido muchas propuestas de personas de Cubelles y de la comarca: desde voluntarios para conducir clubes de lectura hasta artistas para exponer su obra o profesionales diversos que ofrecen sus servicios (talleres, conferencias, etc.). Las propuestas se pueden hacer por escrito en el buzón de sugerencias o bien personalmente a cualquier persona del equipo". El vestíbulo es un espacio muy vivo, en el que hay, por ejemplo, los ejemplares de los clubes de lectura. Cuando preguntamos sobre el funcionamiento, descubrimos un enfoque de autogestión porque —nos explican David Màrquez, bibliotecario, y Marga Rosell, técnica auxiliar de la sala infantil— los clubes de lectura no funcionan con inscripciones, sino que es en el momento del préstamo cuando se inscriben automáticamente. Esto ha hecho que la gestión sea mucho más sencilla, que los usuarios se sientan más comprometidos y que el personal pueda dedicar ese tiempo de apuntar y desapuntar a tareas de mayor valor. 

Pero la biblioteca también se ha hecho eco de otras cuestiones que preocupan a los usuarios y que son representativas de nuestra sociedad y esto ha hecho que "se hayan tejido numerosos alianzas con el territorio. Con el CAP de Cubelles, por ejemplo, se ha colaborado con la cesión del espacio de la biblioteca para llevar a cabo un ciclo de charlas sobre nutrición saludable, con la asociación literaria Libertània, cada mes presentamos autores/as del territorio, nos coordinamos con las concejalías de medio ambiente, juventud, enseñanza, turismo, igualdad, promoción económica y salud para ampliar la oferta formativa y cultural del municipio. También utilizan el espacio de la biblioteca para hacer encuentros mensuales el voluntariado por la lengua y la asociación artística CREA Cubelles. Y se ha acogido el programa LECXIT, aportando el espacio y el fondo bibliográfico". 

Y en esta misma línea nacen los centros de interés de la biblioteca, que "están ubicados en un lugar estratégico de la biblioteca, bien señalizados, y que han tenido muy buena aceptación y son bastante utilizados". Núria del Campo nos dice que fue una decisión que tomaron antes de inaugurar la biblioteca, "decidimos cuál queremos que sea nuestro relato que nos diferenciara de otras bibliotecas. El hecho de tener el Espacio Natural del río Foix nos encajaba muy bien con todo lo relacionado con el cuidado del planeta (Huella ecológica), y aprovechamos para crear otro espacio dedicado al cuidado de las personas que lo habitan (Salud y bienestar)". Y encaja tan bien que la sala infantil está decorada con animales de la fauna autóctona de la desembocadura del río, lo que no solo le da un toque diferenciador, sino que es la excusa para generar espacios dedicados, por ejemplo, al abejaruco. 

Finalmente, cerramos la entrevista con una mirada al futuro y preguntamos a Núria cómo ve el proceso de adaptación de las bibliotecas a las nuevas necesidades, y ella nos dice "como servicio público que somos, debemos adaptarnos a lo que las personas necesitan y esperan de nosotros, y debemos poder darles una respuesta, siempre que entre dentro de nuestros valores y misión. Actualmente, a las bibliotecas se les sigue pidiendo un espacio de tranquilidad y silencio, lo cual a menudo entra en conflicto con el papel social y cohesionador que también tienen. Encontrar el equilibrio es el objetivo, pero para lograrlo necesitamos bibliotecas con unos espacios muy bien pensados y diseñados, de manera que se pueda acoger y dar bienestar a todo el mundo".  Nos destaca algunas nuevas necesidades con las que se han encontrado, como la "de espacios individuales para poder hacer videollamadas o teletrabajar", y reconoce que "no siempre se pueden satisfacer y que hay que tenerlo en cuenta". 

Para terminar, lanza unas recomendaciones para las personas que deben asumir la dirección de una nueva biblioteca: "que intenten participar en el proceso de construcción y habilitación del equipamiento. No siempre es posible, pero, si se puede hacer, ayuda mucho a diseñar los servicios de forma más adecuada. Y una vez inaugurada la biblioteca, recomiendo ser muy cercanas al territorio, escuchar a las personas, a las instituciones y entidades municipales, conocer para quién trabajamos y construir alianzas con el objetivo de convertirnos en un servicio público de calidad". 

Salimos de la biblioteca y emprendemos el camino hacia la estación del tren, hemos aprovechado el tiempo y la visita, y solo nos hemos quedado con las ganas de tomar un café, porque ni en la biblioteca ni en los alrededores hemos encontrado ningún lugar donde hacerlo. 

 

Nota: Agradecemos especialmente la colaboración imprescindible para la elaboración de esta reseña de Núria del Campo, directora de la Biblioteca, de David Màrquez, bibliotecario, y de Marga Rosell, técnica auxiliar.

© Imágenes de Expertline.

La industria editorial española bajo el prisma mesoeconómico

Dra. Marta Magadán-Díaz 
Profesora Titular de Universidad 
Universidad Internacional de La Rioja 
https://orcid.org/0000-0003-3178-3215 


Vázquez Álvarez, Iñaki. La industria del libro en España [en línea]: aproximación mesoeconómica y mesoanalítica para un modelo de análisis. Adv., Jordi Martí Pidelaserra. Barcelona: Universitat de Barcelona. [Facultat d'Economia i Empresa], 2022. XII, 209 p. <https://www.tdx.cat/handle/10803/675016>. [Consulta: 22 marzo 2025]. 


La tesis doctoral de Iñaki Vázquez-Álvarez, desarrollada en la Universitat de Barcelona Business School, representa una contribución fundamental al análisis del ecosistema editorial español contemporáneo. Este trabajo académico destaca por su innovador enfoque mesoeconómico, que viene a llenar un vacío en la literatura especializada al ofrecer una perspectiva intermedia entre lo micro y macroeconómico, permitiendo examinar con precisión las dinámicas estratégicas entre los diversos actores del sector. 

La investigación se estructura alrededor de cuatro ejes fundamentales que exploran desde la carencia de estudios mesoeconómicos previos hasta el desarrollo de un modelo analítico específico para el contexto español. Su valor metodológico radica en la combinación equilibrada de técnicas cualitativas y cuantitativas, destacando el análisis financiero de 2.683 empresas editoriales (2019-2021), 43 entrevistas en profundidad con agentes clave y un exhaustivo examen histórico basado en las diferentes ediciones de la Panorámica de la edición española, desde 1996. Este abordaje multidimensional permite capturar tanto las relaciones entre actores como su interacción con las estructuras institucionales y tendencias globales. 

Los resultados revelan un panorama editorial marcado por profundas asimetrías estructurales. La concentración geográfica emerge como rasgo distintivo, con Madrid y Barcelona aglutinando el 90,37 % de las editoriales privadas. Paralelamente, se constata una polarización empresarial donde el 65,5 % de los editores publica menos de 10 títulos anuales, frente a grandes conglomerados que dominan la producción masiva, situación que amenaza la diversidad editorial. 

Uno de los aspectos más sugerentes del análisis es la puesta en valor de la profunda transformación del modelo de negocio editorial tradicional hacia un paradigma centrado en la gestión estratégica de derechos de propiedad intelectual. Esta transformación, impulsada por la revolución digital, presenta una dualidad significativa: mientras amplía oportunidades en mercados globales, genera una creciente dependencia de plataformas digitales cuyos algoritmos reconfiguran los patrones de consumo cultural. 

La principal contribución radica en el desarrollo de un modelo mesoeconómico que integra los cinco procesos clave del ecosistema editorial: creación, producción, comercialización, compra y consumo. Este marco analítico se complementa con la primera sistematización exhaustiva de literatura académica sobre el tema, establece un nuevo referente para investigaciones futuras. 

Como todo trabajo pionero, el estudio presenta áreas que invitan a una mayor profundización. El impacto de dinámicas globales como fusiones transnacionales o plataformas de autopublicación y los audiolibros merecerían un mayor desarrollo. Asimismo, el análisis de la diversidad cultural en relación con las dinámicas empresariales ofrece interesantes perspectivas para futuras investigaciones. 

La investigación trasciende su valor académico al proporcionar herramientas conceptuales para profesionales y responsables políticos. Al elucidar las tensiones entre concentración empresarial y diversidad cultural, entre tradición editorial e innovación digital, este trabajo se posiciona como referencia indispensable para comprender los desafíos del libro como bien cultural en la era digital. Pese a ciertas limitaciones, su rigor metodológico y originalidad teórica marcan un hito en el estudio de las dinámicas estructurales del sector editorial español. 

Esta tesis no solo amplía el conocimiento académico existente sobre el mercado editorial español, sino que también ofrece herramientas prácticas para que las editoriales y los responsables políticos adapten sus estrategias a un entorno competitivo y en transformación. El análisis sobre la concentración empresarial, la digitalización y el papel estratégico de las editoriales como gestores de contenido ofrece información valiosa tanto para investigadores como para responsables de políticas culturales y actores del sector. En definitiva, nos encontramos ante una investigación que, por su solidez metodológica, originalidad teórica y relevancia práctica, está llamada a convertirse en referencia obligada para todos aquellos interesados en comprender las complejas dinámicas que configuran el mundo del libro en el siglo XXI.

 

Esta reseña se publica juntamente con el  Blog de l’Escola de Llibreria. 

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

Hacia una subjetividad editorial femenina

Alfredo Lèal
Instituto de Investigaciones Bibliográficas. UNAM

Szpilbarg, Daniela; Mihal, Ivana. Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano [en línea]. Bogotá: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe – Cerlalc, 2024. 61 p. <https://cerlalc.org/publicaciones/participacion-de-las-mujeres-en-el-sector-editorial-latinoamericano/>. [Consulta: 26.3.2025]. ISBN (PDF): 978-958-671-275-0. 

Presentado a la manera de un informe que da cuenta de la investigación piloto llevada a cabo en el sector editorial de Argentina, Colombia, Chile, Guatemala y Perú por las investigadoras Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal, este trabajo dista mucho de limitarse a ofrecer una somera descripción de la Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano, mostrándose más bien como, cuando menos, un inmejorable punto de partida para ulteriores investigaciones en el campo de los estudios del libro y la edición. Empleando herramientas sociológicas, principalmente encuestas y gráficas, tanto como un enfoque metodológico comparativo fuertemente anclado en la teoría feminista, con especial atención al modo en que en ésta se ha pensado, por ejemplo, en la categoría de trabajo, Szpilbarg y Mihal le ofrecen al lector y la lectora –especialista o no en temas de edición– un diagnóstico crítico en torno a la importancia de entender, documentar y, por supuesto, transformar las condiciones de la mujer en el sector editorial de América Latina.

De los cuatro apartados, el primero le sirve a las investigadoras para plantear sus hipótesis de trabajo, sustentadas en un diálogo horizontal con otras investigaciones que hoy día, a pesar de ser ciertamente recientes, resultan centrales en el desarrollo del estudio de los modos y alcances, materiales tanto cuanto simbólicos, del trabajo de las mujeres en el sector editorial, como lo son los trabajos de Marina Garone (Las mujeres y los estudios del libro y la edición en Iberoamérica, Universidad de Los Andes, 2023) o Ana Gallego Cuiñas («Femedición: hacia una práxis editorial feminista en Iberoamérica», Iberoamericana, 2022). Luego de establecer el estado de la cuestión, Szpilbarg y Mihal plantean que «el género determina no solamente las condiciones de trabajo en las editoriales, sino que también influye [en] otros aspectos que se expresan en las decisiones y políticas editoriales» (p. 14), por lo cual «es necesario considerar [a las editoras] como agentes intelectuales y, en esa medida, es preciso indagar por la experiencia de las mujeres en tanto editoras, frente a la tarea de selección e intervención sobre los textos» (p. 14).

De este modo, los datos que arrojan las encuestas realizadas son fundamentales para que, en las secciones 2 y 3, se establezca el soporte empírico sociológico para la sección 4, por mucho la más interesante del informe, sobre todo por el modo en que los números y porcentajes diagramados en gráficas adquieren, si no un rostro, sí una cierta familiaridad para todxs quienes investigan los procesos y políticas editoriales en América Latina. De esta manera, en un apartado que «recupera las opiniones, percepciones y experiencias con base en sus trayectorias como mujeres editoras, las cuales revelan una compleja interrelación entre los aspectos laborales y personales de las editoras, y ofrecen una visión rica y matizada de las condiciones de trabajo en el sector editorial» (p. 34), las investigadoras nos ofrecen un documento sociológico para lo que, con base en su texto, podríamos denominar la subjetividad editora femenina.

La definición de dicha subjetividad no es, creemos, asunto menor. Por el contrario: entenderla, documentarla y problematizarla resulta harto necesario en un ecosistema donde los libros de Carlos Barral, Jorge Herralde o Guillermo Schavelzon son mercancías que casi de inmediato encuentran su público lector –constituyendo, de paso, un género específico de las memorias culturales, como lo proponen Ana Gallego Cuiñas y Jorge J. Locane, coordinadorxs del dossier «Poéticas de editor/a: aproximaciones críticas para la demarcación de un género» de la Revista de Estudios Hispánicos, 2024–, mientras que nombres como Carmen Balcells, Esther Tusquets o Beatriz de Moura siguen más bien asociándose con el boom, es decir, con el éxito comercial de cuatro escritores hombres, cuatro «machos alfa», para usar la expresión que al respecto diera Roberto Bolaño. Baste decir que, de las tres, sólo Tusquets es autora de un libro de su experiencia como editora: Confesiones de una editora poco mentirosa (RqueR, 2005), desde cuyo título se perciben empero los ecos dieciochescos de aquellas mujeres que, en los salones literarios, se posicionaban en un campo controlado por los hombres.

En este sentido, es importante lo que el estudio de Szpilbarg y Mihal nos demuestra, en tanto la mujer editora, si la entendemos en cuanto subjetividad, se construye a sí misma: «es con el paso del tiempo que las mujeres fueron habilitadas o se habilitaron a sí mismas a tomar un rol que, más allá́ de lo ejecutivo o resolutivo, conllevaba tomar decisiones en cuanto a la construcción del catalogó, por medio de contratación de textos o adquisición de textos de otras lenguas para publicar traducciones» (p. 36). Historiar la subjetividad editora femenina implica, primero, debatir todo argumento que pretenda que dicha habilitación no es restrictiva de las mujeres. Por ello resulta indispensable, como lo hacen ver las autoras del informe, constatar «la confirmación de la feminización del trabajo editorial […] [la cual] se visualiza en el elevado número de mujeres que forman parte de los equipos editoriales, incluso en los grandes grupos empresariales» (p. 37), pero sobre todo en la medida en que, como lo demuestra el testimonio de varias de las editoras entrevistadas, «la feminización de la labor en la edición contemporánea se asocia a la precarización laboral, y como consecuencia de condiciones económicas menos redituables» (39). 

Así pues, mientras que, en palabras de una entrevistada, «los hombres hablan siempre en singular», siendo quienes, al final, se quedan con los créditos ante el público por los logros de una u otra editorial o sello, es un hecho que, en la voz de otra editora: «el mundo editorial en América Latina no ha sido nunca un mundo de hombres, sino un mundo lleno de mujeres, pero son los hombres los que salen en la foto. Eso ha cambiado, pero no en el mundo corporativo» (p. 43). Esto nos permite vislumbrar algunos derroteros críticos, por ejemplo, para el ámbito de las investigaciones –y ni qué decir en reseñas de índole más bien periódica– donde pocas veces se considera que una mercancía editorial que, ante el público, aparece como producto del borrado y la superación de las desigualdades de género, tiene, en su proceso productivo, una dinámica propiamente patriarcal. La oferta masificada de autoras, por ejemplo, de la literatura latinoamericana –Luiselli, Scweblin, Enriquez…–, no sólo no logra subsanar dichas instancias desigualmente construidas en la trastienda editorial, sino que de algún modo las replica vis a vis con otras mujeres cuyas obras se editan en editoriales significativamente más pequeñas y menos poderosas que Planeta o Random House.

De esta manera, en palabras de una de las entrevistadas, así como «los superjefes son varones» (p. 44), ¿podemos decir que las «superautoras» producen un efecto de feminización hacia aquellas que publican en editoriales medianas o pequeñas, convirtiendo el salto al gran conglomerado de sellos –absorbidos, por cierto, mediante una lógica que no puede sino concebirse en términos de neocolonialidad, en el sentido en que, como afirma Maurizio Lazzarato, «el primer botín del colonizador es la lengua del colonizado»– en otro techo de cristal? ¿Cómo pensar los casos de la mexicana Brenda Navarro, la ecuatoriana Mónica Ojeda o la uruguaya Fernanda Trías? Nos parece sumamente revelador que esta feminización sea incluso enunciada en la opinión de una editora chilena, quien afirma que hay menos mujeres en el catálogo a su cargo porque «a las mujeres hay que perseguirlas para que envíen manuscritos, en cambio los hombres envían y envían. Las mujeres, quizás por miedo, vergüenza o menos determinación que los hombres, envían mucho menos» (p. 48). Recuperamos las palabras de las propias Szpilbarg y Mihal, para quienes «resulta significativo que una de las editoras entrevistadas mencione que las mujeres no envíen tantos materiales por “miedo o vergüenza”, ya que en algunas otras entrevistas se habla de que las mujeres, por su dedicación a las tareas del hogar, necesitan de más tiempo para finalizar obras para presentar a las editoriales» (p. 48).

Si partimos, pues, del hecho de que una autora publicada en un sello trasnacional tiene, generalmente, un compromiso por más de una obra, mientras que una autora que publica, por ejemplo, en una editorial independiente –la chilanga Polilla Editorial o la madrileña Piezas Azules–, tiene la opción de firmar sólo por dicho material, cabe preguntarse por los problemas sistémicos que persisten en la consideración y el lugar que se le da a unas y otras obras en la crítica. Las autoras del informe lo sintetizan en este cuarto apartado, en el que se evidencia que, allende los resultados cuantitativos, siguen persistiendo «dinámicas de poder que jerarquizan los géneros aún en el presente, sobre todo, en el ámbito corporativo» (p. 50). Entender estas dinámicas resulta fundamental para la crítica, que, a pesar de la extensa oferta editorial, comúnmente toma como casos paradigmáticos sólo aquellas obras de los grandes sellos. 

El hecho de que en el informe se insista en que es el ámbito corporativo –que, recordemos, para el caso de la literatura latinoamericana, está poco menos que monopolizado por los capitales de Bertelsmann y Lara Hernández– donde persisten estas dinámicas de poder, razón estructural de la desigualdad, nos tiene que ayudar a, por lo menos, visibilizar que mientras la finalidad de la edición sea, como lo es bajo el sistema capitalista neoliberal –y, hoy día, bajo el modelo del capital en la nube o «tecnofeudalismo» propuesto por Cédric Durand y Yanis Varoufakis, en consonancia con el «capitalismo de la vigilancia» de Shoshana Zuboff–, la generación de plusvalor, ya sea mediante la ganancia o mediante la renta, la participación de la mujer en los ámbitos productivo y consuntivo no dejará de estar mediada por una instrumentalización de «la mujer» propiamente patriarcal. En suma, debemos cuestionarnos si lo que se nos vende como inclusivo o a veces hasta abiertamente «feminista» lo es en realidad. Y esto lo decimos haciendo eco de Szpilbarg y Mihal, quienes cierran su informe indicándonos la importancia de que «los diagnósticos [de su informe] contribuyan a emprender acciones que sirvan para cerrar las brechas, asimetrías y desigualdades que todavía persisten» (p. 57). Propongo una primera acción: leer y difundir este trabajo de Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal. 

 

Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI)

En Europa las bibliotecas avanzan: inspiración basada en hechos reales

Angelina Cabré i Ametllé
Directora de la Biblioteca Sagrada Família - Josep M. Ainaud de Lasarte
Biblioteques de Barcelona


European Cultural Foundation (2024). How libraries thrive: A guide for librarians... and everyone else). Amsterdam: European Cultural Foundation. Disponible a: <https://www.flipsnack.com/57E7D7EEFB5/how-libraries-thrive.html>. [Consulta: 19.3.2025]. 


How Libraries Thrive: A Guide for Librarians... and Everyone Else in Europe es una publicación de la European Cultural Foundation (Fundación Cultural Europea), una organización sin ánimo de lucro fundada en 1954 con el objetivo de promover la cultura y fomentar la cooperación entre los países europeos. En concreto, recoge la experiencia de decenas de bibliotecas públicas implicadas en “The Europe Challenge”, un programa anual para bibliotecas y sus comunidades para diseñar, probar y ofrecer soluciones a problemas locales que puedan extrapolarse al resto de Europa. 

En Europa, las bibliotecas públicas están viviendo cambios drásticos y desiguales. Mientras algunas se han convertido en centros comunitarios de primer orden, otras se enfrentan a la amenaza de cierres. La obra nos invita a reflexionar sobre la diversidad de roles que pueden asumir las bibliotecas públicas y cómo pueden evolucionar para afrontar los retos actuales. Ofrece una visión esperanzadora e inspiradora para quienes buscan un modelo de biblioteca que desempeñe un papel activo en la construcción de la sociedad del futuro, centrándose en su contribución democrática, en la gestión del cambio climático y en el acompañamiento de las personas desde una perspectiva interseccional. 

En un ámbito más práctico, en el informe se presentan cincuenta recomendaciones concretas para bibliotecarios, responsables políticos y otras partes implicadas en la gestión cultural para afrontar los retos actuales de las bibliotecas públicas en el continente. Esta variedad de iniciativas nos ayuda a entender mejor las bibliotecas como espacios dinámicos e interconectados, adaptados a las necesidades cambiantes de sus comunidades. 

Se incluye el recopilatorio de casi un centenar de iniciativas concretas de bibliotecas de veintiséis países europeos. Entre ellas encontramos proyectos de tres bibliotecas catalanas —Terrassa, Sant Boi de Llobregat y Vilafranca del Penedès— que han participado en “The Europe Challenge”.

Otro punto sobre el que hace énfasis el documento son los programas de lectura de verano. Estos programas, generalizados en bibliotecas anglosajonas y del norte de Europa, son, a mi parecer, una herramienta educativa, de entretenimiento y de acceso igualitario a la cultura de primer orden. Fomentan el hábito lector, mantienen a niños y jóvenes conectados con la lectura durante las vacaciones y ayudan a prevenir la pérdida de conocimientos durante el verano. Sería importante llevarlos a cabo en nuestras bibliotecas, no mediante iniciativas municipales, sino con un programa coordinado a escala de país. 

Hay que poner en valor el diseño del documento, vibrante y moderno, que complementa perfectamente la lectura del texto y ayuda a hacer más accesible el mensaje. Este enfoque visual no solo refuerza las iniciativas presentadas, sino que también facilita la comprensión y lo atractivo del contenido, logrando que los lectores puedan conectar mejor con la información y el propósito del libro. 

Es interesante la idea que transmite el documento de que las bibliotecas deben cambiar tal como cambia el mundo, pero es importante tener claro que la biblioteca del futuro es diferente en cada país y en cada ciudad. No deben ser réplicas unas de otras. 

Por mi experiencia en una biblioteca pública de una gran ciudad, he encontrado tan inspiradora como realista la historia que explica una trabajadora de la London Public Library relacionada con el trato a usuarios sin hogar o en situación de soledad no deseada, que escribe palabras como estas: “[...] trabajar en una biblioteca pública del centro de la ciudad no es idílico, ni es infinitamente deprimente. Es la vida real [...]”. 

En definitiva, este es un texto recomendable para todos aquellos bibliotecarios que buscan inspiración basada en hechos reales y especialmente interesante para los creadores de políticas públicas, que, lejos de la gestión más local, pueden ver la relevancia de las bibliotecas públicas como espacios dinámicos, interconectados y vitales para el bienestar cultural y social de las comunidades en Europa. 

 

© Imatge inicial de bluehouseskis a Pixabay

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