La presente investigación pretende dar una visión de la cultura catalana en las postrimerías del franquismo y primeros años de la transición a través de la figura de Josep Pla y la polémica a él asociada con motivo de la reiterada no concesión del Premi d’Honor de les Lletres Catalanes.
Toman como punto central de referencia la polémica que se desató en torno a la figura de Josep Pla y la reiterada no concesión del Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, este trabajo pretende dar una visión de la cultura catalana en los años sesenta y setenta del siglo XX; fueron los años finales de la dictadura franquista y los inicios de la transición. Eran años de crispación y de esperanza; la sensibilidad era muy acusada y la impaciencia por los nuevos tiempos de libertad que se intuían, también. Eran tiempos de efervescencia de un nuevo catalanismo incipiente, que pugnaba por hacerse presente en la sociedad, y que iban acompañados por un empuje de la cultura catalana de oposición; «una nueva Renaixença», en palabras de Joan Triadú. Ambas iniciativas perseguían el mismo objetivo, la recuperación de la dignidad como pueblo y la reconstrucción moral, cultural y política de nuestro país. Escritores, críticos literarios y intel • intelectuales en general tomaban posición de manera clara frente a los acontecimientos políticos y culturales.
En este entorno cultural y político, el escritor catalán más prolífico y leído del siglo pasado escribía y llegaba a su público, mediante el artículo semanal en Destino, y la publicación de sus Obres Completes por la misma editorial. Y no lo hacía con indiferencia de lectores y críticos, sino al contrario, despertando pasiones bien enfrentadas. Unos lo acusaban de colaboracionista con el régimen, otros alababan al cronista de la sociedad y la geografía catalanas. Su prosa es vulgar, decían estos; los de más allá veían en su estilo diáfano, la normalidad y el tono llano de su obra que rompe con la rigidez y la sofisticación de los escritores de la generación anterior. Es, pues, un ensayo de historia cultural, de historia de las ideas, pequeñas si se quiere, pero que al fin y al cabo son las que mueven la Historia.
El planteamiento de los objetivos de este trabajo, una vez elegido el tema, ha sido el de aproximarse a cada uno de los protagonistas de la polémica, tratando de ver y analizar las motivaciones que les llevaron a actuar como lo hicieron, a defender lo que creían que lo merecía ya condenar lo rechazaban. Huelga decir que la figura de Josep Pla ha merecido especial atención; él es el sujeto de atención, es el centro de la polémica. Pero no he querido descuidar, por el otro lado, el resto de participantes en estos hechos: el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, su finalidad, y Omnium Cultural, entidad que lo instituyó; sin olvidar finalmente el entorno cultural en el que se movían todos ellos.
