Detalle

La crisis humanitaria del Mediterráneo, explicada en primera persona por un voluntario de Proactiva Open Arms

Notícia | 07-05-2018

«Los que suben a una embarcación y no son rescatados mueren en el mar». Con esta afirmación, Pol Martínez resumía su experiencia como socorrista voluntario de la ONG catalana Proactiva Open Arms, en una charla que impartió el 18 de abril en el Campus de Mundet al alumnado de la asignatura de Derechos Humanos y Marcos Legales de la Educación Social del grado de Educación Social de la Universidad de Barcelona.

Martínez denunció que «la crisis humanitaria que sufre el Mediterráneo central es realmente dramática: por ello es crucial la actividad de Proactiva Open Arms, que es la única organización que actúa rescatando vidas en el mar». Asimismo, destacó que «miles de personas se juegan la vida día a día para llegar a Europa y huir de conflictos bélicos y otras situaciones que vulneran los derechos humanos». «Además —aseguró—, las dificultades no terminan cuando las personas son rescatadas en el mar, porque cuando llegan a Europa con la esperanza de una vida mejor muy a menudo son deportadas».

Los alumnos escuchaban en silencio absoluto. Martínez les confesó que él es incapaz de ver lo que está pasando sin preguntarse cómo puede ser que haya gente que aboque a otras personas a esta situación. «Pero, desgraciadamente, no todo el mundo piensa lo mismo», dijo. Aunque la charla se titulaba «Salvar vides no és un crim», el voluntario se refirió a que la ONG está siendo investigada bajo la acusación de favorecer la inmigración ilegal, y hasta hace poco el principal barco que Proactiva utiliza en las misiones se encontraba inmovilizado en un puerto italiano. Sobre esta circunstancia hizo un pequeño inciso: «Es como si hubiéramos vuelto a hace dos años. El Open Arms ahora no puede volver a la zona de rescate y, por tanto, las misiones deben realizarse con un velero».

Martínez explicó a los alumnos cómo había nacido la ONG: «Open Arms surgió del compromiso ferviente de la sociedad civil con los derechos humanos, y la actividad de Proactiva es posible gracias a las donaciones de particulares y los voluntarios y voluntarias que colaboran con la organización». Por último, insistió en que aún hay mucho trabajo por hacer: «No es necesario ir al Mediterráneo, desde Barcelona podemos ayudar con pequeñas acciones».


Compartir: