Un hogar

Qing Zhao

UN HOGAR

INTRODUCCIÓN

Desde hace un par de años, el hogar y la familia han sido el eje central de mi trabajo artístico. Asimismo, parto de una perspectiva personal, cuestionando la visión idealizada del hogar como un espacio seguro y protegido, para enfocarme en aquellos que no lo son. Para mí, el hogar ha estado marcado por el conflicto, la opresión y el distanciamiento familiar, lo que genera la necesidad de trasladar esta realidad al arte, materializando un hogar opresivo a través de mi práctica.

En la historia del arte, el hogar y la familia han sido representados desde narrativas diversas y personales. La diferencia entre "hogar" y "casa" es clave: mientras que la casa es el espacio físico donde habitamos, el hogar se construye a partir de las relaciones y dinámicas familiares. Socialmente, el hogar se concibe como un lugar de paz, amor y seguridad, pero esta visión excluye aquellas realidades donde predominan la violencia, el trauma y la soledad. Mi trabajo parte de esta contradicción, presentando el hogar no como un refugio, sino como un espacio impredecible, caótico y asfixiante.

OBJETIVOS

Mi objetivo es materializar el hogar en un libro de artista, donde el propio objeto funcione como una metáfora del hogar conflictivo. Un libro que imponga obstáculos, que sea difícil de acceder, que transmita incertidumbre e incomodidad. El acto de manipular el libro genera una experiencia física de tensión y vulnerabilidad, evocando el temor a romper algo, la tensión de lo desconocido y la inestabilidad que define mi concepción del hogar.

ANTECEDENTES

Desde hace dos años, mi trabajo artístico gira en torno al hogar, explorando el caos mental a través del grabado, la instalación sonora y objetual. Un conflicto familiar marcó un punto de inflexión en mi trayectoria, otorgándole a mi obra un carácter más oscuro y expresivo.

Entre mis proyectos destacan:

Hogar y hogares: Serie en linóleo que aborda el hogar desde el entorno laboral, transmitiendo opresión y ansiedad mediante manchas y líneas. Se presentó como una instalación con una pieza central a modo de mantel y un sonido ambiental ruidoso, reforzando la sensación de agobio.

Hogares y melodías: Serie litográfica de gran formato que genera incomodidad mediante la repetición de objetos domésticos. Acompañada de partituras desordenadas y sonidos disonantes, refleja el desequilibrio emocional del hogar.

Cicatrices: Animación de 32 estampas y un fanzine desplegable que explora el trauma y su permanencia en el subconsciente. A través del caos gráfico y la evocación de recuerdos reprimidos, busca generar empatía y reflexión en el espectador.

REFERENTES

Louise Bourgeois - explora la memoria, el hogar y la infancia a través de textiles reutilizados, bordados y escritos. Su trabajo sugiere un hogar construido a partir de fragmentos, de recuerdos cosidos y superpuestos. Esto me ayuda a materializar el hogar en un libro de artista que contenga páginas sueltas, pegadas o frágiles, evocando un espacio lleno de tensiones y ausencias.

Elena del Rivero: Su trabajo explora la memoria, el hogar y el lenguaje desde una perspectiva profundamente íntima y fragmentaria. A través de papeles usados, rotos o cosidos, y de textos parcialmente legibles, la artista construye obras que evocan la precariedad del recuerdo y la carga emocional del espacio doméstico. Su uso del papel roto, la acumulación obsesiva de fragmentos y el gesto repetido del cosido resuenan con mi propio interés por la materialización del trauma, la invisibilidad del dolor familiar y la necesidad de construir una narrativa desde la herida. Del Rivero me inspira especialmente en su manera de hacer el silencio, el desgaste y la ausencia.

Mira Schendel - En sus libros de artista, utiliza el lenguaje y la materialidad para explorar la ausencia, la identidad y la memoria asociadas al hogar. Su uso de transparencias y fragmentaciones resuena con la intención de emplear materiales opacos y translúcidos que dificulten la lectura, estableciendo barreras visuales y conceptuales que reflejan la inaccesibilidad del hogar.

Irma Blank - Su obra investiga el lenguaje a través de escrituras abstractas y repetitivas, reflejando una relación íntima con el tiempo y el espacio. Su forma de escritura como algo repetitivo y meditativo, se puede ver reflejado en mi trabajo a través de la generación de elementos gráficos, marcados por la repetición del trauma y memoria fragmentada.

Alfredo Jaar – Su trabajo me interpela especialmente por la forma en que aborda lo invisible, lo silenciado y lo políticamente reprimido a través del uso del negro, la oscuridad y la ausencia visual. Su manera de trabajar el negro y lo oculto, resuena en mi libro de artista, ya que el negro representa lo que no puede decirse, lo que permanece en sombra y sin forma, pero que aun así está presente.

METODOLOGÍA

Para este proyecto, el proceso se ha desarrollado de forma intuitiva pero rigurosa, con múltiples pruebas de materiales y estructuras. De este modo, he trabajado con materiales que evocan lo frágil, lo opaco y lo velado, como el papel negro, el papel de calco, el gofrado y el recorte manual. Estos elementos no fueron seleccionados únicamente por su valor estético, sino para tratar conceptos como la ausencia, la inestabilidad, el silencio o la represión emocional.

A su vez, he intentado evitar narrativas lineales y directas, y optado por fragmentos y capas que requieren ser descubiertas parcialmente o mediante una lectura activa. Asimismo, cada página ha sido creada como un espacio inidividual, pero interconectado, siguiendo la lógica de la acumulación tanto en lo emocional como en lo formal.

Las páginas con letras caladas, recortadas a mano, refuerzan la idea de un libro como objeto que esconde y revela al mismo tiempo. Asimismo, el gesto manual de cortar añade una dimensión íntima, casi corporal, al acto de escribir y leer. Por lo tanto, estos cortes se convierten en gestos cargados de tensión.

Del mismo modo, la encuadernación con tornillos responde a la voluntad de contener, bloquear y resistir el acceso total.

FORMALIZACIÓN

La pieza final es un libro de artista encuadernado con tornillos, que desde su materialidad impone una experiencia de lectura contenida y tensa. Esta encuadernación impide la apertura completa del libro, generando una sensación de rigidez que remite a dinámicas de control emocional presentes en ciertos entornos familiares.

En su interior, el libro alberga páginas de papel negro recortadas a mano, con formas irregulares que configuran palabras. Esta operación transforma el texto en ausencia, en herida, dificultando aún más su lectura y obligando al espectador a completar lo que falta. Asimismo, los textos o palabras empleados son de conversaciones cotidianas y domésticos. 

La caligrafía ilegible o apenas legible construye un lenguaje íntimo, casi secreto. El hecho de que esté calada y no escrita refuerza la idea de silencio y pérdida. Asimismo, el entrelazamiento de líneas genera una sensación de ahogo, de repetición obsesiva, de querer decir y no poder. 

Aparecen también gofrados sutiles, marcas sin tinta visibles solo bajo ciertas condiciones de luz o al tacto. Estas páginas representan la idea de una memoria que no siempre se ve, pero que está incrista en nuestra piel.

El papel de calco introduce una capa de transparencia ambigua. Al ser manipulado y escrito, sugiere la imposibilidad de ver con claridad y de descifrar completamente lo que se presenta.

Por lo tanto, cada página representa una forma distinta de habitar el hogar desde la fragmentación, la ocultación o la violencia contenida. Asimismo, el libro se convierte en un sistema simbólico de fragilidad, incertidumbre y tensión, invitando al espectador a habitarlo, más que a leerlo.

CONCLUSIONES

Este proyecto me ha permitido consolidar un lenguaje artístico propio, en el que el hogar, la psique y la materialidad se entrelazan de forma orgánica. La elección del libro de artista como formato ha sido fundamental para articular el contenido conceptual a través de una experiencia sensorial y reflexiva.

Sin embargo, la obra no busca ofrecer respuestas, sino generar preguntas. A través de recortes, opacidades, huellas y resistencias formales, el libro propone un acercamiento íntimo y fragmentado al universo emocional que lo habita.

La imposibilidad de comprender de forma directa todo el contenido remite a la dificultad de nombrar o verbalizar ciertas experiencias familiares. En este sentido, la obra no solo representa un hogar conflictivo, sino que lo encarna: lo convierte en cuerpo, en textura, en silencio.

Este proceso ha sido también un ejercicio de reparación simbólica, donde lo que no puede decirse se transforma en forma, en gesto, en material. Al mismo tiempo, el proyecto no se limita a ser una obra visual, sino que ofrece al espectador un espacio de reflexión e introspección. Por lo tanto, el libro de artista se vuelve así, en un espacio donde habitar lo inasible.

Arxius / adjunts: 
Grup/Projecte: 
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