Mejoras y más garantías en los procesos electorales del alumnado

Presentada por el Consejo del Alumnado y aprobada por 150 votos a favor, 1 en contra y 15 en blanco, la reforma implica que el proceso electoral de los estudiantes se armonice con el del PAS y el PDI para facilitar su gestión. El nuevo reglamento explicita quién tiene derecho a voto y en qué censo, y aporta también más seguridad y mecanismos para verificar las candidaturas. Igualmente, permite que la UB se pueda plantear la votación electrónica para todos los colectivos universitarios, aspecto que ya prevé el reglamento del PDI y el PAS. El nuevo reglamento aumenta la autonomía del Consejo del Alumnado respecto a la convocatoria de referendos de estudiantes y establece un único umbral de participación para su vinculatoriedad. Finalmente, es destacable el hecho de que introduce en las candidaturas las listas paritarias. «Era absolutamente indispensable que la reforma previera la necesidad de las listas paritarias, en el camino hacia la igualdad efectiva entre mujeres y hombres; no podemos tener un Consejo del Alumnado de espaldas a la mitad de la población», señala Genís Vives, secretario del Consejo.

Vives explica que «el reglamento aprobado ha sido fruto de un gran consenso del Consejo del Alumnado para mejorar el texto original y asegurar unas elecciones con todas las garantías, así como dar pasos necesarios hacia delante». En esa línea, recuerda cómo ha sido el proceso: la Comisión de Reforma del Reglamento del Consejo del Alumnado estudió una propuesta, la enmendó y la envió con el consenso de todos sus miembros al Plenario del Consejo. En sesión extraordinaria, los presentes propusieron enmiendas y aprobaron la reforma con las nuevas incorporaciones. Finalmente, el Consejo del Alumnado envió el documento al Claustro, donde se aprobó con mayoría cualificada. Vives destaca que el reglamento, con el apoyo de más del 60 % del Consejo del Alumnado, «supone un consenso sin precedentes entre los representantes de estudiantes».

La vicerrectora de Estudiantes y Política Lingüística, Mercè Puig, además de destacar los cambios positivos del nuevo reglamento, también subraya «la actitud con la que los representantes claustrales de los estudiantes han llevado a cabo el proceso de modificación: con sentido de la responsabilidad y con implicación respecto a la institución, así como con voluntad de entendimiento y consenso entre ellos».