El papel de los antiguos alumnos y los cambios en las estructuras universitarias, claves para aumentar el ʻfundraisingʼ
Los cambios culturales y de estructura en las universidades, así como la importancia de los antiguos alumnos para conseguir una mayor cantidad de fondos filantrópicos son temas que se analizaron ayer, 23 de mayo, en el II Seminario sobre Financiación Universitaria de la UB, titulado «Fundraising en las universidades públicas». Inauguraron el encuentro el rector de la UB, Joan Elias; el secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, Lluís Baulenas, y el gerente de la UB, Oriol Escardíbul. «Dadas las circunstancias socioeconómicas actuales, sería deseable que en los próximos años los fondos filantrópicos tuvieran una mayor presencia en nuestros ingresos», afirmó el rector de la UB. «El fundraising es también una forma de renovar y afianzar el compromiso social de nuestra institución, ya que la sociedad ampliará su vínculo con la Universidad, contribuyendo desde la financiación pública y también desde la privada», añadió Joan Elias.
Los cambios culturales y de estructura en las universidades, así como la importancia de los antiguos alumnos para conseguir una mayor cantidad de fondos filantrópicos son temas que se analizaron ayer, 23 de mayo, en el II Seminario sobre Financiación Universitaria de la UB, titulado «Fundraising en las universidades públicas». Inauguraron el encuentro el rector de la UB, Joan Elias; el secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, Lluís Baulenas, y el gerente de la UB, Oriol Escardíbul. «Dadas las circunstancias socioeconómicas actuales, sería deseable que en los próximos años los fondos filantrópicos tuvieran una mayor presencia en nuestros ingresos», afirmó el rector de la UB. «El fundraising es también una forma de renovar y afianzar el compromiso social de nuestra institución, ya que la sociedad ampliará su vínculo con la Universidad, contribuyendo desde la financiación pública y también desde la privada», añadió Joan Elias.
El seminario continuó con la intervención de Theo Schuyt, profesor de la Universidad Libre de Ámsterdam y presidente de la Red Europea de Investigación en Filantropía, que reúne alrededor de 250 investigadores de veinticinco países europeos. Schuyt explicó algunos de los factores de éxito a la hora de conseguir aumentar la recaudación de fondos filantrópicos, como tener en cuenta el tipo de donante más susceptible de colaborar con la institución. Subrayó la importancia de la organización interna de la universidad a la hora de obtener más fondos filantrópicos, así como el compromiso de la institución, disponer de los recursos financieros y humanos necesarios y usar buenas bases de datos de contactos. «Hace falta tiempo para crear una red filantrópica», advirtió. Schyut terminó con un mensaje optimista: solo hay que modificar un poco la universidad para poder «hacer amigos y luego conseguir financiación».
Carmen Pérez Esparrells, de la Universidad Autónoma de Madrid, inició su intervención señalando que «las universidades públicas empiezan a depender de fondos privados y no se les ha de tener miedo». «Si se usan bien, bienvenidos sean», dijo. Afirmó además que las universidades públicas deben reinventarse y que hay que empezar a hacerlo ahora. Asimismo repasó la situación en Estados Unidos, donde incluso las universidades públicas tienen la mayor parte de la financiación de procedencia privada (concretamente, un 55 % de la financiación viene de fuentes privadas). Tanto corporaciones y fundaciones como individuos particulares participan en esta financiación. Igualmente explicó alguna de las formas de trabajar de las universidades americanas, como fomentar mucho la relación con los antiguos alumnos y seguir un diseño ultrapersonalizado a la hora de contactar con cada posible donante.
Montserrat Casanellas, profesora del Departamento de Derecho Administrativo, Derecho Procesal y Derecho Financiero y Tributario de la UB, expuso el marco jurídico y fiscal de la captación de fondos filantrópicos. Repasó la legislación catalana y española y de otros países como Francia y Estados Unidos sobre mecenazgo e incentivos fiscales. Observó que no solo se puede dar dinero, sino también bienes, trabajos, servicios, condonación de deudas, entre otras posibilidades, y defendió que la legislación española prevea de forma expresa algunos de estos casos. También explicó los tipos de incentivos fiscales que existen en diferentes países y señaló que los del Estado español «no acaban de hacer atractivas las donaciones». Por último, recordó que la ley de mecenazgo tiene en cuenta otras fórmulas, aparte de la donación, como son los convenios de colaboración.
Manuel Palencia, de la Universidad Pompeu Fabra, comenzó su intervención de modo provocativo, señalando que los planes estratégicos de las universidades no prevén la captación de fondos filantrópicos. Remarcó que la obtención de estos fondos «no es un simple proceso de pedir, sino de transmitir la importancia de un proyecto a un donante». Sobre la colaboración con empresas, dijo que es necesario relacionarse con las que tengan «puntos en común con la universidad, que compartan misión y objetivos». Defendió una «revolución de los antiguos alumnos», de los que la universidad puede aprovechar no solo dinero, sino los contactos y una manera de gestionar. Palencia, sin embargo, afirmó que hay que empezar esta revolución con los estudiantes que entran en la universidad, y no tratándolos como clientes, sino como personas que también deciden en la institución.
Por la tarde, el seminario consistió en un debate con la participación de Juan Mezo (IL3-UB), Juan Salvador Pérez (Universidad Jaume I), Núria Vilamajó (Fundación Clínico) y Joan Corominas, presidente del Consejo Social de la UB. Se trataron aspectos de gestión vinculados con la práctica del fundraising, así como el papel de los consejos sociales. El gerente de la Universidad de Barcelona indicó que la UB está trabajando en un proyecto de captación de fondos filantrópicos que habrá que empezar a desarrollar en breve. La clausura estuvo a cargo del secretario de Universidades e Investigación de la Generalitat, Francesc Xavier Grau.