Encontrado por primera vez en Cataluña el tigre del laurel, un insecto en expansión en el continente europeo

Reverso de la hoja de un laurel con exuvias de la especie y también sus excrementos (manchas negras). Foto: Josep M. Riba
Reverso de la hoja de un laurel con exuvias de la especie y también sus excrementos (manchas negras). Foto: Josep M. Riba
Investigación
(25/05/2021)

La especie Stephanitis lauri —un insecto hemíptero que vive en los laureles— se ha identificado por primera vez en Cataluña, según un artículo publicado en el Boletín de la Asociación Española de Entomología. Las poblaciones de este hemíptero, localizadas primero en la provincia de Girona y más tarde en la de Barcelona, son las primeras que hacen constatar la presencia del insecto en toda la península ibérica.

El trabajo que da a conocer por primera vez la especie en territorio peninsular está firmado por la profesora Marta Goula, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, y por el asesor en fitopatología Josep Maria Riba.

Reverso de la hoja de un laurel con exuvias de la especie y también sus excrementos (manchas negras). Foto: Josep M. Riba
Reverso de la hoja de un laurel con exuvias de la especie y también sus excrementos (manchas negras). Foto: Josep M. Riba
Investigación
25/05/2021

La especie Stephanitis lauri —un insecto hemíptero que vive en los laureles— se ha identificado por primera vez en Cataluña, según un artículo publicado en el Boletín de la Asociación Española de Entomología. Las poblaciones de este hemíptero, localizadas primero en la provincia de Girona y más tarde en la de Barcelona, son las primeras que hacen constatar la presencia del insecto en toda la península ibérica.

El trabajo que da a conocer por primera vez la especie en territorio peninsular está firmado por la profesora Marta Goula, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, y por el asesor en fitopatología Josep Maria Riba.

El tigre del laurel: de la isla de Creta al continente europeo

El insecto S. lauri —cuyo nombre común es tigre del laurel— es un hemíptero de la familia de los tíngidos o chinches de encaje, descrito por primera vez por Siegfried Rietschel en la isla de Creta en 2014. Desde entonces, varias citas científicas habían confirmado su presencia en diversos puntos de la costa mediterránea de Francia e Italia. En el caso de Cataluña, los primeros síntomas de la presencia del insecto, que eran daños en las hojas de laurel, fueron identificados en verano de 2020 por Riba, en colaboración con algunos jardineros de la provincia de Girona.

El descubrimiento de este insecto fitófago en Cataluña incrementa el inventario entomológico de las especies del género Stephanitis identificadas en la península ibérica: Stephanitis (Stephanitis) chlorophana (Fieber, 1861), citado en Ciudad Real, Leiria (Portugal) y Marruecos; Stephanitis (Stephanitis) pyri (Fabricius, 1775), un insecto que vive en plantas arbustivas y arbóreas diversas —es plaga habitual de manzanos y perales— y que se encontró en La Rioja, Barcelona, Girona, Tarragona, Valencia y Jaén, entre otras ubicaciones, y finalmente, Stephanitis (Stephanitis) takeyai (Drake & Maa, 1955), una especie exótica nativa de Japón extendida en la India, en muchos países europeos y en Estados Unidos, que en el ámbito ibérico se localizó en la provincia de Pontevedra y en Oporto (Portugal).

En comparación con el resto de las especies de toda la familia Tingidae de la región euromediterránea, S. lauri «es la única especie que está relacionada con el laurel Laurus nobilis», explica Marta Goula, profesora del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB. «Como es una especie descrita hace pocos años, todavía no hay un buen conocimiento científico de su biología», añade la experta.

Los chinches de encaje son insectos de pequeño tamaño, lo que dificulta distinguirlos a simple vista. Si se dispone de una lupa de campo o de unos binoculares, el ojo experto puede apreciar los detalles de forma y coloración que ayudan a distinguir las diversas especies. En concreto, S. lauri se puede confundir con otros insectos autóctonos —en particular, con S. pyri—, pero también con tíngidos de otros géneros, como el tigre del plátano (Corythucha ciliata).

«El insecto se instala en la cara inferior de las hojas. Como en el caso de otros tíngidos, cuando se alimenta de su planta huésped, inyecta saliva —que puede tener cierto grado de fitotoxicidad— con sus piezas bucales picadoras-chupadoras», detalla Riba.

«La superficie superior de la hoja (anverso) queda manchada de forma característica, con un moteado plateado», continúa el experto. «Si hacemos un paralelismo con lo que sabemos de S. pyri, es posible que durante el invierno los individuos del tigre del laurel también queden protegidos bajo la hojarasca».

Una amenaza para los jardines históricos y los lauredales silvestres

El intenso comercio nacional e internacional de plantas ornamentales —como algunas lauráceas, la familia del laurel— podría haber abierto la puerta de entrada de S. lauri en el continente europeo. Aún no se sabe si la presencia simultánea del tigre del laurel en distintos países europeos es consecuencia de diversos episodios de introducción o bien de la dispersión a partir de un único punto inicial. En Cataluña, todo indica que el insecto estaría en fase de expansión, pero habrá que continuar el seguimiento a lo largo del tiempo para confirmar esta hipótesis.

Por ahora, el insecto solo se ha encontrado en el laurel, un árbol típico de la vegetación autóctona mediterránea que se encuentra en hábitats húmedos (fondos de valles, umbrías u orillas de corrientes de agua, por ejemplo) y también en el ámbito ornamental de los espacios verdes, ya que es una planta muy utilizada en jardinería. La mayoría de las citas de S. lauri corresponden al medio urbano (mayoritariamente, a parques públicos o jardines particulares). Ahora bien, también se han detectado daños causados en los pies de laureles silvestres relativamente próximos a vías de comunicación, que podrían explicarse por la dispersión de insectos a través del transporte de mercancías o de la circulación de vehículos.

Como se observa en general en todos los insectos, el aumento de las temperaturas podría favorecer el desarrollo del tigre del laurel y el crecimiento de sus poblaciones. «Probablemente, aplicar medidas urgentes para controlar estas poblaciones en Cataluña sería poco eficaz, ya que la especie se encuentra muy extendida por las provincias de Girona y Barcelona. En estos casos, hay que ver cómo el laurel responde al ataque del insecto, ya que a menudo las plantas tienen mecanismos de tolerancia y compensación de los efectos perjudiciales de los insectos», indican los autores.

«Las medidas urgentes sí podrían ser de cierta utilidad en jardines históricos —precisan—, dado el valor patrimonial de los setos de laureles o de ejemplares de notable envergadura. En ese caso, serían adecuados los tratamientos con productos fitosanitarios autorizados en este ámbito de la jardinería».

En la actualidad hay pocos productos fitosanitarios cuya aplicación en el ámbito de la jardinería esté autorizada. Además, tampoco hay productos insecticidas autorizados por el ámbito forestal. Estos hechos hacen que la gestión del tigre del laurel con el uso de fitosanitarios sea difícil. «Esta especie está bastante diseminada por la geografía meridional europea. Además, aunque se sospecha que se trata de una especie exótica por su comportamiento ante una especie vegetal autóctona, la Unión Europea no se ha manifestado al respecto. En situaciones así, es habitual que no se den directivas de rango europeo», concluyen Marta Goula y Josep Maria Riba.