Superar las adversidades y afrontar el futuro

Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona.
Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona.
Institucional
(19/05/2022)

«Un testimonio de lo que hemos sido capaces de hacer». Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona, ​​definía así lo que se vivió durante el acto celebrado el 18 de mayo en el Paraninfo para reconocer la labor de la comunidad universitaria durante la covid. El recuerdo a las personas que perdieron la vida a lo largo de la pandemia inició una ceremonia que quiso ser, al mismo tiempo, «un acto en clave de futuro». El rector afirmó que hay que «afrontar el futuro de forma contundente y rotunda», y lo ejemplificó con el legendario Ginkgo biloba, la única especie de árbol que sobrevivió al bombardeo de Hiroshima y de la que hay dos ejemplares en el Edificio Histórico de la UB.

Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona.
Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona.
Institucional
19/05/2022

«Un testimonio de lo que hemos sido capaces de hacer». Joan Guàrdia, rector de la Universidad de Barcelona, ​​definía así lo que se vivió durante el acto celebrado el 18 de mayo en el Paraninfo para reconocer la labor de la comunidad universitaria durante la covid. El recuerdo a las personas que perdieron la vida a lo largo de la pandemia inició una ceremonia que quiso ser, al mismo tiempo, «un acto en clave de futuro». El rector afirmó que hay que «afrontar el futuro de forma contundente y rotunda», y lo ejemplificó con el legendario Ginkgo biloba, la única especie de árbol que sobrevivió al bombardeo de Hiroshima y de la que hay dos ejemplares en el Edificio Histórico de la UB.

«El Ginkgo biloba es un testimonio vivo que nos muestra que somos capaces de sobrevivir a las adversidades, a la pérdida de nuestros compañeros, a la realización de grandes esfuerzos», explicó el rector. «En la UB somos capaces de construir nuevos escenarios, que nos hacen más fuertes», aseguró. «La UB es un Ginkgo biloba fuerte y antiguo, pero también con voluntad de futuro y trascendencia», dijo mientras mostraba un puñado de semillas de este árbol, que la Universidad plantará en las distintas facultades con la intención de que, al crecer, se conviertan en testimonio de cómo se afrontó una crisis de las dimensiones de la pandemia.

Antoni Trilla, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y jefe del Servicio de Epidemiología del Hospital Clínico, intervino para recordar los hechos básicos de la pandemia desde que se tuvo noticia de los primeros brotes en la región china de Wuhan, en 2020. Rememoró su propia experiencia en el Hospital Clínico: «Uno de mis recuerdos más vivos y persistentes es el sonido constante de las ambulancias [y] el infierno de la primera ola en el hospital». Terminó su parlamento reivindicando la importancia de la investigación biomédica que permitió obtener las primeras dosis de vacuna: «Fue una investigación con una progresión jamás vista».

En la intervención de Joan Elias, rector de la UB cuando estalló la pandemia, se recordaron todas las reuniones de emergencia  que se hicieron para afrontar la situación en la Universidad. La repatriación de alumnos Erasmus o el cuidado de los estabularios, la maquinaria o los materiales, como muestras de virus y bacterias, fueron algunas de las tareas que se tuvieron que realizar en medio del confinamiento, además de todo el trabajo en el Campus Virtual. «Me siento orgulloso de pertenecer a esta Universidad por la dedicación de todos sus miembros», concluyó Elias. Finalmente, compartió una reflexión sobre el futuro y las posibilidades que se abren después de los meses de emergencia sanitaria: «No deberíamos perder la ocasión de experimentar con enseñanzas en línea o híbridas».

El momento central del acto fue el reconocimiento público al alumnado, el PAS y el PDI. Marta Ferrer, vicerrectora de Estudiantes y Participación, entregó una placa conmemorativa al alumnado, «sin el cual la UB no habría logrado salvar la situación», y enfatizó que la juventud es uno de los colectivos que más sufrió durante la pandemia. Recogieron la placa Laura Cots, secretaria del Consejo del Alumnado, y Genís Vives, su antecesor en el cargo.

Ernest Abadal, vicerrector adjunto al rector y de Personal Docente e Investigador, destacó la respuesta inmediata del PDI ante la situación de pandemia y la adaptación «a un escenario desconocido y cambiante». A continuación, las personas que encabezan los vicedecanatos de ámbito académico de todas las facultades de la UB recogieron una placa para que cada centro pudiera colocarla en sus espacios. Glòria Matalí, gerenta de la Universidad, habló del PAS y quiso recordar el trabajo y la dedicación de este colectivo a pesar de vivir unas «situaciones familiares y personales muy complicadas». Recogieron la placa Mercè Molina y José Zomeño, los miembros del PAS de mayor y menor edad, respectivamente, cuando se decretó el estado de alarma, el 14 de marzo de 2020.

Antes de la clausura por parte del rector, intervinieron en el acto Montserrat Gea, directora de la Dirección General de Profesionales de la Salud de la Generalitat, que reivindicó el valor humano y la solidaridad del alumnado de la UB, y Joan Corominas, presidente del Consejo Social de la Universidad, quien afirmó: «Nuestra Universidad sale de la pandemia socialmente más fuerte».