Una intervención arqueológica recupera una antigua fábrica en la que se producían explosivos durante la Guerra Civil
Hasta el 6 de julio, estudiantes de Arqueología de la UB excavarán y estudiarán los restos de una fábrica en Flix (Tarragona) que durante los años 20 y 30 del siglo pasado fue la única instalación del Estado donde se producía cloratita, un explosivo utilizado en la minería y la construcción que también se usó como arma durante la Guerra Civil. De hecho, la fábrica fue especialmente bombardeada por las tropas franquistas porque era un punto de producción de explosivos y gases venenosos.
Hasta el 6 de julio, estudiantes de Arqueología de la UB excavarán y estudiarán los restos de una fábrica en Flix (Tarragona) que durante los años 20 y 30 del siglo pasado fue la única instalación del Estado donde se producía cloratita, un explosivo utilizado en la minería y la construcción que también se usó como arma durante la Guerra Civil. De hecho, la fábrica fue especialmente bombardeada por las tropas franquistas porque era un punto de producción de explosivos y gases venenosos.
Durante los trabajos arqueológicos se excavarán dos refugios antiaéreos que se construyeron precisamente durante la guerra, y se estudiarán las distintas edificaciones que se conservan de la antigua fábrica. El objetivo es sentar unas bases para la investigación y conservación de estas instalaciones en tanto que elemento patrimonial, así como para divulgar su existencia.
La fábrica empezó a funcionar en 1923 a partir de un convenio de colaboración con una empresa alemana que permitió a las instalaciones de Flix disponer de los derechos de fabricación, venta y distribución en España y Portugal de un explosivo llamado Miedzienkite: una mezcla de clorato de potasa, cloruro amónico y nitrato que en la península ibérica se comercializó con el nombre de cloratita y que permitía destruir elementos de gran dureza. En 1936, la fábrica fue ocupada por los sindicatos de la CNT y la FAI. Posteriormente, la Comisión de Industrias de Guerra de la Generalitat encargó a este equipamiento la fabricación de nitrato amónico y cloratita. Flix fue el primer municipio que sufrió los efectos de los bombardeos aéreos en Cataluña durante la Guerra Civil. La fábrica se convirtió en un objetivo militar debido a la importancia de su producción. Los continuos bombardeos provocaron la falta del material necesario para la producción de cloratita y el cierre definitivo de las instalaciones.
Participan en la intervención arqueológica de la UB el Ayuntamiento de Flix y la Asociación Cultural La Cana.