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1. Seccion 1 - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en cas... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.12.0001:Sección =1:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
2. Seccion 3 - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en cas... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.12.0001:Sección =3:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
3. Seccion 2 - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en cas... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.12.0001:Sección =2:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
4. - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en castellano an... |
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
5. Seccion 4 - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en cas... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.12.0001:Sección =4:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
6. Seccion 6 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =6:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
7. Seccion 7 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =7:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
8. Seccion 9 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =9:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
9. Seccion 5 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =5:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
10. Seccion 8 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =8:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
11. Seccion 4 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =4:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
12. - Leonor López de Córdoba. Vida y traxedias de Leonor López ... |
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
13. - Leonor López de Córdoba. Vida y tragedias de Leonor López ... |
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
14. Seccion 10 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =10:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
15. Seccion 1 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =1:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
16. Seccion 3 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =3:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
17. Seccion 2 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =2:
... de las mujeresâ€. 123 El Dios de las mujeres es algo que acaece o puede acaecer en las relaciones –por eso ella habla de “contingencia de Dios†(de contingere , “tocarâ€, “sucederâ€)– 124 abriéndolas de nuevo a lo infinito, es decir, liberándolas del mecanismo de la repetición. Como ocurre, por ejemplo, en la experiencia única y corrientÃsima de quedarse una mujer embarazada. PodrÃa decirse que la escritura es femenina cuando el Dios de las mujeres acaece en ella: cuando acaece en las relaciones que se dan entre quien escribe, lo real y la capacidad de decir de quien escribe. Y nace una invención simbólica. La objetividad y la verdad El Dios de las mujeres acaece, por tanto, en la historia. Esto no le quita infinitud –la infinitud de un recurso imprevisible e inagotable– ya que su acaecer es independiente... |
18. Seccion 1 - Anna Domenge. Vida Espiritual. Edición crítica en cas... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2013.02.0002:Sección =1:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
19. Obra 1 - Anna Domenge. Der autobiographische Bericht der Sor Ana Domenge. |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda%3Atext%3A2013.07.0030%3Aobra%3D1%3Acapitulo%3D4:Sección =3:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |
20. Obra 1 - Anna Domenge. Der autobiographische Bericht der Sor Ana Domenge. |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda%3Atext%3A2013.07.0030%3Aobra%3D1%3Acapitulo%3D4:Sección =4:
... dios para no ofen- derle [123r] no comer ni beber sino a las oras acostun- bradas y entonçes dar a a dios muçhas graçias açer todas las cosas como si realmente es- tubiese biendo a su majestad y por esta bia gana muçho vn alma jamas de nayde oygas ni digas sino de ti mismo y cuando olgares de esto bien bas aprobeçhando cada obras que yçieres di- rijirla a dios ofreçiendosela y pedirle que sea para su onra cuando estubieres alegre no sea con risas demasiadas sino con alegria umilde mo- desta afable y edificatiba sienpre te ymajina sierbo de todos y en to- dos considera cristo nuestro señor y asi les tendras respeto y reberençia y amor esta sienpre aparejada al cunplimiento de la obediençia como si te lo mandase jesu- cristo en tu superior o perlado en cualquiera obra o ora esamina tu con- çiençia y bistas tus faltas procura la enmi- enda con el dibino fabor y por esto camino al[ca]nçaras la perfeçion... |