El aprendizaje servicio en la Universidad de Barcelona

La ApS es una propuesta válida para cualquier etapa y ámbito educativo y tiene un amplio reconocimiento internacional.
La ApS es una propuesta válida para cualquier etapa y ámbito educativo y tiene un amplio reconocimiento internacional.
Académico
(17/12/2013)

Ya hace diez años que desde varias enseñanzas de la UB se están impulsando experiencias de aprendizaje servicio (ApS), una metodología educativa con utilidad social que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto, en el que los alumnos trabajan sobre necesidades reales del entorno con el objetivo de mejorarlo.

El pasado 26 de noviembre, el Grupo de ApS de la UB, con el apoyo del Comisionado para Participación, Empleabilidad y Emprendimiento Social, organizó la I Jornada de Aprendizaje Servicio en la UB con la voluntad de difundir entre la comunidad universitaria las experiencias desarrolladas hasta ahora, analizar y valorar los puntos fuertes, los puntos débiles y las nuevas oportunidades, así como animar a los miembros de la comunidad universitaria a promover la ApS desde las diferentes facultades.

 

La ApS es una propuesta válida para cualquier etapa y ámbito educativo y tiene un amplio reconocimiento internacional.
La ApS es una propuesta válida para cualquier etapa y ámbito educativo y tiene un amplio reconocimiento internacional.
Académico
17/12/2013

Ya hace diez años que desde varias enseñanzas de la UB se están impulsando experiencias de aprendizaje servicio (ApS), una metodología educativa con utilidad social que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto, en el que los alumnos trabajan sobre necesidades reales del entorno con el objetivo de mejorarlo.

El pasado 26 de noviembre, el Grupo de ApS de la UB, con el apoyo del Comisionado para Participación, Empleabilidad y Emprendimiento Social, organizó la I Jornada de Aprendizaje Servicio en la UB con la voluntad de difundir entre la comunidad universitaria las experiencias desarrolladas hasta ahora, analizar y valorar los puntos fuertes, los puntos débiles y las nuevas oportunidades, así como animar a los miembros de la comunidad universitaria a promover la ApS desde las diferentes facultades.

 

 

Tal como explica Laura Rubio, miembro del Grupo de ApS y profesora de la Facultad de Pedagogía de la UB, «la ApS es una propuesta válida para cualquier etapa y ámbito educativo y tiene un amplio reconocimiento internacional». En este sentido, el aprendizaje servicio permite, por un lado, mejorar el aprendizaje de los estudiantes, su desarrollo, la comprensión de la complejidad y riqueza de las materias en que trabajan y su capacidad de iniciativa y posicionamiento ético. Por otro, sirve para enriquecer las herramientas de trabajo docente e investigador del profesorado, fomenta la transferencia de conocimiento y potencia la generación cooperativa de conocimiento. Y, por último, consigue favorecer el trabajo conjunto entre la universidad y otras instituciones públicas, sociales y profesionales en la consecución de intereses públicos, desde la perspectiva del servicio público en favor de la creación de bienes comunes y con la voluntad de enriquecer la conciencia civicopolítica de los participantes.

 

Algunas experiencias

A la hora de diseñar proyectos de ApS en el ámbito universitario, se abre un abanico bastante amplio de posibilidades: desde los que se realizan en el marco de una asignatura hasta los que son transversales de una enseñanza, pasando por proyectos en el marco de los prácticums o de los trabajos de fin de grado y de fin de máster. También es posible diseñar propuestas de carácter interdisciplinario. Todas estas posibilidades permiten reconocer académicamente la tarea al estudiante.

Un ejemplo concreto es el ApS en la asignatura de Lengua Catalana I de la Facultad de Filología. Estudiantes de esta materia trabajan conjuntamente con la Casa de los Xuklis, de la Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Cataluña (AFANOC), y con casales de la Federación Catalana del Esplai para reforzar las habilidades lingüísticas de los niños y niñas y, a la vez, aprender a potenciar el uso lingüístico a través de actividades más allá de las reglas y la gramática. La actividad supone un 20% de la nota global de la asignatura. Para la evaluación, los estudiantes tienen que elaborar una memoria de su experiencia.

También hay experiencias de ApS transversales, como el caso de los Amigos y amigas de la lectura, un proyecto de las facultades de Pedagogía y de Formación del Profesorado con el Consorcio de Educación de Barcelona en el que estudiantes de primer curso de las enseñanzas de estas facultades ayudan a chicos y chicas de primaria y secundaria a mejorar la competencia lectora y a disfrutar leyendo, una necesidad social difícil de resolver. De este modo, los estudiantes contribuyen a mejorar las posibilidades de éxito escolar y la autoestima de los chicos y chicas a la vez que adquieren conocimientos y habilidades propios de la enseñanza.

Otro ejemplo es el de Derecho al Derecho, una experiencia de ApS que tiene lugar en el Prácticum. Estudiantes de último curso de Derecho ofrecen apoyo a abogados de oficio y a entidades sociales en temas legales, a partir de las llamadas clínicas jurídicas. Además de conocimientos técnicos propios del ejercicio de la profesión, los jóvenes se preparan en competencias de comunicación, asesoramiento y acompañamiento personal, al tiempo que conocen una vertiente social del derecho. Así pues, se mejora la formación de los estudiantes a la vez que se favorece la protección de los derechos de las personas, sobre todo de aquellas que pertenecen a grupos vulnerables.

En el marco del Trabajo de Fin de Grado, un grupo de estudiantes de la Facultad de Pedagogía ha diseñado actividades formativas para niños de 3 a 16 años para dar respuesta a la necesidad planteada desde la Cruz Roja en torno a un programa de apoyo a niños y niñas con riesgo de exclusión social. A través de la realización de este Material didáctico para la Cruz Roja, los estudiantes tienen la oportunidad de analizar las necesidades del voluntariado, revisar el currículum escolar, analizar dinámicas de grupo, elaborar actividades, y conocer y aplicar pautas de evaluación.

Durante la jornada de ApS en la UB también se presentó una experiencia que habían desarrollado estudiantes de la asignatura de Comunicación y Documentación del grado de Trabajo Social conjuntamente con el Grupo Unión, una entidad que trabaja con niños, jóvenes y adultos del barrio de la Mina de Sant Adrià de Besòs. El proyecto Nosotros perseguía recuperar la memoria histórica del barrio. La presentación sirvió para destacar el valor del trabajo conjunto entre la universidad y las entidades sociales. La idea es continuar trabajando durante el nuevo curso, ahora con el objetivo de analizar la construcción de la realidad social por parte de los medios de comunicación.

Por último, un grupo de estudiantes de la asignatura de Ética, Valores y Educación Social del grado de Educación Social está colaborando en un proyecto con la Obra Social de Sant Joan de Déu. En concreto, los alumnos participan en el diseño y la dinamización de la Barcelona Magic Line, una campaña de sensibilización sobre varias causas sociales por las cuales trabaja Sant Joan de Déu, como es el caso de la infancia hospitalizada, las personas sin hogar, la dependencia o la salud mental.

El Grupo de ApS de la UB está formado por profesorado de todos los ámbitos: Conxita Amat (Facultad de Farmacia), Esperanza Ballesteros (Escuela Universitaria de Enfermería), Anna Escofet (Facultad de Pedagogía), Antonio Madrid (Facultad de Derecho), Miquel Martínez (Facultad de Pedagogía), Àngels Massip (Facultad de Filología), Cristina Poblet (Facultad de Economía y Empresa), Josep Maria Puig (Facultad de Pedagogía), Laura Rubio (Facultad de Pedagogía) i Antoni Vallès (Facultad de Medicina), así como Anna Albareda, responsable de la Mesa del Tercer Sector.