Loraine Gelsthorpe: «Un alto porcentaje de las mujeres que cometen delitos han sufrido abusos sexuales y violencia doméstica»
El trabajo de la profesora de la Universidad de Cambridge Loraine Gelsthorpe, actual presidenta de la Sociedad Británica de Criminología, se centra en las mujeres y la justicia penal e incluye investigaciones sobre las respuestas de la justicia al tráfico de personas, o a las sentencias judiciales referidas a mujeres. Gelsthorpe explica que su interés por estos asuntos surgió al darse cuenta de que en el campo de la criminología las mujeres siempre están fuera de juego. El pasado noviembre, Loraine Gelsthorpe impartió una conferencia en la Facultad de Economía y Empresa en el marco del International Sociological Debates Seminar de la UB (ISDUB), un foro de sociología abierto al público en general en el que participan investigadores de prestigio internacional.
El trabajo de la profesora de la Universidad de Cambridge Loraine Gelsthorpe, actual presidenta de la Sociedad Británica de Criminología, se centra en las mujeres y la justicia penal e incluye investigaciones sobre las respuestas de la justicia al tráfico de personas, o a las sentencias judiciales referidas a mujeres. Gelsthorpe explica que su interés por estos asuntos surgió al darse cuenta de que en el campo de la criminología las mujeres siempre están fuera de juego. El pasado noviembre, Loraine Gelsthorpe impartió una conferencia en la Facultad de Economía y Empresa en el marco del International Sociological Debates Seminar de la UB (ISDUB), un foro de sociología abierto al público en general en el que participan investigadores de prestigio internacional.
¿Los delitos que cometen las mujeres son diferentes a los que cometen los hombres?
En líneas generales, hombres y mujeres cometen delitos similares. Sin embargo, las faltas cometidas por mujeres suelen ser menores y están relacionadas con la propiedad, por ejemplo hurtos. Este tipo de delitos son mucho más frecuentes en mujeres que los delitos con violencia. Muy pocas mujeres cometen delitos de guante blanco. Por lo tanto, y en general, los delitos femeninos son menos graves. Además, la trayectoria criminal femenina es mucho más corta que la masculina. En mi opinión, la perspectiva de género es importante porque si queremos que el sistema penal sea efectivo, necesitamos tener en cuenta cómo aprenden las personas y cómo trabajar mejor con ellas. Este enfoque podría incluso reducir costes y el número de delitos.
¿Qué lleva a una mujer a cometer un delito? ¿Son causas diferentes de las masculinas?
El camino que lleva a hombres y mujeres a delinquir presenta algunos rasgos en común pero también algunas diferencias. Aunque podemos encontrar casos de hombres y mujeres involucrados en situaciones de abuso de menores, maltrato, drogadicción, alcoholismo, etc., en proporción, el número de mujeres en estas circunstancias es mayor que el de hombres. Un alto porcentaje de las mujeres que cometen delitos han sufrido abusos sexuales o violencia doméstica. Además, el número de mujeres que presentan problemas psicológicos también es mayor. Posiblemente, dichos problemas sean consecuencia de la angustia sufrida en relaciones abusivas, en situaciones de pobreza, etc.
¿Por qué ha aumentado el número de mujeres encarceladas en los últimos años?
El uso de la pena de cárcel para las mujeres ha aumentado a nivel internacional. Si analizamos las causas, cabría preguntarse en primer lugar si el número de mujeres que delinquen es mayor o si éstas cometen un mayor número de crímenes menores, y si las condenas han cambiado de manera que la impunidad para la mujer ha desaparecido. No obstante, este tipo de análisis no proporciona ninguna evidencia que permita afirmar que el patrón general del crimen esta cambiando. Probablemente, el número de mujeres que cometen delitos relacionados con las drogas así como crímenes violentos está aumentando. Sin embargo, suelen ser delitos leves. Otro de los motivos podría ser que la prisión se ha convertido en los servicios sociales actuales que remplazan a los tradicionales, ya que éstos han dejado de estar disponibles como consecuencia de la recesión económica. Otra de las razones tiene que ver con el aumento del número de mujeres extranjeras en prisión, por ejemplo inmigrantes condenadas por tráfico de drogas. En el caso de la mujer, no son organizadoras, sino portadoras. Las mujeres son fácilmente persuadidas para transportar droga a cambio de dinero con el que comprar zapatos a sus hijos o pagar las tasas educativas.
¿Cómo puede contribuir la perspectiva de género a evitar este aumento de las penas de cárcel?
La perspectiva de género puede incluir intervenciones especiales que tengan en cuenta las necesidades detectadas, los caminos que llevan a las mujeres a delinquir y cómo aprenden. Por ello, en Inglaterra y Gales, y en el Reino Unido en general, contamos con una buena red de centros de servicios sociales para mujeres. Dichos centros presentan una ventaja: ponen en contacto a mujeres que han cometido delitos con otras que viven en situaciones de desventaja social. La prioridad de estos centros es atender problemas sociales, así como ofrecer y generar apoyo mutuo para que las vidas de estas mujeres mejoren. Aunque pueden realizar alguna acción específica, estos centros pueden utilizarse para evitar penas de cárcel y ofrecer apoyo a las mujeres que salen de prisión. Entre los beneficios que ofrecen a la mujer cabe destacar un mayor bienestar, una mejora en la salud, más apoyo, mejor administración económica, mejor cuidado de los hijos, etc.