FATMA ALİYE TOPUZ (1862-1936)
Fue la primera novelista y traductora turca. Tradujo la novela Volonté, de George Ohnet al turco. Era hija de Ahmet Cevdet Pasha, un historiador otomano muy reconocido. Como era costumbre en su época, se educó en su casa, a base de una educación comparada: filosofia, música, literatura y lengua (francés y árabe). Se casó con un diplomático con quien tuvo cuatro hijos. Él no le permitía leer novelas, porque como muchos de su época, pensaba que leer novelas alejaba las mujeres de sus deberes del hogar. Pero Fatma Aliye, gracias a su caracter tranquilo y paciente, logró tener su independencia en mundo editorial y su marido empezó a llevar sus libros a las editoriales y a la revista Tercüman-ı Hakikat en donde publicaba sus artículos bajo el titulo de Nisvân-ı İslâm (Las mujeres del Islam). En sus novelas los personajes principales siempre fueron mujeres fuertes y libres, que ganaban su propio dinero, con sueños de tener un día sus propias casas y un local en Estambul para alquilar y tener sus ingresos sin depender de ningún hombre. En su novela Ref’et el personaje principal es una maestra, y en su novela Udi es una mujer música que, dando clases de laúd, conseguía sus propios ingresos.
Su casa fue una casa ejemplar para casi todas las viajeras europeas, donde podían observar una familia otomana y preguntar sobre la mujer musulmana, gracias al conocimiento de su cultura de dos mundos. La publicación de “Las mujeres del Islam” pretendía que los lectores europeos cambiaran la visión falsa que tenían a través de las mujeres viajeras europeas. Se publicó en 1892 en inglés, en francés y en árabe. Se presentó en la feria del libro de Chicago en donde ganó un premio (1893) e incluyeron su biografia y sus novelas en “The Woman’s Library of The World’s Fair”.
Su novela Udi (Instrumentista de laúd) en 1899 se tradujo al francés por Gustave Seon. Su obra sobre las primeras mujeres de la época del Islam, Namdaran-ı Zenan-ı İslamiyan, es una de las primeras obras en los estudios de la historia de las feministas. Aún con sus trabajos sobre las mujeres del mundo Islámico, una de sus hijas estudió en un colegio francés en Estambul en 1929, y se escapó para vivir en Francia, dejando una carta en la que decía que lo hacía por la libertad. Terminó al final en un monasterio de Argelia, donde se decidió a ser monja. Más tarde volvió a Estambul a trabajar como monja en el colegio en donde estudió.
Fatma Aliye luchó para no dejar nunca su pluma y siempre apoyó a las otras mujeres escritoras.
Desde 2009, los billetes de 50 liras turcas llevan impreso su rostro.
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