Derechos de las mujeres e intervención social
La sede del Teatro Aquarium أكواريوم se encuentra en Akkari, un barrio popular de Rabat. Llegar a la sede de este grupo de teatro-asociación no es sencillo, ya que no se trata de un gran edificio. En una callejuela laberíntica, al lado de la mezquita y del mercado del barrio, una puerta azul y un cartel indican que has llegado. Lo más normal es que la primera vez que lo visites consigas llegar con la ayuda de algún habitual del barrio.
La asociación Teatro Aquarium fue fundada en 1994 y su directora es Naima Zitan نعيمة زيطان, dramaturga rabatí formada en el Instituto Superior de Arte Dramático y de Animación Cultural (ISADAC). La fundación de esta escuela (dependiente del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes) en 1987 supuso la profesionalización del teatro nacional marroquí y, como apunta la investigadora del SOAS Cleo Jay, propició la consolidación de “una generación de mujeres jóvenes formadas que tomaban el escenario para contar sus historias en sus propias palabras”, legitimando la participación de las mujeres en la escena teatral.
Desde sus inicios durante la época del Protectorado, el teatro moderno marroquí ha tenido un carácter reivindicativo. Normalmente se apunta tanto al papel de las obras impulsadas por las instituciones coloniales (francesas y españolas) como a aquellas representadas por compañías egipcias y tunecinas como el motor de inspiración del teatro marroquí contemporáneo. El teatro fue utilizado por el movimiento nacionalista como “herramienta de propaganda y de resistencia” (en palabras de Naima Hachad), lo que supuso la censura de las autoridades coloniales. El trabajo de Naima Zitan y Teatro Aquarium mantiene ese carácter reivindicativo y social del teatro, ocupándose de las cuestiones relacionadas con el género y la discriminación de las mujeres. Las obras son en dariya, el árabe marroquí.
Las obras puestas en escena por el Teatro Aquarium y dirigidas por Zitan se caracterizan por una metodología vanguardista que utiliza diferentes técnicas experimentales. Una parte de las obras se componen a partir de mesas redondas en las que se debate, desde una perspectiva sociológica, sobre diferentes cuestiones que atañen a las mujeres. Después se organizan talleres para escribir el texto de la obra que Naima revisa antes de la puesta en escena. La mayoría son concebidas como teatro foro, una metodología propuesta en los años setenta por el brasileño Augusto Boal. Se trata de una práctica teatral mediante la cual se expone un problema (social, político) y se establece un diálogo con el público que puede proponer alternativas a las acciones que se desarrollan en la obra, intercambiándose por alguno de los personajes. Mediante las herramientas que ofrece el teatro foro, se genera un diálogo y un debate sobre las cuestiones y problemáticas que plantea la obra. Teatro Aquarium realiza también proyectos con adolescentes en colaboración con los institutos, además de talleres de expresión corporal para mujeres, poniendo el teatro al servicio de la sociedad.
Naima Zitan también dirige obras de teatro con una puesta en escena más “convencional”, pero que siempre tienen de trasfondo cuestiones relacionadas con la situación de las mujeres. Y es que Zitan no concibe el arte y la cultura sin el compromiso social y político. Compone obras a partir de los testimonios de mujeres que participan en grupos focales sobre diferentes cuestiones. Esta fue la estrategia utilizada para Dialy ديالي, escrita por Maha Sano y dirigida por Zitan, estrenada en 2012. Inicialmente la intención era adaptar Monólogos de la Vagina de Eva Lenser, pero no fue posible y la obra marroquí se creó a partir de un guion original basado en la experiencia de diferentes mujeres que hablaron sobre la relación con su cuerpo, la sexualidad femenina y las situaciones de violencia sufridas en este ámbito. Dialy significa, literalmente, “lo mío”, pero es la manera coloquial en Marruecos de referirse a la vagina de manera que no suene vulgar. La obra plantea, de hecho, la falta de palabras en dariya para referirse a los órganos y a la sexualidad femenina que no resulten vulgares o violentas. Tanto por los temas que abordaba como por la puesta en escena (las actrices aparecían vestidas de negro frente a una cuerda con ropa interior femenina colgada), la obra recibió numerosas críticas, incluso antes de ser representada.
Zitan además de directora, también es dramaturga y escribe sus propias obras, siendo una de las pocas dramaturgas marroquíes publicadas, con la obra Rouge+Bleu=Violet أحمر+ أزرق = بنفسجي, que fue compuesta en 2006 y llegó a ser representada en el teatro Nacional Mohamed V de Rabat, pero no fue publicada hasta el año 2015. Esta obra, escrita en dariya y traducida al francés en la misma publicación, aborda a través de dos personajes femeninos, Salwa y Dalia, las diferentes situaciones de violencia que viven las mujeres a lo largo de su vida.
En sus proyectos, es habitual que el grupo colabore con organizaciones extranjeras, como Oxfam-Marruecos, y también ha recibido financiación estatal. En 2004, la compañía se benefició de una beca del gobierno para su obra Coquelicots شقائق النعمان, concebida para informar en las zonas rurales sobre los cambios introducidos por la reforma de la Mudawana (Código de la Familia) de 2003. También, gracias a la financiación estatal el Teatro Aquarium ha representado sus obras en el extranjero. Algunas investigadoras que han abordado el trabajo de esta compañía, como Cleo Jay y Naima Hachad señalan cómo estos apoyos financieros estatales y extranjeros ponen sobre la mesa la cuestión de la cooptación y hasta qué punto las obras del grupo pueden ser totalmente libres o reproducen en cierta medida algunas líneas de discursos “oficiales”. Sin embargo, es cierto que por las dinámicas que sigue la compañía para la composición y puesta en escena de las obras, partiendo de los debates que surge en mesas redondas, los testimonios de diferentes mujeres y de talleres realizados con personas de distintos entornos y grupos sociales, reflejan de la manera más directa posible las preocupaciones de la población marroquí. Las obras abordan todo tipo de cuestiones relacionadas con la situación de las mujeres, incluso el aborto, la violencia conyugal o la sexualidad femenina.
A pesar de las contradicciones que puedan plantear algunas cuestiones del funcionamiento del Teatro Aquarium, lo cierto es que este grupo de teatro-asociación ha conseguido un arraigo social y popular. Plantean proyectos que surgen de la propia experiencia de mujeres y otras personas de la sociedad marroquí y consiguen que el público sea variado. Intelectuales y artistas marroquíes, gente del barrio, mujeres, hombres, jóvenes y adolescentes, todo el mundo participa en los debates que suscitan las obras. Naima Zitan y el Teatro Aquarium ponen el dedo en la llaga sobre cuestiones que afectan a las mujeres, algunas de ellas consideradas tabú (hshuma) en la sociedad marroquí; ponen de manifiesto que arte y compromiso pueden ir de la mano, como forma de vida, y teniendo alcance y repercusión social.