El Máster en Logística y Comercio Internacional de la UB ha querido dedicar la lección inaugural del curso actual a una de las instituciones históricas más importantes de Cataluña: el Consolat de Mar. El abogado Jordi Domingo i Garcia-Milà, cónsul mayor de este organismo pionero, ofreció a los alumnos una conferencia plagada de interesantes datos. Entraba dentro del marco de celebración de los 750 años que se han cumplido desde que los Costums de Mar fueron incluidos en un tratado jurídico.
El Consolat de Mar nació en plena Edad Media en Barcelona, durante el reinado de Jaume I, cuando la Corona de Aragón disfrutaba de ser considerada una enorme potencia marítima. Surgió como una red de delegaciones comerciales extendidas en el Mediterráneo para regular y promover el comercio marítimo. Su principal objetivo era resolver disputas relacionadas con la actividad mercantil y la navegación.
A lo largo de siglos, proporcionó un marco legal y un conjunto de regulaciones que gobernaran las actividades comerciales en el mar, estableciendo además toda una serie de normas que protegieran los intereses de comerciantes y navegantes. Así fue como se publicó en 1494 el Llibre del Consolat de Mar, “la mayor aportación de Barcelona a la historia de la humanidad”, en palabras de Jordi Domingo i Garcia-Milà.
Su opinión está bien fundamentada: aquella recopilación de regulaciones y principios se convirtió en “el primer código de comercio internacional y base de la actual legislación marítima”. Además de en la región catalana y otras zonas de España, se tuvo en cuenta como una referencia importante en muchas otras regiones marítimas de Europa y América. Y es que su red se extendió a ochenta consulados por todo el Mediterráneo y 120 alrededor del resto del mundo.
El Llibre del Consolat de Mar puede considerarse todo un “precursor de los sistemas alternativos de resolución de conflictos”, pues ha influido considerablemente en lo que hoy denominamos ADR (alternative dispute resolution). Su código de comercio estuvo vigente hasta la entrada del siglo XIX, y aún en 1908 una sentencia de Nueva York se basó en “no respetar los usos y costumbres del Llibre del Consolat de Mar de Barcelona”, comentó el abogado.
Aunque su papel práctico ha evolucionado (hoy está integrado en la Cambra de Comerç), el Consolat de Mar sigue siendo una importante institución en la historia legal y comercial de Cataluña y España. Es todo un símbolo de la tradición marítima que, gracias a su reputación y auctoritas, crea desde Barcelona una sábana de confianza en el proceso de la digitalización de las operaciones de comercio internacional. Además, la importancia de la cultura regional en el mundo empresarial ha impulsado que en las escuelas de negocios y facultades de Derecho se estudien cursos de Historia del Derecho, Derecho Marítimo, Historia del Comercio; así como en contextos históricos más amplios. Su legado en la forma en que se comprenden y regulan los negocios hoy en día ofrece perspectivas decididamente valiosas para los estudiantes.
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