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La búsqueda paradoja retornó 14 resultados.
Mostrando 1 - 14 de 14 resultados (0.06 segundos)
1. - María-Milagros Rivera Garretas. Signos de libertad femenina. (En di&... |
... guerrasâ€. Parece una paradoja , pero es asà porque en el delicioso acuerdo se acaba amando sobre todo eso, el delicioso acuerdo, y no se ama a la mujer o al hombre que una o uno tiene delante y con quien convive o hace polÃtica. El tercer nivel de sentido , el simbólico, es el que se ha quedado pendiente, pendiente de interpretación y de compromiso con él: es el nivel de sentido que se sigue asomando a la memoria a la manera de un fantasma recurrente, pidiendo ser dicho, ser explicado, ser vivido. Cuando se hace simbólico, se desencadena la energÃa que estaba atrapada en la literalidad y en la metáfora. La energÃa desencadenada es la que provoca el cambio de mentalidad o revolución simbólica que nos puede hacer más libres, que nos llevará a dejar atrás, como inservibles, unas relaciones y unas costumbres que se han quedado por detrás del presente pero no sabemos cómo volver impensables. Porque lo que le... |
2. - Luisa Muraro. Feminismo y política de las mujeres. |
... mujeres y hombres. Es una paradoja , porque el feminismo lo conocemos como movimiento de liberación , pero no serÃa nada nuevo en la historia humana. Me fue pedido, con razón , que me explicara mejor. 1 Con esas palabras me referÃa a ciertos hechos propios de las sociedades ricas del mundo occidental. Uno es la competición entre mujeres y hombres. Las mujeres se ponen o son puestas a competir con los hombres en muchos campos, por ejemplo en la polÃtica y en el trabajo . Esta, yo sostengo, es una promoción social sin libertad , porque no da a las interesadas la posibilidad de inventar su modo original de estar en la vida pública: tienen que estar de manera que resulten mejores que sus colegas hombres, sin atender a su malestar, sin darle valor a su diferencia, como caballos que corren en un hipódromo y no como caballos que corren libres por las praderas. Sobre este tema ha escrito Lia Cigarini el artÃculo... |
3. - Luisa Muraro. El poder y la política no son lo mismo. |
... Se vislumbra aquà una paradoja que puede ser atribuida al ser humano ( paradoja antropológica). La cultura religiosa ha imaginado que el ser humano es defectuoso, a consecuencia de una culpa primordial. Por mi parte, no tengo una explicación que ofrecer; estoy de acuerdo con quien piensa que interviene la libertad . Concretamente, la experiencia de la libertad : quien no pasa por esta experiencia, busca otros caminos y el cÃrculo entre mediación necesaria y beneficios personales se rompe. Ocupan su lugar la prepotencia y la impotencia . Entre el poder y la polÃtica, como he dicho ya, hay una relación hecha a un tiempo de cercanÃa extrema y de exclusión recÃproca. Se tocan a uno y otro lado de una raya invisible y movible, que es el frente mismo de la lucha polÃtica (pido disculpas por lo belicoso del lenguaje). La polÃtica no puede usar el poder para sus propios fines, como si fuera un medio. Tampoco puede... |
4. - Luisa Cavaliere. Lia Cigarini. Hay una buena diferencia. Un diálogo. |
... efectivamente, ante una paradoja : los partidos italianos se han convertido en puras siglas para elegir diputados y senadores, como en los Estados Unidos , pero en el imaginario de muchÃsimos militantes y electores siguen siendo el quicio de la polÃtica y de la democracia. Esta falta de conciencia pone en los márgenes de la polÃtica lo que sucede en las áreas creativas , que deberÃan ser, en cambio, su centro. En cada vuelta electoral la parte del paÃs que se considera mejor se cree que su voto podrá cambiar las cosas. Luego viene la desilusión. La izquierda italiana se ha especializado en desilusión (y para mà en insoportables conversaciones sobre la degeneración italiana). La desesperación de la izquierda puede también estar justificada, pero decir que todo se va a pique no es ciertamente una visión alternativa de las cosas. Los desilusionados/desilusionadas se quedan asà fijados en el objeto de su desengaño y no... |
5. Seccion 3 - Luisa Cavaliere. Lia Cigarini. Hay una buena diferencia. Un di&... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda%3Atext%3A2015.09.0001%3ASección %3D3:
... efectivamente, ante una paradoja : los partidos italianos se han convertido en puras siglas para elegir diputados y senadores, como en los Estados Unidos , pero en el imaginario de muchÃsimos militantes y electores siguen siendo el quicio de la polÃtica y de la democracia. Esta falta de conciencia pone en los márgenes de la polÃtica lo que sucede en las áreas creativas , que deberÃan ser, en cambio, su centro. En cada vuelta electoral la parte del paÃs que se considera mejor se cree que su voto podrá cambiar las cosas. Luego viene la desilusión. La izquierda italiana se ha especializado en desilusión (y para mà en insoportables conversaciones sobre la degeneración italiana). La desesperación de la izquierda puede también estar justificada, pero decir que todo se va a pique no es ciertamente una visión alternativa de las cosas. Los desilusionados/desilusionadas se quedan asà fijados en el objeto de su desengaño y no... |
6. Seccion 1 - Luisa Muraro. Feminismo y política de las mujeres. |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2012.04.0003:Sección =1:
... mujeres y hombres. Es una paradoja , porque el feminismo lo conocemos como movimiento de liberación , pero no serÃa nada nuevo en la historia humana. Me fue pedido, con razón , que me explicara mejor. 1 Con esas palabras me referÃa a ciertos hechos propios de las sociedades ricas del mundo occidental. Uno es la competición entre mujeres y hombres. Las mujeres se ponen o son puestas a competir con los hombres en muchos campos, por ejemplo en la polÃtica y en el trabajo . Esta, yo sostengo, es una promoción social sin libertad , porque no da a las interesadas la posibilidad de inventar su modo original de estar en la vida pública: tienen que estar de manera que resulten mejores que sus colegas hombres, sin atender a su malestar, sin darle valor a su diferencia, como caballos que corren en un hipódromo y no como caballos que corren libres por las praderas. Sobre este tema ha escrito Lia Cigarini el artÃculo... |
7. Seccion 1 - Luisa Muraro. El poder y la política no son lo mismo. |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2012.04.0004:Sección =1:
... Se vislumbra aquà una paradoja que puede ser atribuida al ser humano ( paradoja antropológica). La cultura religiosa ha imaginado que el ser humano es defectuoso, a consecuencia de una culpa primordial. Por mi parte, no tengo una explicación que ofrecer; estoy de acuerdo con quien piensa que interviene la libertad . Concretamente, la experiencia de la libertad : quien no pasa por esta experiencia, busca otros caminos y el cÃrculo entre mediación necesaria y beneficios personales se rompe. Ocupan su lugar la prepotencia y la impotencia . Entre el poder y la polÃtica, como he dicho ya, hay una relación hecha a un tiempo de cercanÃa extrema y de exclusión recÃproca. Se tocan a uno y otro lado de una raya invisible y movible, que es el frente mismo de la lucha polÃtica (pido disculpas por lo belicoso del lenguaje). La polÃtica no puede usar el poder para sus propios fines, como si fuera un medio. Tampoco puede... |
8. - Carla Lonzi. Autenticidad y reconocimiento en la obra de Carla Lonzi. ... |
... hasta el infinito en la paradoja . El vacÃo cultural con el que identificarse no es la integridad originaria, sino un desgastar continuamente los vÃnculos inconscientes con el mundo masculino viviéndolos y tomando conciencia de ellos. La autenticidad posible de cada una se pone a prueba en ese proceso. Esta conquista de certidumbre, nacida de una duda que siempre he llevado conmigo, casi tributo que debÃa pagar por haber intentado vivir frente a quien no tenÃa fuerzas para ello y que yo habÃa absorbido como perpetuo reproche a mis deseos y a los actos que implicaban, me hizo entender que en nuestro grupo yo misma puedo haber funcionado como freno para las otras idealizadas por mà en su integridad, en el momento en que han buscado darse vÃa libre a sà mismas y a sus necesidades para digerirlas, como habÃa hecho yo, aunque a su manera y con sus orientaciones. Una vez desvelado el mecanismo experimenté una atroz sensación de ... |
9. - Carla Lonzi y otras. Los Manifiestos de Rivolta Femminile: la revoluci&oa... |
... simultáneamente: una paradoja , sÃ, para el hombre, pero perfectamente pensable por una mujer cuando lee el texto que lo expone, titulado ImagÃnate que el trabajo 39 . DecÃa, como hemos visto, el primer Manifiesto ya en 1970 : "El primer elemento de rencor de la mujer hacia la sociedad está en su ser obligada a afrontar la maternidad como una falsa alternativa." Se trata de revolucionar el sentido y la organización del trabajo de modo que deje de estar hecho a la medida del cuerpo del hombre y esté hecho a la medida del cuerpo que da la medida del mundo, que es el cuerpo de mujer . Con la osadÃa de proponer que este será el modo en el que desearán trabajar también los hombres, un modo que dé cabida y tiempo a la producción de mercancÃas y servicios y, también, simultáneamente, a las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana, como las hemos... |
10. - Lourdes Albi Fernández. Carme Vidal Estruel. Marisé Clement L... |
... padecer palabra paradoja parousia pasión paz piedad potencia práctica de la relación presencia psique reconocimiento relación revolución simbólica restitución sangre sentimiento sentir significante solidaridad sufrimiento trinidad útero visión vocación II.3. MÃstica y espiritualidad abismo abrazo abrazo de amor alegre alma alma bienaventurada altura altura celeste Amado amamantado amar amor gracias ángel anhelo apóstol bien bienaventuranza celeste celo conciencia libre conocimiento Ãntimo corazón Creador criatura Cristo Deidad delicias desapaciguada desconsolada desear desolación deuda Dios dolor don duda dulce embeleso espÃritu espÃritu celeste esposa ... |
11. - Carla Lonzi y otras. Manifesto di Rivolta Femminile. Roma, luglio 1970. |
... simultáneamente: una paradoja , sÃ, para el hombre, pero perfectamente pensable por una mujer cuando lee el texto que lo expone, titulado ImagÃnate que el trabajo 39 . DecÃa, como hemos visto, el primer Manifiesto ya en 1970 : "El primer elemento de rencor de la mujer hacia la sociedad está en su ser obligada a afrontar la maternidad como una falsa alternativa." Se trata de revolucionar el sentido y la organización del trabajo de modo que deje de estar hecho a la medida del cuerpo del hombre y esté hecho a la medida del cuerpo que da la medida del mundo, que es el cuerpo de mujer . Con la osadÃa de proponer que este será el modo en el que desearán trabajar también los hombres, un modo que dé cabida y tiempo a la producción de mercancÃas y servicios y, también, simultáneamente, a las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana, como las hemos... |
12. - Carla Lonzi y otras. Manifiesto de Rivolta Femminile. Roma, julio 1970. |
... simultáneamente: una paradoja , sÃ, para el hombre, pero perfectamente pensable por una mujer cuando lee el texto que lo expone, titulado ImagÃnate que el trabajo 39 . DecÃa, como hemos visto, el primer Manifiesto ya en 1970 : "El primer elemento de rencor de la mujer hacia la sociedad está en su ser obligada a afrontar la maternidad como una falsa alternativa." Se trata de revolucionar el sentido y la organización del trabajo de modo que deje de estar hecho a la medida del cuerpo del hombre y esté hecho a la medida del cuerpo que da la medida del mundo, que es el cuerpo de mujer . Con la osadÃa de proponer que este será el modo en el que desearán trabajar también los hombres, un modo que dé cabida y tiempo a la producción de mercancÃas y servicios y, también, simultáneamente, a las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana, como las hemos... |
13. - Carla Lonzi y otras. Secondo Manifesto di Rivolta Femminile: “io di... |
... simultáneamente: una paradoja , sÃ, para el hombre, pero perfectamente pensable por una mujer cuando lee el texto que lo expone, titulado ImagÃnate que el trabajo 39 . DecÃa, como hemos visto, el primer Manifiesto ya en 1970 : "El primer elemento de rencor de la mujer hacia la sociedad está en su ser obligada a afrontar la maternidad como una falsa alternativa." Se trata de revolucionar el sentido y la organización del trabajo de modo que deje de estar hecho a la medida del cuerpo del hombre y esté hecho a la medida del cuerpo que da la medida del mundo, que es el cuerpo de mujer . Con la osadÃa de proponer que este será el modo en el que desearán trabajar también los hombres, un modo que dé cabida y tiempo a la producción de mercancÃas y servicios y, también, simultáneamente, a las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana, como las hemos... |
14. - Carla Lonzi y otras. Segundo Manifiesto de Rivolta Femminile: "yo di... |
... simultáneamente: una paradoja , sÃ, para el hombre, pero perfectamente pensable por una mujer cuando lee el texto que lo expone, titulado ImagÃnate que el trabajo 39 . DecÃa, como hemos visto, el primer Manifiesto ya en 1970 : "El primer elemento de rencor de la mujer hacia la sociedad está en su ser obligada a afrontar la maternidad como una falsa alternativa." Se trata de revolucionar el sentido y la organización del trabajo de modo que deje de estar hecho a la medida del cuerpo del hombre y esté hecho a la medida del cuerpo que da la medida del mundo, que es el cuerpo de mujer . Con la osadÃa de proponer que este será el modo en el que desearán trabajar también los hombres, un modo que dé cabida y tiempo a la producción de mercancÃas y servicios y, también, simultáneamente, a las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana, como las hemos... |