Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
“[…] en El manifiesto de las especies de compañía, quiero contar relatos sobre la relación con la alteridad significativa, a través de la cual los compañeros se convierten en lo que somos en carne y signo” (45).
"L'assassinat de Kennedy a Dallas la deixarà més indiferent que la mort de Marilyn Monroe l'estiu anterior, perquè fa vuit setmanes que no té la regla" (82)
“Ahora que mi madre ha muerto, no querría enterarme de nada más que lo que sabía cuando estaba viva. Su imagen tiende a volver a ser la que, creo, tenía de ella cuando era pequeña, una sombra grande y blanca por encima de mí.” (107)
Què en queda. Quins són els fonaments de la meva ciutat, per què s’ensorra. I que no hi ha més dissort que la de no viure. I finalment, més desesperació que la de no haver viscut.
Einmal hörte Medea mit mir den Liedern zu. Am Ende sagte Sie: Sie haben aus jedem von uns den gemacht, den sie brauchen. Aus dir den Heroen, und aus mir die böse Frau. So haben sie uns auseinandergetrieben.
En Orlando había una mezcla así de hombre y de mujer, siendo ora ésta ora aquél quien se imponía, lo que con frecuencia daba a su conducta un cariz inesperado. Las curiosas de su propio sexo se preguntaban, por ejemplo, siendo Orlando una mujer, ¿cómo era que jamás empleaba más de diez minutos en vestirse?
Siempre le había parecido muy peligroso, terriblemente peligroso, vivir, aunque fuera sólo un día.
Cuanto podía ofreceros era una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; (...) las mujeres y las novelas siguen siendo, en lo que a mí respecta, problemas sin resolver.
Lunes, 18 de noviembre de 1935.
Se me ha ocurrido que he llegado al más avanzado estadio de mi carrera de escritora. Veo que hay ¿cuatro? dimensiones: todas deben aparecer, en la vida humana (...) Es muy excitante avanzar así, a tientas. Nuevas combinaciones de la psicología y del cuerpo; parecido a pintar.
(...) acaneo o cunco dun lado a outro para que os barcos naveguen sobre as ondas. Algúns afundiran. Outros escacharán contra o cantil. Un navega solitario. Ese é o meu barco. Navega cara ás cavernas xeadas onde ouvea o león mariño e as estalactitas bambean coma verdes candeas. Lévanse as ondas...
Il s'approcha de la porte, sans bruit avec de nombreux temps d'arrêt, et finit par s'appuyer au battant. Il sentit qu'elle s'y appuyait aussi; le tremblement de leurs deux corps se communiquait aux boiseries. Il faisait entièrement noir: chacun écoutait dans l'ombre le halètement d'un désir pareil au sien.
Empezaba a comprender el sentido de aquella música interior, de aquella música llena de alegría y de salvaje deseo que yo había ahogado dentro de mí. Había reducido mi alma a una melodía única, plañidera y monótona; había hecho de mi vida un silencio del que solo podía salir un salmo.
On n'est pas libre tant qu'on désire, qu'on veut, qu'on craint, peut-être tant qu'on vit. Médecin, alchimiste, artificier, astrologue, il avait porté bon gré mal gré la livrée de son temps; il avait laissé le siècle imposer à son intellect certaines courbes.
Però sí que es compren els somnis; aquesta mercaderia impalpable se subministra sota diverses formes. Els pocs diners que Paolo Farina donava a Lina cada setmana li servien per pagar una il·lusió espontània, és a dir, potser l'única cosa al món que no pot enganyar.
La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana, un poco como las grandes actitudes inmóviles de las estatuas me enseñaron a apreciar los gestos. En cambio, y posteriormente, la vida me aclaró los libros.
En la poesía encontramos directamente al hombre concreto, individual. En la filosofía al hombre en su historia universal, en su querer ser.
“para ser una mujer desdichada […] no bastan ejemplos ni escarmientos; si bien servirá el oírla de aviso para que no se arrojen al mar de sus desenfrenados deseos […], temiendo que en él se aneguen, no sólo las flacas fuerzas de las mujeres, sino los claros y heroicos entendimientos de los hombres, cuyos engaños es razón que se teman”.
“Mandásteme, señora mía, que contase esta noche un desengaño, para que las damas se avisen de los engaños y cautelas de los hombres, […] siendo mayor entretenimiento decir mal de ellas: pues ni comedia se representa, ni libro se imprime que no sea todo en ofensa de las mujeres, sin que se reserve ninguna.” (p. 124)