Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
I’m an artist of the hearth; dresses in tatters from flying sparks;
skin scarred from falling logs.
I love fire and the pictures of fire.
But I love dead fire best:
rolling in cinders until I’m glittery with flakes of ash
“Cinderella”, The Book of Blood, pos. 846.
La mujer enigmática no habla ni «se traiciona» por ninguno de sus poros. Le importa poco que el psicoanalista le niegue su ternura, ella no tiene cura, se basta a sí misma.
ya no recuerda dónde fue a parar
un camino sin lengua
era el mar lo que deseaba encontrar
pero está en silencio
ninguna brisa
Y a mí llegaban en oleadas, primero, ingenuos recuerdos, sueños, luchas, mi propio presente vacilante, y luego, agudas alegrías, tristezas, desesperación, una crispación importante de la vida y un anegarse en la nada.
Escribo un libro sobre los hombres, una novela sobre los hombres de mi vida (...) Tema: el hombre. La verdad, la auténtica verdad, es que escribo a los hombres, para los hombres, para ellos (...) Cuando escribo, me muestro ante ellos. Tema: yo. Estoy llena de hombres, ése es el tema.
La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz. Las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes en kémmer, como manos unidas, como el término y el camino.
Le livre de la sœur s'écrit dans l'espace-temps de la rupture. […] Son heure coïncide avec celle du désastre de la philosophie du Père. S'y fomente la pensée quadridimensionnelle du siècle à venir. Errant dans les ruines de la maison du Père, les fils refusent encore de s'aventurer dans la maison de la sœur, de peur de réveiller le frère au bois dormant.
Quiero ser poseída por los demonios en los volcanes y por las vírgenes en los valles, comulgantes de hostia consagrada o de semen, ser poseída por el cuerpo de Cristo, y por tu cuerpo, polla de hombre y testículos de hombre y lengua de hombre, ser poseída, tómame y úsame, nacida para ser poseída, entregada.
Viviréis, follaréis, moriréis. Y nada de lo que hagáis cambiará la idea del hombre. La idea del hombre persistirá con independencia de vuestras vidas y de vuestra muerte. La naturaleza os ignora. (…) A la lluvia no le conmueven vuestras jodidas alegrías, ni vuestras jodidas fatigas, ni vuestros jodidos dolores.
Lo siento. No puedo. No puedo comer en ese lugar. (…) No puedo comer junto a esa gente. Van demasiado limpios y su ropa es demasiado nueva. Me dan asco. El mismo asco que yo le doy a un africano. Los zapatos de esa gente son demasiado caros. (…) Yo merezco el escupitajo del africano. Yo merezco el odio del africano. Yo merezco el odio del pobre. Y la gentuza que come dos platos y postre en ese lugar merece mi odio.
¡Pero la lámpara! Estaba la lámpara. La gran lámpara de lágrimas refulgía. La miraba inmóvil, inquieta, parecía sentir una vida terrible. Aquella existencia de hielo. ¡Una vez!, una vez ante su mirada de lámpara se esparció en crisantemos y alegría, otra vez -mientras ella corría atravesando el salón- era una casta semilla. La lámpara de lágrimas. Salió corriendo sin mirar hacia atrás.
Mis intuiciones se vuelven más claras con el esfuerzo de ponerlas en palabras. En este sentido, escribir es una necesidad para mí. Por una parte porque escribir es un modo de no falsear el sentimiento (la transfiguración involuntaria de la imaginación es sólo un modo de llegar); por otra parte escribo por la incapacidad de entender si no es a través del proceso de escribir.
É curioso como não sei dizer quem sou. Quero dizer, sei-o bem, mas não posso dizer. (...) Sinto quem sou e a impressão está alojada na parte alta do cérebro, nos lábios -na língua principalmente- na superfície dos braços e também correndo dentro, bem dentro do meu corpo, mas onde, onde mesmo, eu não sei dizer.
Las cosas crecían con profunda tranquilidad. S. Geraldo se mostraba. Ella de pie ante le mundo claro (…). Incluso los ruidos del pueblo llegaban disueltos en una pálida salva de aplausos. La joven miraba de pie, constante, con su paciente existencia de halcón. Todo era incomparable. La ciudad era una manifestación. Y en el umbral claro de la noche el mundo era el orbe. En el umbral de la noche un instante de mudez era el silencio, aparecer era una aparición, la ciudad una fortaleza, las víctimas eran hostias. Y el mundo era el orbe.
Lo que te escribo no tiene principio, es una continuación. De las palabras de este canto, canto que es el mío y el tuyo, se eleva un halo que trasciende las frases, ¿lo sientes? Mi experiencia viene de que ya he conseguido pintar el halo de las cosas. El halo es más importante que las cosas y que las palabras. El halo es vertiginoso. Hinco la palabra en un vacío descampado; vacío es una palabra como un fino bloque monolítico que proyecta sombra. Y es la trompeta que anuncia. El halo es el it.
Xavier era um homem truculento e sangüíneo. Muito forte esse homem. Adorava tangos. Foi ver O último tango em Paris e excitou-se terrivelmente. Não compreendeu o filme: achava que se tratava de filme de sexo. Não descobriu que aquela era a história de um homem desesperado.
Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo [...]. Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días. Pero estoy preparado para salir con discreción por la puerta trasera. He experimentado casi todo, aun la pasión y su desesperanza. Ahora solo querría tener lo que hubiera sido y no fui.
¿Cómo hablarte de lo inexpresivo? Incluso hasta en la tragedia, pues la verdadera tragedia está en la inexorabilidad de lo inexpresivo, que es su identidad desnuda. A veces, a veces nosotros mismos manifestamos lo inexpresivo; en el Arte se hace eso, en el amor corporal también; manifestar lo inexpresivo es crear.