Aiguafort

Es una técnica que consiste en reproducir sobre un papel, un dibujo grabado sobre una placa metálica. El dibujo inicial y el posterior proceso de grabación debe hacerlos el propio artista, que debe considerarse pintor y aguafortista a la vez. Inicialmente se protege la plancha con una sustancia grasa o resinosa, sobre la que se ejercerá la acción de algún objeto puntiagudo que descubra el metal, sobre la que se verterá un ácido que corroa la superficie rascada. Los negros se consiguen sobre trazos raspados en el metal, y los blancos  sobre planos realzados. El resultado depende de la libertad del artista para modificar valores, o emplear nuevos procedimientos o nuevos medios durante el proceso de ejecución.

Àrea:

Àmbit:

Observacions: 
Es una técnica de grabado.
Referència: 

Melis-Marini, F. (1973). El Aguafuerte (Joaquín Arce, trad.). Barcelona, España: Sucesor de E. Meseguer.

Imatge: 
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Text: 
El ácido nítrico, llamado vulgarmente aguafuerte, ha dado el nombre al arte exquisitamente aristocrático que consiste en grabar sobre metal, por medio de un ácido, un dibujo que se reproduce después en papel. Gracias al principio de que los ácidos corroen los metales, siendo en cambio su acción negativa sobre sustancias grasas o resinosas, una plancha de cobre o de cinc cubierta de una barniz en la que se ha grabado un determinado asunto con una punta, quedará corroída, si la exponemos a la acción de un ácido, en donde la punta ha descubierto el metal. Mientras en los demás sistemas de reproducción gráfica los negros que se reproducen sobre el papel están representados , en la madera o el cinc, por trazos realzados y los blancos por surcos y zonas excavadas, en el aguafuerte, por el contrario, se obtienen los blancos con planos realzados y los negros con trazo o planos excavados. En la originalidad y nobleza del asunto grabado y en lo exiguo de la tirada, que sólo permite una limitadísima difusión de la obra del artista grabador -a diferencia de la litografía y de los procesos fotomecánicos modernos que nos dan los ejemplares a millares y a centenares de millares-, radica la distinción y el señorío de este arte. Pero por aguafuerte, en su verdadero sentido, debe entenderse la reproducción sobre papel, de un dibujo tomado del natural, o de una visión o capricho del artista, grabado en el metal por él mismo. El aguafortista debe ser, pues, pintor y grabador. No pocos grabadores recurren al aguafuerte para reproducir obras de otros artistas, con lo que dan a este arte un carácter menos noble, industrial, al faltarle la cualidad más relevante que se requiere en toda obra de arte: la originalidad. Originalidad que en el aguafuerte debe lograrse a base de síntesis y espíritu.