Catàleg Tipogràfic

Ejemplo se una selección de productos de letrería y demás recursos tipográficos de una fundición de tipos mediante las cuales se informan y promocionan novedades.

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Observacions: 
Muestrario
Referència: 

Panela Rodríguez, J. R. y García Moreno, D. (2004) Fundición Tipográfica Richard Gans. Historia y actividad, 1881-1975. Comunicación presentada al Primer Congreso de Tipografía. Valencia 2004 [online] Disponible en: http://www.aquiseencuaderna.com/pdf/gans.pdf

Text: 
La elaboración de catálogos de tipografías en la época era un pro- ceso lento y costos. La necesidad de componer cada página con sus diferentes cuerpos, notas, referencias, orlas, viñetas, etc., era una actividad que exigía un tiempo a retraer de las tareas cotidia- nas de producción. Los catálogos así preparados generaban, al mismo tiempo, unos gastos materiales considerables (papel, impresión y encuadernación), sin embargo la calidad de edición y presentación conseguida era considerable. Dentro de esa tónica, la producción de catálogos en la Fundición Tipográfica Richard Gans se detenía una vez impresos los materia- les. Los pliegos, ya preparados, se almacenaban y se procedía a la encuadernación según las necesidades de promoción, nuevos clientes, actualizaciones, etc. Este procedimiento es el causante de la actual presencia de catálogos correspondientes a la misma edición encuadernados con diferente material y con tratamientos gráficos dispares en sus cubiertas. De esta manera cuando se con- trastan catálogos que parecen ser diferentes se aprecia que todas sus páginas son idénticas. Otra característica diferenciadora que encontramos en los catálo- gos de Richard Gans es la presencia de encartes con folletos, des- plegables y pliegos que unas veces aparecen y otras no, todo ello en ejemplares de la misma edición e igual tratamiento de encua- dernación. Estos encartes se iban insertando según se producían novedades tipográficas o de remendaría. Las Ediciones Hasta este momento tenemos conocimiento de la edición de seis catálogos generales y de una edición especifica para Hispanoamé- rica en formato de mano y únicamente con tipografías (sin orlas, adornos y filetes). Las Ediciones I y II, de las que nos ha resultado imposible localizar ejemplares, cubren un período inicial de veinte años entre el esta- blecimiento de la sede en la calle Villanueva, 22 (aproximada- mente en 1883-84) y la consolidación de la empresa en la sede definitiva de Princesa, 56 (1903). Las Ediciones III, IV, V, VI se publican en el período de 1903 a 1922, no conociéndose ninguna otra edición hasta 1965, —fecha de aparición del pequeño catálogo editado para el mercado hispano- americano—, y 1964 con la edición del último muestrario general que actualmente se puede encontrar en las viejas imprentas. Sí resulta comprensible la ausencia de ediciones en el período comprendido entre la Guerra Civil y el muestrario de 1964, a causa de los daños sufridos en la propia fundición y por las circunstan- cias económicas del país en esos años. Resulta difícil pensar que entre la VI edición (1922) y el inicio de la Guerra Civil no se produ- jera un Muestrario General cuando conocemos materiales promo- cionales de nuevos tipos: Antigua Progreso (1923), El Greco (1924), Gótico Cervantes (1928), Escritura Gloria (1930), Ibarra (1931), Titania (1933). La causa de este aparente vacío puede estar en la acumulación de material impreso, cuya salida se ralentizó por la crisis económica mundial de 1929. Una muestra de este hecho pueden ser las diver- sas ediciones del Catálogo VI, unas con cubiertas en cuero y otras en cartón. La encuadernación Los ejemplares correspondientes a las ediciones contemporáneas a la dirección del fundador presentan una factura variada con cubiertas enteladas (IV ), en piel estampada (III y versiones del VI) y en cartón ( V y VI). Su tratamiento gráfico va de las versiones line- ales del Art Nouveau (III y IV) y evocaciones Secesionistas (versio- nes del V), a las soluciones eclécticas como la variante de la edi- ción V y el Catálogo VI. El tamaño para todas estas ediciones es generoso, situándose en torno a los 24x31 cm., excepto para la IV realizada en formato 16x24 cm.; y alrededor de las 200 páginas. Las ediciones de los años 60 evidencian una factura más modesta, así, la correspondiente a 1964, resulta con un tratamiento gráfico sobrio y clásico, presenta cubiertas de plástico azul serigrafiado, consta de 300 páginas en formato 23,5x15,5 cm. y sus contenidos se centran principalmente en la presentación de las muestras tipo- gráficas con las 50 últimas páginas dedicadas a orlas y adornos. Finalmente, la edición para Hispanoamérica de 1965, producida de manera muy precaria, con encuadernación fresada y cubiertas en cartoncillo estucado, recoge en sus 65 páginas únicamente modelos tipográficos y su formato de mano, 10x21 cm, le aportan un carácter de folleto promocional más que de catálogo de tipos. Resulta evidente que si los catálogos y muestrarios constituyen un ejemplo de las cualidades de diseño y selección de productos de letrería y demás recursos tipográficos de una fundición de tipos, lo son también de los procesos de consolidación y declinar en su actividad comercial. En este sentido resulta esclarecedor que desde 1965 no se volviera a publicar ningún otro catálogo y que, por tanto, desde esas fechas no se comercializarán nuevos tipos en consonancia con la evolución de la gráfica en esos años.