5.8.1. Infracciones y defensa del territorio

Una característica importante de la territorialidad es la forma de infracción de los diferentes tipos de territorio (Lyman y Scott, 1967).

  • La más común es la invasión, lo que significa entrar físicamente en el territorio, normalmente para controlarlo.

 

  • Pero puede darse el caso de una incursión temporal sin la finalidad tan directa de control. En este caso se trata de la violación del territorio que puede ser fruto de la ignorancia (por ejemplo, entrar en el lavabo equivocado) o deliberada, con la finalidad de dañar o molestar (vandalismo). Tampoco es necesario que la violación se efectúe personalmente (por ejemplo, subir el volumen de nuestra radio).

 

  • Por último también existe la contaminación, por la que el infractor, además de ensuciar el territorio, puede provocar algún mal mayor. Por ejemplo, una empresa química que deposite sus residuos en un lugar no adecuado con lo que pueden filtrarse a las aguas subterráneas, o dejar un objeto nuestro a alguien y que nos lo devuelva estropeado (Gifford, 1987).

Altman (1975) explica que las respuestas ante la invasión territorial varían en función del significado de la invasión y de los tipos de respuestas de ajuste disponibles para la situación. De forma más sistemática, Knapp (1978) menciona seis factores -citados en Gifford (1987)- que influyen en la respuesta ante la infracción del territorio: ¿Quién infringe? ; ¿Por qué infringe? ; el tipo de territorio invadido; la duración de la infracción; la posibilidad de territorios alternativos; y ¿Cómo se efectúa la infracción? Añadiendo que la defensa puede dividirse en prevención (señales) y reacción (tras la infracción).

 

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