5.9. Funciones de la territorialidad

Las funciones de la territorialidad tanto en humanos como en animales básicamente consisten en la regulación de la organización social y la protección, difiriendo en su forma. En primer lugar, la protección o más concretamente toda una serie de aspectos que se hallan relacionados esencialmente con la supervivencia -apareamiento, refugio, distribución de la población, alimentación, etc., - es más notoria en el caso de los animales, mientras que en el caso de los seres humanos es más flexible.

En segundo lugar, también hay que matizar la función de organización social en la territorialidad humana. En tercer y último lugar es necesario referir otras funciones exclusivas de los humanos.

Gifford (1987) plantea que la territorialidad funciona como un proceso central que incluye la personalización y la señalización de los territorios, la agresión y la defensa territorial y los aspectos de la jerarquía o dominación y el control.

Pero con el objeto de ofrecer una visión más sistemática de las funciones de la territorialidad humana, Veitch y Arkkelin (1995) mencionan las funciones relacionadas con la organización social , la identidad personal -la señalización y la personalización del territorio principalmente- y lo que denominan beneficios psicológicos pero que también se refieren a aspectos de la identidad grupal -beneficios por el hecho de ocupar una área percibida como “nuestra” y que dan sentido a la identidad personal y grupal-.

En definitiva, recogiendo éstas y otras aportaciones al tema y de manera similar a como hemos procedido con la privacidad, podemos agrupar las funciones de la territorialidad humana según el siguiente esquema

Desde aquí podéis acceder a un esquema en el que se relacionan las principales funciones de la PRIVACIDAD y de la TERRITORIALIDAD

 

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