En la primavera de este año, se publicó la traducción, tanto esperada, del árabe al castellano, de al-Adab al-kabir y de al-Adab al-sagir de Abd Allah Ibn Al-Muqaffa (724-759) por la Editorial Verbum. Esta obra ha sido traducida por Margarida Castells Criballés y M. Luz Comendador en el marco del programa de traducción, Clásicos Árabes de la Escuela de Traductores de Toledo – Universidad de Castilla-La Mancha. Ambas traductoras optaron por el título Ética y educación para políticos.
Traducir a Ibn al-Muqaffa es realmente un reto que exige un profundo conocimiento del contexto histórico y cultural que enmarcaron el desarrollo de su obra traductora, literaria e intelectual en general. En una amplia introducción de esta traducción, M. Castells ha tratado la vida y la obra de Ibn al-Muqaffa en su entorno arabo-persa, dos factores inseparables que hemos de tener en cuenta para entender mejor Ética y educación para políticos. Se trata de una de las figuras más controvertidas a lo largo de la historia de la literatura, de la traducción y del pensamiento árabe, tanto en su fase clásica como en la moderna. Los debates que se produjeron acerca de su personalidad de traductor, de intelectual, de secretario de Estado o de autor retórico trascendieron Persia, su tierra de origen; así como Siria e Irak, tierras de acogida donde elaboró su actividad traductora e intelectual durante el mandato de las dinastías omeya y abasí. Dicho de otro modo, había sido testigo de la caída de un Estado y la fundación de otro, teniendo en cuenta el factor de su implicación como secretario-traductor en ambas situaciones políticas. Representaba una amalgama concordante entre la mentalidad persa y la mentalidad árabe; entre la lengua persa y la lengua árabe; entre la cultura persa y la cultura árabe, entre el mazdeísmo y el Islam. Estos rasgos identitarios, tan diversos, y esta interdisciplinariedad hacen de Ética y educación para políticos un libro único que acertó en compaginar la traducción con la autoría para crear una obra ética y del “buen decir” llamada en árabe adab. Esta palabra, que iba a adquirir más tarde el significado de literatura en el ámbito árabe, apareció en medio de las campañas ideológicas de al-Mansur, segundo califa abasí. De ahí, el discurso de la obra iba dirigido principalmente a los gobernantes y a todos aquellos que deseaban aprender adab en un tiempo de profundos cambios y de crisis moral y espiritual.
Estamos ante una obra imposible de clasificar. ¿Se trata de una traducción? ¿De un texto literario propio? o ¿de ambas cosas a la vez? Es difícil contestar a estas preguntas ya que el traductor-autor nunca había mencionado, de manera explícita, la fuente de sus escritos, ni de sus traducciones. Ibn al-Muqaffa procuraba reducir las fronteras entre la traducción y la autoría para transmitir un texto plagado de antiguos valores éticos que se reivindicaban en una sociedad arabo-islámica emergente. Para cumplir con su objetivo, utilizaba un estilo retórico, oratorio y epistolar inédito; y, así se abrieron nuevos horizontes ante la escritura prosaica en lengua árabe. Se dedicaba a observar diferentes circunstancias, condiciones y experiencias humanas para sacar de ellas lecciones éticas, tema principal del libro. Encontramos apartados o breves textos dedicados al examen de conciencia y al lado, otros dedicados al amigo, al príncipe, al poder, al enemigo, al sultán; luego, palabras sobre el trato con diferentes gentes, sobre la serenidad y la sensatez, etc. Todos esos recursos reflejaban la importancia del modelo ético de los antiguos en todos los tiempos, idealizado por Ibn al-Muqaffa. Un modelo que abarcaba todo tipo de saber científico, espiritual, místico, ético y educativo. Un arquetipo que aspiraba alcanzar una sociedad que fuera capaz de acoger la diversidad cultural que siempre ha marcado a las tierras de Oriente.
Matemáticas ha dit
Una obra fascinante. Un espejo de príncipes de la época.
Libros ha dit
Ética y educación para políticos es una gran obra.
Muchas gracias por hablar y hacer un post sobre ella!
mesas oficina ha dit
Ojala hoy en día, mientras estamos sentados en nuestros trabajos, o en nuestras mesas en casa… pensaramos en obras como esta, mi enhroabuena.
Juan ha dit
Interesante
Silla Hag Capisco puls ha dit
Fascinante, ojalá toda la cúpula del gobierno leyeran aunque fuesen unas páginas de este fantástico libro.