El pasado sábado 30 de septiembre en la Filmoteca de Cataluña se proyectó Junction 48 (2016) en el ámbito de la 19º edición del Festival de Cinema Jueu de Barcelona.
Udi Aloni se inspiró para dirigir la película en la biografía de Tamer Nafar, el primer rapero palestino, que actúa como protagonista con el nombre de Kareem.
Ana mish politi «No soy político» canta Kareem y afirma en un entrevista: “Mis canciones no son políticas, simplemente describo el sitio en el que vivo”. Pero la ciudad en la que Kareem vive, la misma en la que nació y se crió Tamer Nafar, es Lud/Lod, situada en el área periférica de Tel Aviv. No se puede describir Lud/Lod sin aludir al contexto político y social. El tráfico de droga parece ser el único futuro posible para los jóvenes del lugar, las redadas policiales están al orden del día, el ejército israelí derrumba casas para poder construir un Museo de la Coexistencia y a todo eso se le suman la dificultades impuestas por la sociedad patriarcal. Todos estos temas aparecen en la escena cinematográfica e interpelan al espectador como versos directos e incisivos de una canción de rap.
La violencia impregna el ambiente en el que viven los protagonistas de la película que, sin embargo, encuentran en la música una vía de escape. A través de la música se crean pequeñas islas de momentáneo sosiego que enmarcan escenas de profunda ternura, de solidaridad y de alegría compartida. Al mismo tiempo se busca otro lenguaje para la rabia y la impotencia, para dar voz a la protesta y a la lucha, ya sea contra la violencia, contra el racismo o contra el machismo de la sociedad.
El hip hop americano es la fuente de inspiración de Tamer Nafar (y de Kareem en la película) y desde el punto de vista de la lucha política y social lo son las Panteras Negras y Malcom X. No es algo inusual: no solo las reivindicaciones identitarias de los palestinos residentes en Israel, sino también las de los judíos árabes hacen referencia a menudo a la cultura afroamericana para luchar contra el racismo de la sociedad israelí.
En ocasión de la entrega del premio Ophir de 2016 a la mejor banda sonora original que ganó Tamer Nafar junto con Itamar Ziegler, el rapero subió al escenario con Yossi Tsabari, actor judío árabe que suele componer y recitar poemas en las performances de poesía oral. Juntos interpretaron Ana mish politi y cantaron unos versos del famoso poema de Mahmud Darwish Identity Card en el que está inspirada una de las composiciones poéticas de Tzabari. La actuación provocó que Miri Regev, Ministra de cultura del gobierno israelí, abandonara la sala indignada y suscitó diversas polémicas.
Es curioso que la serie televisiva Avoda Aravit «Trabajo árabe» dirigida por Sayed Kashua, exitoso escritor palestino israelí, use como banda sonora una canción de DAM, el grupo rap fundado por Tamer Nafar, y en ella también, como en Junction 48, se pone en escena la vida cotidiana de una familia palestina en Israel, aunque con un estilo más bien cómico.
Puede que se esté asistiendo a una paulatina recuperación y reivindicación de la cultura palestina también dentro del escenario cultural israelí. A través del arte se intenta dar voz y legitimidad al relato de los palestinos que residen en Israel y la película Junction 48 es un claro ejemplo de ello .