Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
Así que, ¡adelante! Sed beatíficos en vuestro contagio ilimitado y poroso. Usurpad vuestros cuerpos. Convertíos en vuestro avatar. Sed el glitch. Dejad que toda la maldita cosa entre en cortocircuito. (154)
A Minnie Tabatha le derritió el corazón. La madre de Tabatha era adicta a la heroína, y para sufragar el hábito, había metido a Tabatha en pelis porno cuando era niña. Tabatha no salió intacta de aquello. (74)
"le produce un raro placer –el placer de la transgresión– y a menudo recrea posibles escenas que incluyen una intervención policial, la detención del Viejo, un interrogatorio lleno de preguntas con borrosas connotaciones sexuales […]. Pero una cosa es imaginar y otra muy distinta es tentar al diablo." (62)
Empezaba a comprender el sentido de aquella música interior, de aquella música llena de alegría y de salvaje deseo que yo había ahogado dentro de mí. Había reducido mi alma a una melodía única, plañidera y monótona; había hecho de mi vida un silencio del que solo podía salir un salmo.
Il s'approcha de la porte, sans bruit avec de nombreux temps d'arrêt, et finit par s'appuyer au battant. Il sentit qu'elle s'y appuyait aussi; le tremblement de leurs deux corps se communiquait aux boiseries. Il faisait entièrement noir: chacun écoutait dans l'ombre le halètement d'un désir pareil au sien.
Però sí que es compren els somnis; aquesta mercaderia impalpable se subministra sota diverses formes. Els pocs diners que Paolo Farina donava a Lina cada setmana li servien per pagar una il·lusió espontània, és a dir, potser l'única cosa al món que no pot enganyar.
On n'est pas libre tant qu'on désire, qu'on veut, qu'on craint, peut-être tant qu'on vit. Médecin, alchimiste, artificier, astrologue, il avait porté bon gré mal gré la livrée de son temps; il avait laissé le siècle imposer à son intellect certaines courbes.
La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana, un poco como las grandes actitudes inmóviles de las estatuas me enseñaron a apreciar los gestos. En cambio, y posteriormente, la vida me aclaró los libros.