Inventariaremos y estudiaremos, reproduciremos en 3D e identificaremos el origen de los materiales recuperados, en intervenciones arqueológicas, en monasterios de diferentes periodos.
Visualizaremos sobre una cartografía digital específica los vínculos establecidos entre diferentes territorios del Mediterráneo.
Las investigaciones arqueológicas sacan a la luz las estructuras que vertebraron los espacios característicos de un yacimiento en concreto, así como los cambios que se produjeron en el transcurso del tiempo. Las excavaciones que estamos realizando en asentamientos monásticos nos ayudan a comprender cómo se organizaron los diferentes ámbitos dentro del mismo monasterio y la relación de este con el entorno, así como su evolución durante su período de actividad. Además de estas estructuras, recuperamos materiales que nos permiten establecer dataciones de los diferentes estratos, facilitándonos la interpretación de los espacios y sus correspondientes usos. Estos materiales pueden ser de distinta índole, desde producciones cerámicas hasta objetos de metal, pasando por vidrios, materiales líticos, industria ósea, o restos de fauna y vegetación. Todos ellos nos permiten determinar cuáles eran las condiciones de vida de los habitantes del lugar en cuestión. Algunos objetos los identificamos como producciones locales o cercanas al yacimiento, acotamos las materias primas disponibles en el entorno y los clasificamos según su tipología y técnica de producción. Otros proceden de zonas más lejanas, aunque generalmente dentro del área mediterránea occidental y oriental, en nuestro contexto cronológico.
El origen de estos materiales denota un cierto flujo de intercambios comerciales que va variando a lo largo del tiempo, y ponen de relieve los vínculos y las relaciones que sobrepasan la materialidad, ya que juntamente con los objetos llegan, también, las ideas.
Estos son los motivos que nos han impulsado para llevar a cabo la iniciativa de una biblioteca virtual de artefactos procedentes de campañas arqueológicas que venimos realizando desde hace años. Se trata de una base de datos en la que, juntamente con la identificación y datación de las piezas seleccionadas, se indicará el lugar de origen y se realizarán reconstrucciones 3D de las piezas íntegras, a partir de sus propios fragmentos o de paralelos que se puedan localizar en museos, catálogos e inventarios. También mostraremos el dibujo de cada fragmento y su representación fotogramétrica.
Finalmente introduciremos la información sobre los lugares de origen en un sistema de información geográfica y generaremos mapas de los flujos de intercambio que se producen entre nuestros yacimientos y dichas zonas. Esto nos permitirá definir la intensidad de las relaciones, así como las variaciones que se van produciendo a lo largo del tiempo. La información que se elabore la presentaremos en formato abierto a través de la red, donde se podrá consultar tanto la base de datos como la cartografía que generaremos.
