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La (poca) representación del colectivo LGBT en el cine

La infancia es la etapa vital donde los niños desarrollan sus habilidades físicas, cognitivas y lingüísticas, empiezan a socializar y poco a poco van forjando su carácter y personalidad. Crecer siendo del colectivo LGBT puede llegar a ser un verdadero tormento si tu entorno no es respetuoso con ello y no tienes a alguien con quien poder hablar de este tema sin ningún tipo de censura. Si a esto le añades que la mayoría de niños no pueden sentirse identificados con nadie y viven los años más importantes de su crecimiento personal reprimidos, hace que el camino de autoconocimiento de uno mismo sea más difícil de lo que ya es.

Durante todo este tiempo, en el cine se ha dado por hecho que cualquier personaje era heterosexual, a menos que este dijera explícitamente que no lo era. Los niños han crecido pensando que ser heterosexual y cisgénero es la norma y no han podido sentir que el cine es un espacio seguro donde sentirse reflejados y donde pueden crear una comunidad con más gente.

Es muy importante que los niños crezcan rodeados con el sentimiento de comunidad. / Autor: Brett Sayles de Pexels

Bien es cierto que a lo largo de los últimos años, han sido muchas las películas que han incorporado a personajes LGBT en sus tramas. De hecho, GLAAD (Gay and Lesbian Alliance Against Defamation) muestra en su informe anual de 2021 que hubo un incremento del 22,7% en el porcentaje de películas donde aparecían personajes LGBT respecto al 2020. Además, también concluye que ha habido un mayor porcentaje de tiempo en pantalla en personajes del colectivo, siendo la media en 2021 de más de 10 minutos en pantalla para ellos. Sin embargo, ¿sirve cualquier tipo de representación? Por desgracia, la realidad es que en la mayoría de filmes o series, los personajes son estereotípicos y no reflejan la variedad que hay dentro del colectivo.

Hombres gays muy femeninos o en su defecto, hombres muy masculinos aparentemente heterosexuales incapaces de aceptar su orientación sexual. El “síndrome de la lesbiana muerta” y la hipersexualización de las mujeres lesbianas. Personas bisexuales, infieles y amantes de los tríos. Hombres “disfrazados” de mujeres simulando ser mujeres trans (como si no hubiera actrices trans en el mundo para darles papeles a ellas), y… ¿Hombres trans?, ¿personas no binarias?, ¿gente asexual?, algunas de las minorías menos representadas.

Fotograma de la película “La Vie d’Adèle”. / Fuente: FilmAffinity

Por otro lado, parece ser que en estas películas, las personas LGBT basan toda su personalidad en serlo. A menudo la trama es única y exclusivamente descubrir que forman parte del colectivo y todo el proceso de aceptación. Y eso debería ser algo bueno, si no fuera, porque a día de hoy, hay miles de películas que se dedican solo a eso. La gente del colectivo es algo más que eso, y aunque está claro que ser LGBT establece muchos de los puntos de vista y maneras de actuar de una persona, el simple hecho de serlo no debería ser el único factor característico de una persona. Faltan personajes que ya hayan aceptado plenamente su sexualidad y que aparezcan en pantalla por otro motivo que no sea su condición de género o preferencia sexual.

Las personas LGBT pueden ser policías, cantantes, barrenderos, profesores y cualquier otra profesión, y su participación en películas nov-románticas no debería afectar en absolutamente nada a la trama. No es una inclusión forzada, es que, simplemente, la gente del colectivo tiene vidas normales con trabajos normales, y si una persona cis heterosexual puede aparecer en una película de cualquier género sin que condicione nada a la trama, una persona LGBT también. Y algo aún más loco: las personas LGBT pueden salir en películas no-románticas y además, pueden ser los protagonistas. Acostumbrados a vivir en la sombra, siendo solo “el amigo/a o la pareja de” en las películas, nunca tienen espacio para desarrollar sus papeles y acaban siendo personajes planos que son copiados y pegados en cualquier filme. Si a día de hoy genera rechazo que el protagonista sea una persona LGBT, puesto que “no puedes sentirte identificados con ellos” no es más que el reflejo de la sociedad homófoba y tránsfoba en la que vivimos hoy en día, mientras que el colectivo ha crecido viéndose obligado a sentirse representado con personajes que no les representaban.

Fotograma de la película “Call me by your name”. / Fuente: FilmAffinity

Es necesaria una representación real del colectivo LGBT y hay que dejar de mostrarlos como seres marginales, enfermos o débiles y que acaban teniendo un desenlace trágico. Es necesario para todos esos niños (y adultos) que han crecido sin ningún referente que son mucho más que un estereotipo. Hay que enseñar a todos esos niños que no les depara el futuro trágico que les han hecho creer que tendrán por el simple hecho de ser LGBT, y que son capaces de construir sus propias vidas sin ser los personajes secundarios de estas.

imatge destacada: Letras Colectivo LGTBQ. / Autor: alexander grey de pexels

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