TEMA 4. 1. La evaluación ambiental

La forma en que concebimos el entorno del cual formamos parte y la manera de interactuar con éste no puede entenderse sin añadir a la percepción y a la cognición, otro tipo de proceso: la evaluación. Nuestra interacción con el entorno y nuestro comportamiento se halla relacionado con la forma en que lo evaluamos, como ya vimos en el  ESQUEMA INICIAL de esta unidad.

Evaluar es sinónimo de  valorar, lo que significa atribuir cierto valor a una cosa. 

La evaluación ambiental es el proceso por el cual juzgamos el valor de un estímulo ambiental.  En la interacción con el entorno, las personas generamos determinadas impresiones de éste. En cierto sentido, el proceso de evaluación es, también, una elaboración de impresiones. Estas impresiones personales pueden ser de diferente tipos. Un entorno nos puede gustar o no, puede significar determinadas cosas para nosotros o más gente, generar diferentes emociones, puede parecernos peligroso o seguro...

Puesto que la naturaleza del estímulo, es decir, lo que se evalua, puede variar, cuando hablamos de evaluación ambiental podemos referirnos a: 

la evaluación de la calidad del ambiente índices de calidad ambiental
la valoración estética del entorno preferencia de paisajes
si estamos satisfechos con el lugar donde vivimos satisfacción residencial
la posibilidad de que pueda tratarse de un entorno peligroso percepción social del riesgo
la evaluación de la relación que mantenemos con el medio ambiente actitudes ambientales

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