6.6.2.2. Hacinamiento y limitación de conducta

Algunos psicólogos ambientales han señalado que las consecuencias negativas del hacinamiento se derivan de las limitaciones que la alta densidad social impone a la libertad de conducta de las personas. Proshansky y colaboradores han añadido que lo esencial para que la persona perciba hacinamiento es que el número de personas que participan en una determinada situación restrinja la libertad de elección de la persona, o que ella lo perciba como tal.


Uno de los ejemplos más vergonzosos de estos efectos se produce en las cárceles sobreocupadas, donde, más allá de las limitaciones de conducta propias del régimen penitenciario, la alta densidad repercute sobre todo tipo de conducta con multitud de efectos negativos. En este caso linkando en la imagen accederéis a un video sobre hacinamiento en la cárcel Modelo de Bucaramanga (Colombia)


La limitación de conducta y la limitación de elección como modelos de hacinamiento podrían considerarse dentro de un modelo más general vinculado al concepto de interferencia de conducta. Según este modelo, la densidad es una condición necesaria pero no suficiente para percibir hacinamiento: cuando la alta densidad interfiere con los actos dirigidos hacia un objetivo, la persona experimenta estrés por hacinamiento. El estrés varía en función de la importancia que la persona atribuye al objetivo planteado: a más importancia otorgada, más estresante resulta la situación de hacinamiento.    

  

 

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