Lletra de dona es un espacio de publicación y difusión de reseñas de obras escritas por mujeres, dentro de los ámbitos tanto de la creación literaria (narrativa, teatro, poesía, ensayo, autobiografía) como de la teoría crítica
[…]
résiste, camarade
compagne de combat
la montagne nous attend
et avec tous « les insurgés »
tous les innocents
et tous ceux qui veulent
relever l’affront
ne pleure pas camarade
femme
oublie ta douleur
ta résistance
est celle
d’une palestinienne
qui lutte pour Jérusalem (53)
La represión de la sexualidad femenina desaguaba en el ansia de confidencia, de lágrimas compartidas. Por eso se idealizaba al ‘hombre atormentado’. Enamorarse era, en cierto modo, tener acceso a la naturaleza de esos presuntos tormentos varoniles, rodeados siempre de cierto misterio. (p. 149)
—¿Y por qué era pecado ser liberal?
—Porque les daba la gana a ellos y le armaban a uno un bochinche en el confesionario y yo un día me levanté y le dije al cura que no volvería a la iglesia como ellos siguieran con esa falta de caridad [...] una cosa es Cristo y otra los liberales. (Ángel, 92)
Lunes, 18 de noviembre de 1935.
Se me ha ocurrido que he llegado al más avanzado estadio de mi carrera de escritora. Veo que hay ¿cuatro? dimensiones: todas deben aparecer, en la vida humana (...) Es muy excitante avanzar así, a tientas. Nuevas combinaciones de la psicología y del cuerpo; parecido a pintar.
(...) acaneo o cunco dun lado a outro para que os barcos naveguen sobre as ondas. Algúns afundiran. Outros escacharán contra o cantil. Un navega solitario. Ese é o meu barco. Navega cara ás cavernas xeadas onde ouvea o león mariño e as estalactitas bambean coma verdes candeas. Lévanse as ondas...
En Orlando había una mezcla así de hombre y de mujer, siendo ora ésta ora aquél quien se imponía, lo que con frecuencia daba a su conducta un cariz inesperado. Las curiosas de su propio sexo se preguntaban, por ejemplo, siendo Orlando una mujer, ¿cómo era que jamás empleaba más de diez minutos en vestirse?
Siempre le había parecido muy peligroso, terriblemente peligroso, vivir, aunque fuera sólo un día.
Cuanto podía ofreceros era una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; (...) las mujeres y las novelas siguen siendo, en lo que a mí respecta, problemas sin resolver.