General Reportatge

Discos como pólvora

Revólver, la tienda de música más emblemática de Barcelona, cumple 31 años de haber sido inaugurada y sigue en pie a pesar de la pandemia. El resurgimiento de los vinilos mantiene sus ventas firmes y atrae a un público cada vez más joven.

Jaume rebusca por unos segundos en su archivador mental. Luego, camina hacia uno de los tantos mostradores de discos que se enfilan delante de él y se detiene frente al que tiene un rótulo donde se lee “80’s”. Se acerca y pasa sus dedos entre álbum y álbum, carátula tras carátula, hasta que una ligera sonrisa lo delata: ha encontrado el vinilo con el que quiere posar para la fotografía. “Ninguno como Closer de Joy Division”, dice.

Lleva casi tres décadas de su vida paseándose entre los rincones de Discos Revólver, quizás la tienda de música más emblemática de Barcelona. Desentrañando sus secretos, concediendo entrevistas, pero, sobre todo, organizando y sugiriendo a los clientes los más de 20.000 discos- entre CD y vinilos– que se ofrecen aquí. Todos ellos están organizados alfabéticamente, por géneros, por décadas y por tendencias. No solo allí, sino también en su cabeza.

Jaume es uno de los rostros visibles de Discos Revolver. Trabaja en la tienda desde la década de 1990. / Foto: Fernando Alayo

«Sé cuáles tenemos a la venta y dónde encontrarlos. Lo he aprendido a la fuerza», explica Jaume García, uno de los rostros más visibles de la tienda, mientras acomoda su camisa negra y ordena las canas que ha dejado crecer. Con el vinilo de Joy Division en la mano, posa ante la cámara y añade con tono de sentencia: «Aquí no hay lugar para mitos. Se han inventado muchísimos, pero los vendedores de discos como yo tenemos la obligación de desmentirlos»

El formato rey

Discos Revólver fue inaugurada en 1991 por Jesús Moreno y Alfons Sureda, quienes buscaban satisfacer una demanda creciente por la música indie y el heavy metal. Era la Barcelona preolímpica y el contexto musical de España veía surgir a artistas que escapaban de los cánones de la industria y promovían una escena alternativa. Así apareció la tienda en el número 11 de la calle Tallers, en pleno centro de la ciudad; hoy una parada obligatoria para los melómanos locales y extranjeros.

La discotienda tiene un amplio catálogo de producciones independientes, tanto de España como de Latinoamérica. / Foto: Fernando Alayo

En esos primeros años, el vinilo ya había cedido el trono de formato rey al CD. Se asomaba la era de la música digital y, en Revólver, los mostradores lucían las clásicas cajitas de plástico- transparentes, de 14 por 12 centímetros–, con los compactos que prometían una escucha sin ruidos, saltos de aguja o interrupciones intempestivas. Tal era el fenómeno en los años noventa que, recuerda Jaume, hasta la fecha no se ha batido el récord del artículo más caro que se haya vendido en la tienda: una caja de CD de la banda británica Queen, que valía unas 100.000 pesetas de la época (60.000 euros en la actualidad).

Sin embargo, ese entusiasmo no duró mucho. Con la llegada del nuevo milenio, el CD perdió terreno ante la internet y la posibilidad de tener música infinita en línea. Como la industria requería inevitablemente de un formato físico, algunos nostálgicos volvieron a mirar al elepé, relegado entonces a las estanterías de segunda mano. Así, poco a poco el vinilo reaparecía en los mostradores y la demanda empezó a crecer, por lo que las viejas fábricas de acetatos tuvieron que reactivarse. Es el caso de GZ Media, el principal centro de producción de discos en la Checoslovaquia socialista, que en el 2005 renovó toda su maquinaria para llegar a fabricar hasta 25 millones de unidades al año.

Con la llegada de Internet los CD pierden seguidores. / Foto: Fernando Alayo

En los años siguientes, las cifras de ventas se dispararon: en el 2020, el vinilo sobrepasó al CD en los Estados Unidos, según la Recording Industry Association of America (RIAA). Era algo que no sucedía desde 1989. En el Reino Unido, el formato llegó a su nivel de ventas más alto por primera vez en tres décadas, de acuerdo con la British Phonographic Industry (BPI). La tendencia fue similar en España: Promusicae informó que, en el 2020, se habían vendido 1,2 millones de elepés en el país. Este fenómeno es lo que la prensa mundial ha denominado el “boom” del vinilo, que se sostiene a pesar del impacto de la pandemia.

Vinilos y pospandemia

Solo una vez Discos Revólver tuvo que cerrar por un tiempo prolongado: fueron tres meses, entre marzo y mayo del 2020, debido al confinamiento por el COVID-19. Si bien hubo una incertidumbre inicial sobre la continuidad del negocio, esta se superó rápidamente. Jaume explica que, tras la reapertura, regresaron a los números de ventas prepandemia y actualmente salen entre 200 y 300 discos al día. Aunque aclara que el margen de ganancia de la tienda nunca fue muy alto: ronda entre el 30% y 50%, sin derecho a devolución. Es decir, si alguna unidad viene fallada de fábrica, ellos asumen el costo y pierden la inversión.

En plena conversación, una señora con su hija adolescente se le acerca para preguntar por el álbum The Final Cut de Pink Floyd. Jaume vuelve a rebuscar en su cabeza y, tres segundos después, responde que no lo tienen. «Este es el verdadero problema al que nos enfrentamos. Por este ‘boom’ existe muchísima demanda y las compañías no pueden sacar lo que tienen porque apenas hay cuatro fábricas de discos en toda Europa. Trabajamos con unas 15 distribuidoras y les hacemos pedidos casi a diario, pero con algunos artistas es muy difícil conseguir unidades. Por ejemplo, los Daft Punk llevan un año y medio sin prensar un solo vinilo de su catálogo», dice.

La demanda por determinados géneros musicales también es significativa, y actualmente se orienta hacia el pop y la música alternativa. En lo que va del año, Rosalía, Adele, Amy Winehouse y Lana del Rey están entre las artistas con más ventas en Revólver. También se colaron bandas de heavy metal como Ghost y Rammstein, aunque son la excepción. Esto responde al público variopinto de la tienda, que ha empezado a sumar cada vez más a adolescentes y veinteañeros. Jaume comenta: «Hay gente de toda edad, pero ahora vemos a muchos chavalitos y chavalitas, que empiezan con vinilos de Taylor Swift o Miley Cyrus». Una reciente encuesta elaborada por MRC Data, que mide las tendencias para la industria discográfica, prueba esta tendencia: los jóvenes de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) ya adquieren más vinilos que los millennials (nacidos entre 1981 y 1996).

Los clientes de Revolver son personas de todas las edades, aunque el público centennial se ha incrementado en los últimos años. / Foto: Fernando Alayo

Jaume regresa el vinilo de Joy Division a su lugar. Hasta el mostrador con el rótulo de “80’s” no suelen llegar sus clientes de menor edad. «Todavía. Ya lo harán», añade. No es el único vaticinio que se atreve a lanzar: mientras Discos Revólver mantiene una demanda interesante y un público bastante fidelizado, otras dos tiendas importantes de Barcelona –Music World y Castelló- han tenido que cerrar en los últimos años. Por ello, dice: «No sé cómo, pero creo que, al igual que los vinilos, seguiremos sobreviviendo».

Imatge destacada: La sede de Discos Revolver se ubica en la emblemática calle de Talleres, en pleno centro de Barcelona. / Foto: Fernando Alayo

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